En Shanghái, nace en 1936 el futuro Doctor Víctor Chang cuya madre comenzó a desarrollar un cáncer de mama y fue entonces cuando se interesó por la medicina. “En 1951, Víctor Chang emigró a Sydney, atrayéndolo la presencia de su familia en la ciudad. Fue en esta vibrante metrópolis donde dio sus primeros pasos en el campo de la medicina, marcando el inicio de una destacada trayectoria.
Comenzó su formación académica en la Universidad de Sydney y simultáneamente se sumergió en la práctica médica en el Hospital St. Vincent, donde formó la Unidad Nacional de Trasplante Cardíaco, el primer centro de trasplantes de corazón y pulmón de Australia. Trabajó en varios lugares del mundo, pero fue en Australia (1972) donde inició su carrera como cirujano cardiotorácico. (cf CLARÍN).
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La válvula cardíaca artificial
Una de sus contribuciones más importantes a la medicina fue haber desarrollado la válvula cardíaca artificial llamada de San Vicente. Era significativamente más barata que los modelos que se usaban, haciendo posible que fuera adquirido por más personas que requerían su uso para salvar sus vidas, y permitió ser usada por muchos más cirujanos en el mundo.
“El Dr. Chang también realizó con éxito un trasplante de corazón a la paciente australiana más joven, Fiona Coote, en 1984, cuando ella tenía sólo 14 años. La menor recibió un segundo trasplante de corazón dos años después y hoy Fiona es la receptora de trasplante de corazón que más tiempo ha sobrevivido en Australia.
Como testimonio del impacto que tuvieron sus avances médicos, el Dr. Chang fue elegido Australiano del Siglo en los premios People’s Choice Awards en 1999 y recibió el honor más alto de Australia en 1986 como miembro de la Orden de Australia.
Homenaje a un ejemplar profesional
Al Dr. Chang le apasionaba compartir conocimientos y habilidades para mejorar la atención sanitaria mundial.
Es por ello que creó la Fundación Víctor Chang, en 1984, que otorga subvenciones a jóvenes estudiantes de medicina con el fin de llevarlos al Hospital St. Vincent en Sídney para recibir capacitación en cirugía cardíaca avanzada, particularmente trasplante de corazón. También se otorgan subvenciones a programas que exploran la innovación en cirugía cardíaca.
En 1994, se fundó el instituto de investigación que recibió su nombre para honrar su legado y sigue dedicado a encontrar curas, prevención y herramientas de diagnóstico para enfermedades cardiovasculares. A través de estas organizaciones, los avances médicos siguen avanzando y salvando vidas.”
Par su hija Vanessa Chang, su padre tenía una fuerte convicción de que el verdadero éxito en la vida implicaba compartir el conocimiento y la experiencia de uno: «Según él, la clave para el éxito duradero y el reconocimiento de sus esfuerzos era impartir conocimientos, permitiendo a otros continuar el trabajo en su ausencia.
”No tiene ningún beneficio el guardarse el conocimiento para uno mismo.” (Textos tomados con fines educativos de las publicaciones peruanas EL COMERCIO Y ANDINA).
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Legado
Lamentablemente el Doctor Chang fue asesinado a tiros el 4 de julio de 1991 tras un intento de secuestro en Sidney. La noticia conmocionó al país entero y fue condenada como un acto brutal. Sus colegas y pares lo recordaron y lo recuerdan no sólo por su destreza quirúrgica sino también por su amabilidad, tutoría y trabajo humanitario.
Su vida sigue siendo de gran inspiración para nuevas generaciones de profesionales médicos, animándolos a buscar la excelencia y la compasión en su trabajo. Su influencia se extiende mucho más allá del quirófano.
“Su legado se refleja en las vidas que salvó, los estudiantes a los que asesoró y la investigación que continúa en su nombre. Sigue siendo un símbolo de excelencia y humanitarismo en la medicina, una figura cuya historia de vida continúa inspirando e impactando a la sociedad. (Mai Dinh, GOLDSPORT).