Andrés González: La mayor parte de comportamientos violentos que vemos, llegan desde la frustración

Andrés González Bellido, psicopedagogo y catedrático de orientación educativa, se ha dedicado al 100% a extender un programa llamado TEI (Tutoría entre iguales), “en el que los alumnos se convierten en los tutores de los que están dos cursos por debajo para guiarles y ayudarles si tienen algún problema, previniendo casos de bullying. La eficacia de este programa ha sido recientemente reconocida por la prestigiosa revista científica International Journal of Environmental Research and Public Health, que recoge un estudio de la Universidad de Alicante (España), que constata una reducción del ciberbullyng de un 39% y una disminución los síntomas de depresión de un 40%”. Para más información les sugerimos consultar en este enlace: PROGRAMA TEI.

Como experiencia tenemos la opinión del Director del Colegio Jesús Sacramentado de Tacuarembó (Uruguay), Salvador Rovira, quien sostiene que, “si bien inicialmente se creía que los grandes beneficiarios del programa serían los tutorizados, el tiempo ha demostrado que sobre todo lo son los tutores, por la responsabilidad que asumen, y especialmente los de más bajas competencias, por el hecho de recibir la misma confianza que el resto”. Sin embargo, después de su aplicación se presenta el fenómeno de la relajación: “Las cosas se empiezan siempre con mucha ilusión, pero hemos observado que con el paso del tiempo y la renovación del profesorado hace falta que las direcciones transmitan muy bien a los nuevos profesores que el TEI es una parte vital del proyecto de centro, porque en caso contrario su aplicación se puede convertir en rutina, y eso repercutiría negativamente en su impacto”. TUTORÍA ENTRE IGUALES: 15 AÑOS, MIL ESCUELAS Y UN MILLÓN DE ALUMNOS.

De la misma manera se ha iniciado la formación e implementación “en colegios de países como Chile, Colombia, Ecuador o México; y está a punto de firmarse un convenio con la Universidad Estatal de San Petersburgo para la formación e implementación del programa en Rusia”.

La doctora Natalia Albaladejo Blázquez, una de las autoras del estudio, opina que “el programa TEI ha demostrado tener un efecto positivo en los jóvenes. Por un lado, reduce de manera significativa la participación de los jóvenes en situaciones de violencia escolar o cyberbullying; y, por otro lado, mejora de manera significativa sus competencias sociales y personales, tales como la autoestima, las habilidades sociales, la asertividad o la empatía. Todo esto repercute positivamente en la calidad de vida de los jóvenes que han participado en el programa TEI, que muestran un mayor bienestar físico y emocional, sienten más apoyo social de sus iguales y satisfacción con la vida”.

Les invitamos a visualizar, por motivos únicamente educativos, la entrevista colgada en YouTube por TELE AGÜIMES.

ENTREVISTA A ANDRÉS GONZÁLEZ BELLIDO (07´41”)

EL PROGRAMA TEI

“El TEI es un programa de tutorización emocional entre iguales, es un programa de convivencia para prevenir el acoso escolar y la violencia. […] El alumno mayor es un referente para el pequeño. La incidencia y la comunicación de los alumnos con otros alumnos son de aproximadamente un 80%. Con el profesor y la familia, sin embargo, no llega al 15%. Es decir, el pequeño es capaz de decirle a un compañero mayor lo que le pasa, porque lo ve como un igual. […] El objetivo es que en una clase no haya solo dos ojos que miran, los del profesor, sino que haya 50 mirando y actuando. Los grandes protagonistas son los alumnos. Pero el alumno no es el único protagonista del programa.

De hecho, el TEI es un programa de convivencia institucional que implica a toda la comunidad educativa”.

Para Andrés González, los niños ven situaciones que los mayores no ven “y las hacen visibles a la primera gracias a las charlas de sensibilización que reciben para que sean sensibles a las situaciones de acoso. Pero no solo eso, los niños son muy ególatras, parten de sí mismos, pero a través del programa, de la tutorización, también se fomenta mucho la habilidad social, que a veces no la practicamos”. El programa permite “poner freno a lo que denomina como “agresiones de perfil bajo”, esos insultos ya normalizados y a los que los estudiantes están casi habituados”.

El TEI ayuda mucho a ver esas actitudes, palabras, bromas, gestos, … que “acaban generando un ambiente en el cual una agresión mayor es tolerada. Así que se trata de no tolerar ningún tipo de violencia”. El ambiente de convivencia escolar cambia desde las propuestas de los mismos estudiantes y de los padres “porque la mejor respuesta a la violencia no es más violencia, sino buscar ayuda para encontrar una solución”, Sin embargo, “este no puede aplicarse de forma generalizada en todos los colegios. “Lo tienen que pedir los centros. Hay que hacerlo cuando estén preparados para ello, porque de lo contrario no tiene sentido”.

Carlos Urio Ruiz del Colegio Alazne de Barakaldo, Bizkaia, (España), afirma que si bien en el 2017 implantaron en el programa Kiva contra el acoso escolar, diseñado en la Universidad finlandesa de Turku, han visto oportuno cambiar porque “El Kiva plantea cómo resolver situaciones de acoso mientras que el TEI es preventivo. No es un ‘vamos a resolver lo que ha pasado’, sino un ‘vamos a hacer que no aparezca’”. TEI, EL EXITOSO PROGRAMA ESPAÑOL DE PREVENCIÓN DEL ‘BULLYING’.

SI desea puede encontrar aquí la SÍNTESIS DEL PROGRAMA TEI.

Por motivos únicamente educativos compartimos, partes de la entrevista que hiciera Víctor Saura al Profesor González, y que fue publicada por Diario de la Educación, como una invitación a leer el dialogo completo en el enlace que indicamos al final del presente artículo.

VÍCTOR SAURA: ¿Hay que intervenir al primer insulto?

ANDRÉS GONZÁLEZ:Los insultos forman parte del paisaje social, y en la escuela muchas veces no se interviene porque la gente considera que son normales. Pero los insultos hacen daño, mucho daño, y si no pregúntale a un niño que está gordito si le gusta que le llamen elefante. Eso que los alumnos quizá ven como un juego tiene que dejar de serlo. En el momento en que aplicas el TEI el grupo no sólo sabe qué hace daño, sino que sabe la cantidad de daño que hace. Por eso este paisaje social se tiene que cambiar desde la perspectiva del alumno, pero también la del profesorado. Si consideras inaceptable la violencia de baja intensidad y la cambias, estás cambiando también la de alta intensidad. Pero para eso hace falta una intervención que no sea flor de un día”.

VÍCTOR SAURA: ¿Qué quiere decir?

ANDRÉS GONZÁLEZ: “Que viene un agente de policía o cualquier experto, imparte una charla y ya está. Eso es limpiar conciencias y con todos mis respetos no sirve para nada. Muchas veces lo que provoca es un proceso de vacunación. La administración del centro considera que ya se ha hecho un proceso de sensibilización y se desentiende. Así no hay que hacerlo. La intervención tiene que ser sistemática e integral, y el objetivo no tiene que ser sobre una situación de violencia sino sobre un cambio de mirada del centro educativo como institución. El objetivo no es intervenir sobre las personas sino intervenir sobre la comunidad”.

VÍCTOR SAURA: ¿Por qué los tutores siempre tienen dos años de diferencia respecto a los tutorizados?

ANDRÉS GONZÁLEZ: “Hay que tener en cuenta que el 90% de violencia sistemática, que no tiene por qué ser física, puede ser verbal, se da entre alumnos que son del mismo curso. Nos dimos cuenta que para que se dé una situación de tutorización debe haber diferencias de edad, miramos todo lo que se había estudiado sobre esto a nivel internacional, y vimos que lo mejor era que hubiera dos años de diferencia, porque regulas a aquellos alumnos que han repetido, que todavía son más jóvenes que sus tutores, y también las diferencias de procesos evolutivos. Antes se continuaba con los de segundo y cuarto, y nos dimos cuenta de que no era necesario, que con un año es suficiente. El objetivo es crear un proceso de contextualización para que los alumnos se habitúen; el segundo año se mantienen entre el 70 y el 80% de las tutorías, pero sin el apoyo institucional del centro, a partir de la identidad que han creado entre tutor y tutorizado. Incluso sabemos de alumnos que han mantenido la relación en la universidad. ¡Esto es fantástico!”.

VÍCTOR SAURA: Dice que es el único programa que no deja fuera a nadie. ¿A qué se refiere?

ANDRÉS GONZÁLEZ: “Por ejemplo, la mediación es una estrategia excelente, pero la forma como la hemos llevado a cabo en general ha sido un error. En un grupo de 100 alumnos, ¿cuántos son mediadores? Entre seis y ocho. ¿Y a quién se elige para ser mediador? ¿Cuántas veces este papel lo hace un alumno con necesidades educativas específicas? O sea que podemos caer en un proceso de doble estigmatización. Decimos que la mediación es muy buena, y los grandes beneficiados de la mediación nuevamente son los mediadores y no los mediados, sin duda alguna, por un proceso de crecimiento personal. Por lo tanto, los grandes beneficiados son aquellos que menos lo necesitan.

Afrontémoslo, la mayor parte del grupo, alrededor del 80%, se queda fuera de este proceso, ¡que es muy positivo! Y algunos alumnos directamente pueden sentir que les estás diciendo que no tienen competencias para poder hacerlo. Si los grandes beneficiados son los mediadores, ¿por qué no potenciamos a aquellas personas que más lo necesitan? Esta reflexión no veo que se haga nunca”.

VÍCTOR SAURA: Pensaba que el TEI era para la secundaria y he constatado con sorpresa que también se hace en primaria e infantil.

ANDRÉS GONZÁLEZ: “Sí, a primaria llegó enseguida y en infantil ya llevamos dos años aplicando el programa, en estos momentos debe haber unos 30 centros aplicándolo en infantil. […] Sí, ¡y es una barbaridad! La gente no se da cuenta. Aunque afectara al 0,2% sería un problema, sería inaceptable, pero las cifras actuales son una barbaridad”.

VÍCTOR SAURA: ¿Qué formación reciben los tutores?

ANDRÉS GONZÁLEZ: “Reciben unas tres horas de formación. Pero no hacemos una formación específica y estructurada. No se le dice al alumno cómo tiene que actuar, sino que actúe como considere que tiene que hacer para solucionar el problema. Tienes dos condicionantes: tienes que actuar cada vez que sea necesario y no puedes utilizar la violencia en ningún momento”.

“Y lo que no podemos hacer es tipificar todas las conductas. Por lo tanto, al alumno le estamos diciendo que se encuentra en una autopista de cinco carriles, toma el que consideres adecuado, pero no puedes salirte ni por la derecha ni por la izquierda, es decir ni por la indiferencia ni por la violencia. El único medio es el diálogo y si en algún momento tienes un problema ven a hablar con el coordinador del programa. En la mediación, por ejemplo, se escucha a unos y a otros y se toma una decisión. Eso es cuando ya se ha producido un hecho. En el TEI se interviene cuando se dan los primeros síntomas. Pero hay que ser dinámico.

Un alumno de necesidades educativas especiales tendrá una forma de actuar muy diferente a la del líder social, por lo tanto, tenemos que respetar la forma que cada cual tiene de intervenir”.

VÍCTOR SAURA: ¿Qué incidencia tiene el TEI en las familias?

ANDRÉS GONZÁLEZ: “A las familias se los dice qué es el acoso, qué es el TEI y qué pueden hacer ellas para intervenir, teniendo en cuenta que su hijo o hija puede ser agresor o puede ser víctima. Se le explican los síntomas que presentan los dos, y el proceso de intervención. Hay varios niveles: el individual, sobre tu hijo o hija, el familiar, el educativo y el social. Y al final el jurídico. Lo que no se puede hacer son cosas que vemos que empiezan a hacer algunas familias, que es antes que nada ir a interponer una denuncia, cuando la solución en todos los casos de violencia sistemática se tiene que buscar dentro del centro educativo”.

La entrevista completa la puede Usted leer aquí: ANDRÉS GONZÁLEZ BELLIDO: “TODO EL GRUPO DEBE SABER QUE LLAMAR ‘DUMBO’ A UN COMPAÑERO HACE DAÑO”

“Y lo que estamos trabajando también es la resistencia a la frustración, porque en una sociedad hemos de acercar al niño o al bebé a la realidad social. Han de saber que las cosas no van a ser demasiado fáciles y que requieren esfuerzo: desde estudiar a ir a comprar el pan. Decir que no es una necesidad clarísima en el ámbito educativo y creo que es mucho más importante que decir que sí” (FARO DE VIGO, 01/05/2017)

REDACCIÓN WEB DEL MAESTRO CMF



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