El Profesor Francesco Tonucci fue entrevistado por la periodista María Ayuso para La Nación (Argentina, 21/04/2020), teniendo como tema central el cuestionamiento y los posibles caminos de aprendizaje suscitado por al cambio del espacio del proceso enseñanza – aprendizaje. Tonuucci es un investigador sobre el comportamiento y pensamiento de los niños en los ámbitos educativos, apostando por la escucha, la comprensión y el respeto por los niños. Y qué mejor, que escucharlo frente a la emergencia educativa, en pleno siglo XXI, sobre las oportunidades de construir una educación con los estudiantes. LA VISIÓN EDUCATIVA DE FRANCESCO TONUCCI
Por motivos únicamente educativos, y de formación permanente de padres de familia y profesores, compartimos parte el diálogo del Profesor Tonucci y la periodista María Ayuso, anotando que los textos han sido seleccionados, escritos con cursivas y resaltados con “negritas” por nuestra redacción; por lo que recomendamos leer el artículo completo siguiendo el enlace que indicamos al final.
También compartimos un video, por motivos educativos, colgado en YouTube por Educaión Bogotá, con algunos consejos para los educadores, que amplían la entrevista y las ventajas educativas en este tiempo en que se han cerrado las escuelas.
CONSEJOS DEL PEDAGOGO FRANCESCO TONUCCI PARA EDUCADORES Y PADRES DE FAMILIA EN ESTA CUARENTENA (11´46”)
MARÍA AYUSO: ¿Cuáles considera que son las falencias de la escuela que la cuarentena deja al descubierto?
FRANCESCO TONUCCI: “No es difícil imaginar que cambió todo. Este es el punto de partida. Si cambió todo, la escuela no puede seguir igual que antes. La contradicción que yo encuentro es que la escuela quiere demostrar que se puede seguir como antes y sigue siendo una institución de clases y deberes, donde lo único que se modificó fue el medio: en lugar de ser presencial, se hace de forma virtual. Ahí aparecen preguntas como si se puede estar tantas horas seguidas frente a la pantalla, si todos los niños son capaces de hacer los deberes de esa forma o si tienen la tecnología adecuada para ello. Pero desde mi punto de vista, la pregunta más importante es si es posible hacer lo mismo de siempre, cuando todas las condiciones han cambiado”.
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MARÍA AYUSO: ¿Cómo debería transformarse y adecuarse la educación en este contexto?
FRANCESCO TONUCCI: “[…] Si la escuela estaba contenta y satisfecha acerca de cómo funcionaba, entiendo que buscará seguir igual. Pero, desde mi mirada, ya no funcionaba antes, porque, muchas veces, es una institución que se hace a pesar de los alumnos: todo se decide desde afuera y sin tenerlos en cuenta. Los niños prácticamente no existen, no aparecen en sus preocupaciones. Hay reglamentos, programas, libros de textos y ninguno de estos instrumentos interroga los alumnos preguntándoles qué quieren hacer, cuáles son sus deseos, aptitudes y capacidades. … […]”.
MARÍA AYUSO: ¿De qué forma se aplica en tiempos de aislamiento obligatorio? ¿Cómo aprovechar al máximo esta situación para que los chicos y las chicas puedan seguir aprendiendo?
FRANCESCO TONUCCI: “Mi propuesta puede ser considerada casi banal: si la escuela la tenemos que hacer en casa, aprovechamos la casa. Que el hogar se considere un laboratorio y los padres, asistentes del laboratorio. […] no solo la escuela no funcionaba bien antes, sino que vivía en un conflicto constante con la familia, que siempre está lista para denunciar al colegio. Ahora, la situación es nueva, la escuela se hace en familia, en casa. Es necesario que le pida a los padres que ayuden a los niños y las niñas a comprender y conocer cosas que no conocen, por ejemplo, cómo usar las máquinas que hay en el hogar para vivir experiencias nuevas: poner la ropa a lavar o secar, planchar, coser botones, desmontar un enchufe. […] conocer este mundo que es el de la casa haciendo operaciones que muchas veces los niños no hacen y, cuando empiezan a hacerlas, solo las hacen las niñas porque se consideran tareas femeninas.”
MARÍA AYUSO: ¿Qué otros espacios del hogar pueden ser útiles para aprender nuevas habilidades?
FRANCESCO TONUCCI: “La cocina, por ejemplo, es un laboratorio de química: no hay duda de eso. […] Me gustaría que la escuela le propusiera a los chicos, por ejemplo: “Para mañana, cada uno tiene que preparar una salsa, según la costumbre de cada familia. Luego, hay que compartirla, valorarla entre todos los miembros del hogar y escribir una receta”. […] Otro ejemplo es la historia: los cajones de la casa están llenos de historia […] y, con todo eso, cuando vuelvan a clase pueden hacer un libro con la historia de cada alumno”
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MARÍA AYUSO: Usted suele decir que la escuela no consigue promover el hábito de la lectura en los niños, ¿por qué?
FRANCESCO TONUCCI: “La escuela nunca alcanza a obtener un amor por la lectura y esto es un fracaso que yo denuncio siempre, una gran falta, porque sería el regalo más grande que podría hacer a sus alumnos y alumnas: darles el amor, placer, gusto, la necesidad de la lectura. Pedirles que aprovechen este [tiempo] para leer libros es fundamental: cualquiera, los que encuentren en casa, no importante que sean para adultos siempre que los padres los aprueben. […] Es importante que puedan leerlos no para hacer resúmenes o fichas, sino como regalo, no como un deber. Si quieren, pueden luego compartirlo con los maestros, hacer por ejemplo un debate sobre qué les pareció lo que leyeron”.
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MARÍA AYUSO: Como padres, ¿qué puede hacerse para fomentar ese hábito?
FRANCESCO TONUCCI: “Un hábito especial puede ser la lectura en familia: que todos los días se busque un horario, puede ser media hora, y un rincón de la cosa donde se lea un libro juntos, en voz alta, como si fuera un espectáculo teatral, una telenovela. …] Estoy convencido de que estas son experiencias de gran valor emocional y, por lo tanto, educativo, que puede aprovechar la escuela, porque la buena escuela es la que se construye sobre el mundo de los niños. En este momento, el mundo de los niños es pequeño: su casa. Si se hace esta experiencia y se aprende a implementarla, cuando se termine la cuarentena se puede seguir haciendo una escuela de este tipo sobre el mundo grande: la calle, el barrio, la ciudad. En definitiva, el mundo donde deberían vivir su vida los niños y las niñas, que no es solamente su casa ni su escuela.”
La entrevista completa la puede Usted leer aquí: FRANCESCO TONUCCI: “SI EL VIRUS CAMBIÓ TODO, LA ESCUELA NO PUEDE SEGUIR IGUAL”
“La escuela asume el papel de entidad educativa por antonomasia, amplía su duración y multiplica objetivos y actuaciones. Las familias piden a la escuela que dé más y que compense las deficiencias familiares y sociales. La escuela se convierte es un lugar de sociabilización, de recuperación, de terapia… El profesor no es el saber sino el mediador del saber”.
REDACCIÓN WEB DEL MAESTRO CMF
