El doctor en Psicología por la Universidad de Deusto y licenciado en Neuropsicología por el Hospital Johns Hopkins de Baltimore, Álvaro Bilbao (Bilbao, 1976), declara que se formó en Programación Neurolingüística y en Disciplina Positiva, -que él llama comunicación y educación positiva-, y que le ha ayudado conectar mejor con sus hijos. Experiencia y conocimientos que ahora comparte con padres y educadores, a través de sus libros y conferencias, para entender mejor a los niños (estudiantes), comprender su llanto y a “resolver conflictos de forma positiva o a fortalecer su autoestima. Ayudarles, en definitiva, a conectar de una forma especial y construir una relación sana”. Cf Soy Álvaro Bilbao y esta es mi historia
Tristan Harris, pensador de diseño, filósofo y emprendedor, con una licenciatura en informática de la Universidad de Stanford (USA), nos expone en el siguiente video, que compartimos por motivos únicamente educativos, (a pesar de no ser tan corto), algunas nociones que podrían ayudarnos a entender mejor la relación entre la atención, los dispositivos digitales y la manipulación que se esconde en las redes sociales,
LA BATALLA POR LA ATENCIÓN DIGITAL (16´ 34”)
En el año 2017, el doctor Bilbao escribió en El País (España) que “desde hace años vivimos un auténtico auge de un diagnóstico que provoca sufrimiento entre los más pequeños: el trastorno por déficit de atención (TDA). […] Los factores que han provocado esta alza son muchos y complejos. [Entre ellos, el que] los padres pasan menos tiempo con los hijos y esto parece interferir en el desarrollo de habilidades como el autocontrol o la capacidad para sobrellevar la frustración. Los colegios tienen menos paciencia con los alumnos difíciles o que no están tan motivados para aprender, en muchos casos presionados por los resultados académicos de la escuela en su conjunto”. Además, también tenemos “la intrusión de las nuevas tecnologías” que nos está haciendo que eduquemos “niños menos pacientes, menos atentos y con menor capacidad de esfuerzo”. Cf Quítale el móvil al niño
Dominar la atención y ser capaz de eliminar otros estímulos que intentan distraernos es una habilidad.
La atención es la función base para el desarrollo de otras funciones cognitivas y, en general, del aprendizaje, como lo afirma el profesor Francisco Mora: “aprendemos a aprender y a memorizar porque la supervivencia depende de eso. El cambio a mejor del cerebro, lo que se llama plasticidad, está en que lo que aprendes y memorizas. Eso cambia la estructura anatómica de las neuronas y de sus conexiones. [Y] el TDAH o Trastorno por Déficit de Atención [TDA] e Hiperactividad es un síndrome muy mal diagnosticado en el sentido de que se confunde con otros síndromes como el de Tourette, el de desobediencia a la autoridad… Francisco Mora: el TDAH es un síndrome muy mal diagnosticado en el sentido de que se confunde con otros síndromes
Como padres de familia y profesores es muy importante recordar que la educación no nos prepara para una tarea específica sino para la vida misma, con el objetivo de optar responsablemente y vivirla lo mejor que podamos. Y es la capacidad de atención la puerta que nos permite pasar de la información al aprendizaje, concentrándonos en los estímulos relevantes y dejar de lado los distractores, mediante el conjunto de mecanismos que nuestro cerebro utiliza para seleccionar información, canalizarla, memorizarla y profundizarla. “La atención siempre está en alguna parte, nunca se apaga del todo”. (Sara Sanz Blasco). Y el Doctor Bilbao afirma que “la atención es la ventana a través de la cual el cerebro se asoma al mundo que le rodea. Cuando el niño nace, apenas es capaz de dirigir su interés hacia el mundo exterior”, y con el pasar de los años todos comenzamos “a desarrollar una habilidad tremendamente compleja, que es la de controlar la propia atención y dirigirla no sólo a aquellos estímulos que se mueven, sino también a aquellos que están más quietos los que son más aburridos. Dominar la atención y ser capaz de eliminar otros estímulos que intentan distraernos es una habilidad que ofrece múltiples ventajas. Nos permite concentrarnos en lo que realmente queremos o deseamos, detectar detalles y matices que otros pasan por alto, aprender idiomas con más facilidad, persistir en nuestras metas hasta alcanzarlas o reducir los niveles de estrés. En los tiempos que corren tener una buena capacidad de atención y concentración es uno de los regalos más importantes que podemos dejar a nuestros hijos”.
Una buena capacidad de atención y concentración es uno de los regalos más importantes.
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Si bien existen factores genéticos que predisponen al trastorno del déficit de atención, también nos encontramos con muchos factores propios del entorno familiar, escolar y social, como padres menos pacientes y que no comunican autocontrol, tener pocas horas de sueño, mala alimentación, falta de ejercicio físico y el uso abusivo de los dispositivos electrónicos. “Con frecuencia todos estos factores se combinan -afirma el doctor Bilbao- y nos encontramos al niño que no ha dormido lo suficiente o que no ha salido a jugar al parque en toda la mañana y por lo tanto no puede ejercer suficiente autocontrol, […] lo que pocas veces piensan [los padres de familia] es que si en ese momento le ayudaran a estar tranquilos, renunciando a su propia necesidad de desconectar, hablando o jugando con él, poco a poco el niño tendría más paciencia, autocontrol y menos dependencia de dispositivos electrónicos para estar entretenido. Son tantas las ocasiones para ayudar a nuestros hijos a dominar el difícil arte de ser pacientes […]”.
“No es que los niños de hoy sean distintos de los de hace años. Es que duermen menos, es que juegan menos en el parque y es que en muchos casos son educados en una sociedad que va demasiado deprisa para educar despacio. Si a eso le sumamos que muchos de ellos deslizan su atención sobre la pantalla del móvil desde que son muy pequeños y que sus padres necesitan aprender a poner límites y normas de sentido común nos vamos a encontrar (como ya nos estamos encontrando) con adolescentes estresados, con baja tolerancia a la frustración y con unos niveles muy pobres de atención y concentración. […] Muchos padres todavía piensan que el hecho de que su hijo deslice el dedo por la pantalla con gran rapidez es indicativo de que tiene una gran inteligencia cuando todos los estudios demuestran que el uso prematuro de estos dispositivos no contribuye al desarrollo intelectual y sí hace a los niños más propensos a tener trastornos en el control de los impulsos, mayores dificultades para concentrarse e incluso está correlacionado con mayores índices de depresión infantil”.
Hoy tenemos muchos factores ambientales que precipitan que los niños tengan mayores dificultades para concentrarse.
Si bien el doctor Bilbao analiza los problemas del déficit de atención y el uso de los dispositivos digitales, dirigiéndose principalmente a los padres de familia, como profesores tenemos la oportunidad de aprovechar este aporte, para actualizarnos en un tema sobre el que algunos países -desde hace unos cinco años- están tomando medidas muy importantes en sus sistemas educativos. Y cuanto más leamos y escuchemos las experiencias de otros sistemas educativos, estaremos mejor preparados para ayudar a nuestros estudiantes a desarrollar la capacidad de prestar atención sin la necesidad de manipular el móvil, el celular, smartphone o la tableta con soluciones creativas, que destierren el aburrimiento, el caer fácilmente en los distractores tecnológicos, … y enseñándoles a tener más paciencia y autocontrol; a valorar su libertad y la importancia de su responsabilidad; y saber dirigir su atención a los objetivos deseados, como capacidades personales que conviene comprender, aprender y saber manejar libre y voluntariamente cuando se trata de aprender. Permítannos recomendar leer esta publicación: Cómo usar en la Educación, los dispositivos digitales personales de manera disciplinada, ética, responsable, saludable y eficaz
El profesor Radima Fernando, opina que la nueva tecnología aplicada a la Educación mejora la experiencia de aprendizaje con los recursos digitales con la Inteligencia Artificial (IA), la robótica o la realidad virtual, pero necesita la cercanía, ayuda y orientación de los educadores, pues es fácil perderse con los distractores tecnológicos digitales. “A nivel docente cada día se nos ofrecen más Apps para transmitir nuestras lecciones de forma mucho más realista, consiguiendo involucrar más a los estudiantes en su educación, dándoles más autonomía para encontrar su propia ruta de aprendizaje, desarrollar más sus habilidades digitales y sobre todo orientarlos en la formación ética del uso de la TIC”. Y Bill Gates nos recuerda que «la tecnología es solo una herramienta. Para conseguir que los niños trabajen juntos y motivarles, el profesor es lo más importante». Randima Fernando: La tecnología termina cambiándonos y, efectivamente, degradándonos
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“Cuando el niño juega con un dispositivo no está activando las zonas del cerebro que tienen que ver con el lenguaje sino con el movimiento de la mano y la visión. [Y] es positivo enseñar programación, el tema de robótica, porque sí estamos enseñando a los niños ese lenguaje y estamos ayudándoles a pensar en otro idioma distinto”. Pero esta tecnología digital también puede jugar en contra, cuando tratan de imitar todo lo que ven en los padres. “Cuanto más tiempo pasan los padres delante del iPad es más fácil que el niño intente jugar con esa tecnología. También lo demandan mucho porque sus amigos lo tienen y porque es un estímulo muy interesante para ellos”. Por eso, es importante saber un poco más como ayudarles a desarrollar una atención responsable y libre. Y para ello se nos propone la disciplina positiva, beneficiosa tanto para los estudiantes, como para los educadores. ¿Le interesa? ¿Dispone de algún tiempo? Le sugerimos esta publicación. Álvaro Bilbao: Es importante que los niños pasen los seis primeros años de su vida sin tecnología
Crecer sin toquetear el móvil le ayudará a desarrollar la capacidad de prestar atención.
Y el doctor Bilbao también nos dice que “poner reglas y nomas puede ser difícil y más aún cuando hay pantallas de por medio. […] Es difícil porque el efecto de las pantallas hace que los niños se vuelvan más nerviosos e impulsivos”. Y nos propone la disciplina positiva, pues para conseguir orden, paz y tranquilidad, y sobre todo obediencia libre, no solo es necesario no gritar, ni castigar, ni reprochar, ni recriminar o usar de etiquetas, sino también es importante recordar que:
- No hay que poner toda la confianza en nuestra propia capacidad de ser pacientes. Resulta mucho más sensato aprender estrategias prácticas para resolver conflictos y actuar antes de que esa última gota derrame el vaso de agua.
- Es esencial el formalizar normas y límites para ayudar al niño a sentir confianza y seguridad, para saber cómo actuar.
- El desarrollo de la atención es un proceso que no tiene cambios radicales y con resultados inmediatos.
- A veces no actuar es la mejor forma de actuar. Ellos tienen la capacidad de que aprender de sus errores o resolver situaciones por sí mismos.
- No es malo el ponerse serios o mostrar desaprobación, y no hay nada malo en ello si lo hacemos con expresiones tan claras. Cf Los 6 errores de los padres que quieren educar en positivo
Buena parte de este artículo ha sido extraído (textualmente), por motivos únicamente educativos y de formación permanente, de la publicación del Dr. Álvaro Bilbao, razón por la cual hemos tomado una de afirmaciones como título. Le sugerimos leer su publicación original en este enlace QUÍTALE EL MÓVIL AL NIÑO
Los profesores en la escuela y padres en los hogares, debemos hacer también un esfuerzo de aprender a enseñar con el ejemplo, sobre el uso prudencial e inteligente de los recursos tecnológicos digitales, para que los niños y jóvenes tengan buenos referentes y orientadores preparados para desarrollar un criterio mínimo de prevención frente al riesgo de encontrar contenidos erróneos, falsos e, incluso, fraudulentos, que “atrapen” o “secuestren” su atención. Estamos frente al desafío de responder al reto de “encontrarnos con estudiantes que vienen manejando con mucha destreza los recursos tecnológicos, y ahora necesitamos ayudarlos a saber usarlos en su proceso de aprendizaje”. (Francisco Mora)
“Adueñándose de nuestra atención, la tecnología entorpece nuestras relaciones.”
(Daniel Goleman)
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