Como profesor ¿se ha preguntado porqué en su centro educativo tiene ese horario y esa jornada escolar? ¿ha intervenido Usted en la opción del horario escolar dentro de su jornada laboral?… bueno, mucho también dependerá de si su institución educativa es pública o privada, de su ubicación geográfica o zonal, pero lo que sí se puede decir es que “la única verdad absoluta que hay sobre la conveniencia de implantar en los centros escolares la jornada continua o la partida es… ¡que no hay ninguna verdad absoluta!”, sostiene el profesor Enrique Peidro, en su artículo UN DEBATE INTERMINABLE: ¿CUÁL ES LA MEJOR JORNADA ESCOLAR?, y que le recomendamos su lectura.
También sabemos que respecto a la jornada escolar continua (con salida a casa después de las dos o tres de la tarde) o jornada escolar partida (en la que se hace una parada para comer y los niños vuelven después a clase), las opiniones están divididas. “Es, sin duda, uno de los temas más controvertidos entre los miembros de la comunidad educativa y, enfrenta, en ocasiones, a los trabajadores de la educación con las familias. Los primeros suelen abogar por la jornada continua, mientras que los segundos defienden la jornada partida, y alegan que les permite conciliar mejor la vida profesional con la familiar” (Blog AUCA).
La jornada continua, ha obligado a trasladar las clases de la tarde a la mañana, posponiendo la comida, y nació no como una propuesta pedagógica, sino por la falta de centros educativos, que exigió el tener varios turnos. Y a pesar que con los años, muchos países ya han logrado superar la escasez de colegios, la jornada continua llegó para quedarse. Y se sigue manteniendo, en algunos países, a pesar que algunos pediatras opinan que no es saludable que los estudiantes almuercen por la tarde, pues muchos se levantan casi de madrugada, y “la física no falla y la intuición tampoco. Los niños necesitan los recreos —desconectar— para volver a recuperar la atención. Se cansan más con la jornada continua y aprenden menos, según los escasos datos que existen sobre rendimiento escolar”, sostiene Juan José Ganuza, catedrático de la Universidad Pompeu Fabra (Barcelona, España) ¿Porqué se impone entonces la jornada continua?
En la toma de decisiones sobre las jornadas escolares, parece que las autoridades educativas, casi siempre están ausentes, no se publican estudios, no se hacen evaluaciones, o si se hacen, no se dan a conocer; existe una enorme la improvisación y desinformación del porqué de la duración de las jornadas escolares. A algunos padres les viene mejor recoger por la tarde a sus hijos, otros piensan que no se alimentan bien en la escuela, o pueden ahorrar si comen en casa; incluso algunos profesores difunden las virtudes homeopáticas de la jornada continua, y todos los profesores tienen que “poner en una balanza sus intereses laborales y el bienestar de los niños”. Parece ser que es un experimento fallido, aun cuando se vieron las situaciones económicas de las familias, y no funcionó, pero se mantiene, y no parece ser cuestionado en muchos países.
Puede Usted ampliar sobre este tema, en UN POLÉMICO HORARIO ESCOLAR y en este otro interesante artículo EL DEBATE DE LA JORNADA CONTINUA ESCOLAR: ¿CUÁL ES EL MEJOR HORARIO PARA LOS ALUMNOS?.
Quizá convenga encontrar respuestas socializadas a:
- ¿Influye en el rendimiento escolar la jornada que se lleve?
- ¿Cuál favorece más la concentración y el aprendizaje?
- ¿Cuál permite disponer de más tiempo libre para actividades extraescolares, hacer deberes, jugar o estar con la familia?
- ¿Los maestros pueden dedicar la tarde a atender a las familias y a su formación?
- ¿Cuál de las jornadas provoca menor atención en las clases?
- ¿Debe primar las razones económicas sobre las pedagógicas?
- ¿Se tiene en cuenta las opiniones nutricionales de los estudiantes y de los profesores?
- ¿Cuál favorece más la vida familiar y laboral?, entre otros válidos cuestionamientos, que no deben marginar a ningún agente educativo.
REDACCIÓN WEB DEL MAESTRO CMF
