¿Cuántos conocimientos hemos actualizado o aprendido en estos últimos meses los profesores? ¿Cuánto nos hemos actualizado y mejorado en el manejo de tantas herramientas digitales como valiosos recursos pedagógicos? ¿Cuántos hemos tomado -con algunas, tantas y diferentes- limitaciones, la oportunidad para repensar nuestro rol docente, nuestros contenidos y anticiparnos a la próxima nueva normalidad educativa? ¿Cuánto tiempo hemos invertido en analizar, pensar y dialogar sobre cómo estábamos y estamos transmitiendo hoy a nuestros estudiantes el aprendizaje de aprender a aprender? ¿Sabemos que nuestros estudiantes nos siguen viendo como referentes, pero también como aliados en el desarrollo de la currícula?
El cambio que ha sufrido la educación a nivel mundial a causa de la pandemia, ha sido tan diverso como cada país, pues cada cual ha dado respuesta a los desafíos del cierre de las escuelas con los recursos con que fue sorprendido. Pero para todos se nos ha presentado la gran oportunidad para analizar nuestra respuesta y también conocer, analizar y aprender de las experiencias de los otros. Consideramos que todo aprendizaje de otras experiencias educativas, para nosotros, es ganancia, pues como decía don Miguel Ángel Cornejo: “el puntaje más alto de él, es mi cero”.
EDUCACIÓN EN PANDEMIA: LAS PREGUNTAS QUE NOS QUEDAN (10´ 07”)
Cada experiencia ha sido, en no pocos casos, una auténtica labor creativa de un profesor que se ha motivado y actualizado, tratando de encontrar el adaptarse al desafío de un nuevo panorama con sus recursos. También le ha demandado tiempo, imaginación, reflexión, entusiasmo, perseverancia y confianza en sí mismo, para buscar lograr sus objetivos pedagógicos, así como analizar y aprender de las experiencias de otros. La exigencia de aprender tanto en tan poco tiempo nos dice que la inmensa mayoría de profesores no han desaprovechado la oportunidad para reinventarse y actualizarse.
Los profesores sabemos que nuestra tarea es artesanal, diaria, permanente, que contribuye a mejorar el proceso enseñanza- aprendizaje de nuestra particular y específica comunidad educativa donde servimos, porque es un trabajo que suma, que envuelve y compromete a todos. Cuánto nos ha servido el diálogo virtual y el trabajo en equipo con otros colegas; el estar siempre abiertos a la novedad de un nuevo itinerario educativo, a una educación que se actualiza (sin temor) sabiendo que la última palabra en educación todavía no está dicha.
Teniendo en cuenta la importancia de la humildad, la valentía, la tolerancia, la paciencia, la capacidad de decisión, de ruptura, el buen ejemplo y la capacidad de responder a la tensión entre la rutina y la disposición al cambio, porque la educación es comunicación, es diálogo y en ese sentido, en el proceso de adquisición de un conocimiento, no puede romperse la relación pensamiento-lenguaje-contexto o realidad, infiriéndose que en este evento no se trata de la transferencia de un saber, sino de un encuentro de interlocutores que aprenden juntos y que juntos buscan la significación de los significados”. Las cualidades de un buen docente, por Paulo Freire
Podemos estar seguros que la mayoría superaremos el estrés y la ansiedad del confinamiento y la falta de contacto con nuestros estudiantes, padres de familia y colegas, y comprobaremos que lo hermoso de ser educador es, entre otras recompensas vocacionales, que los caminos del proceso enseñanza – aprendizaje no están todos ni descubiertos, ni recorridos. Hemos encontrados nuevos itinerarios educativos, y los vamos a aprovechar.
Hemos “rejuvenecido” o reinventado nuestros estudios sobre nuestra tarea docente, sobre el conocimiento y su construcción social, que no somos transmisores de información de datos para memorizar, “que el saber da el poder”, que nuestra pedagogía es liberadora, provocadora de cultivar un pensamiento crítico, con una educación no-autoritaria, ni manipuladora, ni “directivista”, … nos hemos reinventado y actualizado ante el desafío abierto a los modelos pedagógicos existentes -que Freire consideraba como educación bancaria- que trata (o trataba) el proceso de aprender a aprender como hechos aislados, ahistóricos que debían ser simplemente depositados en las mentes de los estudiantes, del mismo modo en que un banquero deposita fondos en su cuenta. Cf EL PAPEL DEL EDUCADOR EN EL PENSAMIENTO DE PAULO FREIRE
Tanto para nosotros como profesores, como para nuestros estudiantes, el aprendizaje digital, online o a distancia sabemos que solo es una alternativa a las clases presenciales, con el aprendizaje de nuevas herramientas, que nos ofrecen nuevas rutas de aprendizaje y nos permiten escoger cuál utilizar. Esta etapa pre regreso a las clases semipresenciales o presenciales – con todas las seguridades sanitarias- es una experiencia de eLearning de alta calidad.
Aunque sabemos que algunas herramientas, de las que hemos utilizado, carecen de algunas funciones de interactividad pedagógicas, nuestro entusiasmo y creatividad nos han permitido lograr que permanezcamos conectados y colaborando en un entorno en línea en tiempo real, y también nos ha hecho caer en la cuenta de la lamentable “brecha digital” -en tantos lugares- para optimizar y hacer totalmente inclusiva la participación en las clases a distancia. César Bona: Hay miles y miles de niños y niñas que no tienen acceso a internet
El cuánto hemos ganado con la crisis del cierre de nuestras escuelas a causa del Covid 19, qué hemos aprendido los tres actores del proceso enseñanza – aprendizaje, desde la “incertidumbre” como búsqueda -planteada por el escritor colombiano Gabriel García Márquez-, y qué preguntas han surgido en medio de esta “catástrofe educativa” a nivel mundial, nos transmite el profesor Francesco Tonucci en esta charla de TEDxCÓRDOBA, que les invitamos a visualizar.
La UNICEF nos dice que somos más de 63 millones de profesores hemos tenido que responder con creatividad, entusiasmo y con una enorme capacidad de reinvención y actualización -como quizá nunca nos habíamos imaginado- al desafío del cierre de nuestras escuelas, y a mantenernos fieles s nuestra tarea docente en la incertidumbre de cuándo volveríamos (o volveremos) a las aulas. Ahora estamos seguros que “no hay tiempo para la indiferencia. No nos podemos lavar las manos con la distancia, con la prescindencia, con el menosprecio, la autosuficiencia, … sumamos y aprendemos unos de otros, o seguiremos “inventando la pólvora” “. (cf Papa Francisco 04/02/2021).
Cada país ha logrado responder a los cambios educativos que originó la pandemia del Covid 19, de la mano de sus profesores, y que ha evidenciado la importancia de la tarea docente en el proceso de enseñanza – aprendizaje, como “una de las fuerzas claves más sólidas e influyentes con miras a garantizar la equidad, el acceso y la calidad de la educación, para el desarrollo mundial sostenible. Sin embargo, como nos dice el profesor José Antonio Marina, no tenemos que confundir innovación con ocurrencias improvisadas, lo importante es “diseñar nuevos modos de integrar las tecnologías en las aulas”, en los cuales los profesores tienen mucho que aportar. José Antonio Marina: Este año académico tiene que ser peculiar, flexible, un ejemplo del «adaptative learning»
La tarea docente y su influencia en el desarrollo de la civilización y el progreso de los pueblos, ya no puede dejarse para después. La actuación de los profesores son el punto de partida para renovar y actualizar el camino educativo recorrido. Estamos urgidos a trabajar con entusiasmo, emoción y pasión para conseguir con las nuevas TIC, las clases híbridas y la inteligencia artificial, que nuestros estudiantes sigan aprendiendo a aprender en una nueva realidad educativa, que mire al futuro del Siglo XXI.
Sabemos, como sostiene el profesor Francesco Tonucci, que debemos plantearnos la pregunta correcta, para lograr un proceso educativo que motive, consolide y desarrolle el necesario pensamiento crítico (según la edad) en nuestros estudiantes, y que sean los padres de familia quienes también se actualicen, como lo han hecho hasta hoy (muchos de ellos) para apoyar la educación de aprender en casa, porque esa ha sido la experiencia primera de la educación a distancia: remar en la misma dirección los profesores y los padres de familia. Ahora necesitamos consolidar esa experiencia y ese trabajo, en equipo en el marco de una nueva normalidad educativa, que “nada quede para después, que ninguna obra o implementación quede a medio terminar”, porque la propuesta viene ahora de abajo hacia arriba. La educación pos pandemia por medio de la nueva normalidad educativa (Parte I)
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En la tarea educativa, los profesores, en medio de esta emergencia educativa a causa del Covid 19, hemos evidenciado que seguimos siendo los guardianes privilegiados para defender las nuevas fronteras de la educación, y seguir creyendo en la utopía de la educación que sueña hacer realidad el derecho humano fundamental que está indisolublemente ligado a la Declaración Universal de Derechos Humanos y a muchos otros instrumentos internacionales, que permitan realizar la Agenda Mundial Educación 2030. Los 17 objetivos de desarrollo sostenible, de la agenda 2030, explicados con las canciones de Disney
Ahora sabemos que la tecnología y los recursos digitales que hemos usado, no solo pueden cambiar los métodos de enseñanza y aprendizaje, sino también mejorar nuestra tarea docente de impartir conocimientos, que permiten despertar en nuestros estudiantes el aprender de las experiencias de otros y descubrir su capacidad de ser cocreadores de otros conocimientos.
La tarea docente pos pandemia, poscovid o cuando llegue la nueva normalidad educativa, -como la llaman entre otras denominaciones-, la tenemos que afrontar evaluando el camino recorrido, reinventando y mejorando las metodologías usadas, revisando las herramientas que nos sirvieron y el itinerario pedagógico recorrido tanto por nosotros, como por otros profesores.
La experiencia de la educación online nos ha pulido en la tarea docente de ser acompañantes, asesores, mentores y evaluadores de sus tareas. De manera que, al entrar en la fase de regreso a las aulas y las clases semipresenciales o presenciales, será esencial que los profesores y padres de familia reflexionemos juntos sobre la tarea que hemos realizado cada uno, y reaccionar con eficacia y eficiencia ante un futuro que dependerá de la previsión, la disposición y la preparación de los actores directos del proceso enseñanza – aprendizaje.
REDACCIÓN WEB DEL MAESTRO CMF
MuCHOS COMPAÑEROS PROFESORES LO ESTÁN PASANDO MUY MAL CON EL TELETRABAJO. lAS CLASES HAY QUE PREPARLAS MUCHO MÁS, LO QUE SUPONE MUCHO MÁS ESTRÉS.
lOS NIÑOS, AUNQUE APARENTEMENTE DIGAN QUE ESTÁN CONTENTOS DE ESTAR EN CASA, QUIEREN ESTAR CON SUS AMIGOS Y SALIR DE CASA. sE ESTÁN DANDO MUCHOS CASOS DE AUTOLESIONES EN ADOLESCENTES Y CASOS DE DEPRESIÓN MUY TEMPRANA.
lAS CLASES EN REMOTO TENDRÍAN DEBERÍAN ESTAR PROHIBIDAS. eL CONFINAMIENTO DE NIÑOS SIN COLEGIO TAMBIÉN