Maestros al servicio de la educación

¿Tiene usted, como profesor, una inteligencia emocional desarrollada? Cuatro indicadores de su posesión o carencia

El rol y la imagen del maestro “fue hace tiempo fuente de autoridad y el docente estaba investido así de una autoridad instituida, pero actualmente, el rol del docente es cuestionado y así también su autoridad. Es así que los docentes, deben ahora demostrar idoneidad y justificar su autoridad, necesitan hablar, explicar, y hasta negociar para obtener la atención de su grupo”.

[…] A diario deben enfrentar situaciones de tensión que influyen no sólo en él mismo, en su relación con sus colegas y alumnos, con los padres de familia y su propia familia, sino que afectan su transmisión de conocimientos.

LA EDUCACIÓN EMOCIONAL EN EL DOCENTE (01´56”)

La tarea docente, no se limita a conocimientos y documentos, sino que también se sostiene en las competencias de naturaleza emocional, como la escucha, la gestión de conflictos, la empatía, la capacidad de comunicarse tanto entre colegas como con los padres de familia y los estudiantes, que es la correcta gestión de las emociones, y la comprensión de las emociones de los demás. Los que estamos en el mundo de la escuela, de la enseñanza y del aprendizaje, sabemos (más con la experiencia, que por la preparación), lo importante que es manejar nuestras relaciones interpersonales, nuestros sentimientos, nuestros afectos… nuestras emociones. Los profesores (en general) están “sometidos a grandes dosis de agotamiento, experimentan una sensación de poca valoración como profesionales, trabajan con muchos niños, tienen horarios extensos y deben relacionarse con alumnos de diferentes entornos, no todos positivos. Es un reto grande, pero la docencia es una carrera de servicio, retadora” (Rosario Jiménez).

Hoy, los profesores, nos enfrentamos a una tendencia social (en unos lugares más que en otros) a confundir fácilmente lo superficial con lo esencial, a disfrutar el momento sin consecuencias, la indiferencia o “tolerancia” a “libertinajes”, el hedonismo como la búsqueda del placer y el bienestar en todos los ambientes, la exaltación de conseguir los deseos con el menor esfuerzo y/o sacrificio, la pérdida del compromiso social, … la pérdida de la significatividad de cualquier actividad. Nos encontramos con la “superficialidad emocional”, adquiriendo conocimientos sin conexión con los afectos, y que, por lo tanto, se olvidan fácilmente. El pedagogo, psicólogo y filósofo estadounidense John Dewey ya nos dijo que “la vida primaria de la memoria es emotiva más bien que intelectual y práctica”.

Artículo relacionado: LA AUTORIDAD, EL RESPETO Y LA OBEDIENCIA EN LA CASA Y EN LA ESCUELA (I PARTE).

El ejercicio docente, que parte de una buena formación inicial, nos exige ser conscientes de nuestras emociones y desarrollar las competencias emocionales, para tener las habilidades y capacidades que una persona necesita movilizar para hacer frente a un entorno educativo de cambio, para consolidar su identidad, adaptarse mejor y reforzar su sentimiento de eficacia personal y confianza en sí mismo. La alta competencia emocional del profesor le permitirá guiar a sus estudiantes con un liderazgo que se caracterice por la ética, el acompañamiento, la pedagogía, la solidaridad, la empatía, el trabajo en equipo, … ”Más allá de los saberes y del saber hacer como contenido de capital humano del docente, son las competencias emocionales, sociales y personales, las que constituyen el capital esencial en la actividad del educador, imprescindibles en la actualidad para trabajar en profesiones donde están presentes las emociones y las interacciones humanas”.

Les sugerimos leer este interesante, amplio y muy sustentado artículo: LA IMPORTANCIA DE LAS EMOCIONES EN LA EDUCACIÓN.

Cuanto más comprendamos, gestionemos, expresemos y gestionemos las emociones, mejor será nuestra salud mental y comportamiento social. “Las reacciones emocionales son automáticas porque se producen como respuesta a un estímulo, en el menor tiempo posible. Cuando las personas toman conciencia de sus emociones, es decir son conscientes de una determinada reacción emocional, afloran los sentimientos. Son estos los que nos hacen reflexivos sobre lo que ocurre, y el ser humano logra conductas más flexibles frente a las situaciones emocionales diversas”. Con inteligencia emocional [IE] el profesor “tiene más posibilidades de despertar el gusto por aprender entre sus alumnos, a la par de crear el ambiente ideal para lograrlo, razón por la cual entrenar esta destreza se ha vuelto fundamental para el éxito en las aulas”.

LOS ESTUDIANTES SABEN QUE TODA LA INFORMACIÓN NO ESTÁ EN EL DOCENTE, TAMBIÉN ESTÁ EN GOOGLE.

La Inteligencia Emocional (IE) como competencia cognitiva se puede mejorar, trabajar y desarrollar a lo largo de toda la vida, pero para ejercer la tarea docente es una necesidad “sine qua non” (“sin la cual no”) es mejor obtenerse de ingresar a un aula, de participar en una comunidad educativa, de aspirar a ser profesor (… Y esto va también para las autoridades que conceden (o firman) títulos de profesor, licenciados, doctores, … en Educación), …  La insuficiente inteligencia emocional (IE), podría provocar el empezar a “rumiar” sobre su incertidumbre laboral, “comenzando una espiral de desesperanza, constante preocupación hasta caer en una depresión” (Beth Daley).

Artículo relacionado: AFABILIDAD E INTELIGENCIA EMOCIONAL EN LOS DOCENTES

CUATRO INDICADORES: ¿SOMOS O NO EMOCIONALMENTE INTELIGENTES?

1. PENSAR EN SUS REACCIONES

Ante determinadas circunstancias, como por ejemplo una discrepancia que termina en una discusión, la IE puede marcar la diferencia entre distintas reacciones: la buena sería tratar de no tomárselo como algo personal, y la mala sería dejarse llevar por el enfado y terminar faltando el respeto a su interlocutor.

2. VER LAS SITUACIONES COMO UN DESAFÍO

Si somos capaces de reconocer las emociones negativas en nosotros mismos y de ver las situaciones difíciles como un reto –centrándonos en las emociones positivas y perseverando– lo más probable es que tengamos una alta IE.

3. MODIFICAR SUS EMOCIONES

Por supuesto, hay momentos en que las emociones pueden quitarnos lo mejor de nosotros mismos, pero si es una persona emocionalmente inteligente es probable que cuando esto suceda tenga las habilidades necesarias para controlarse.

4. PONERSE EN EL LUGAR DEL OTRO

Si usted es capaz de extender estas habilidades más allá de su propio funcionamiento personal, entonces esa es otra señal de que tiene altos niveles de inteligencia emocional.

Les sugerimos leer la explicación de estos cuatro indicadores en el artículo completo de Beth Daley, en THE CONVERSATION, con el título traducido al español: CUATRO SIGNOS DE QUE TIENES ALTA INTELIGENCIA EMOCIONAL.

Consideramos que es necesario buscar, en esos esquivos momentos que pueden aparecer en nuestra recargada agenda laboral, un espacio apar nuestra actualización y formación permanente. Si queremos “estar donde queremos estar, haciendo lo que queremos hacer y de la mejor forma posible”, profundicemos más en el tema de la importancia de las emociones, y la Inteligencia Emocional (IE), la gestión y la expresión de nuestras emociones, su incidencia en muestro desempeño laboral; y cómo las competencias emocionales son fundamentales para el desempeño docente, desempeñar cargos de gestión y liderazgo. Además, no nos olvidemos de insistir en “la labor preventiva que tiene la educación emocional en el ambiente escolar, para prevenir de conductas disfuncionales y promover tendencias constructivas” (cf Laura Marconi), tanto en nosotros como en nuestro ambiente escolar.

Rosario Jiménez, especialista en competencias emocionales nos dice que “mientras nos conozcamos más y aprendamos a regular nuestras emociones, podremos tener una perspectiva diferente de la vida. Si hago las cosas diferentes, también serviré de modelo para los pequeños dentro del aula. Todos aprendemos el cómo hacer las cosas a través del ejemplo, por eso es fundamental gestionar mejor nuestras emociones”. ATENCIÓN DOCENTES: CÓMO MEJORAR SU INTELIGENCIA EMOCIONAL Y BRILLAR EN LAS AULAS.

“Decimos que los chicos hoy no respetan la autoridad, ¿y nosotros? Que no leen, ¿y nosotros? Que no dejan el celular, ¿y nosotros?” (Liliana González).

REDACCIÓN WEB DEL MAESTRO CMF



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comentarios 2
  1. Buenas noches. Gracias por su mensaje. En nuestras publicaciones tenemos sumo cuidado de poner las fuentes y/o autores de los textos que apoyan el tema. Le agradeceríamos mucho tenga la amabilidad de indicarnos nuestro error para corregirlo inmediatamente. El respeto de los derechos de autor son una forma de educarse. Gracias por su atención.

  2. Hola, vi que parte de este artículo está tomada textual de un paper de otra persona. Tendrían que aclarar la fuente!

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