Maestro: Diez sugerencias, ideas y propuestas para mejorar

Un buen profesor es la base de una educación exitosa y para que esto sea así precisa tener una serie de habilidades personales y profesionales. Porque enseñar no es solo transferir conocimientos, es mucho más, se trata de saber crear las condiciones necesarias para que los alumnos aprendan a pensar y a construir su propio conocimiento sobre mundo que les rodea.

Compartimos  con fines educativos la publicación del Portal Aula Planeta en donde muestran cinco ideas para mejorar en este nuevo año 2021. Le agregamos otros cinco motivos para que en total sean 10 propósitos que debe mejorar.

10 buenos propósitos para el docente del 2021
1. Motivación

En este caso la elección de la motivación tiene un propósito doble. Por un lado, de cara a los alumnos, todos tenemos claro que la motivación tiene un impacto positivo en nuestros alumnos y es por ello por lo que debemos implicarlos en su aprendizaje. La mayoría de actividades en las que se basa el aprendizaje activo tienen en la motivación un componente muy importante para su éxito, por lo que ya tenemos un motivo clave para que no decaigan los ánimos en clase. Así será mucho más fácil que los alumnos participen y que sean permeables a nuevas propuestas metodológicas.

2. Inteligencia emocional

Así, los profesores con inteligencia emocional van a llevar a cabo actividades de estimulación afectiva, expresión regulada de sentimientos positivos y negativos y de creación de ambientes que estimulen el desarrollo de capacidades socio-emocionales y de solución de conflictos interpersonales.

También promoverán la exposición a experiencias que se deben resolver mediante estrategias emocionales y se encargarán de la enseñanza de habilidades empáticas. Es decir, van a fomentar que los alumnos desarrollen su propia inteligencia emocional, fundamental para un adecuado bienestar físico y mental.

3. Reflexión docente

Los buenos propósitos están muy bien para comenzar el año, pero la labor docente no es como querer apuntarse al gimnasio, se trata de un proceso continuado que deberíamos realizar durante todo el año (y ya de paso, durante toda nuestra carrera). La práctica reflexiva sobre la labor docente cobra cada vez más importancia, especialmente, en estos tiempos acelerados en que los cambios sociales, tecnológicos y políticos impactan de lleno en nuestra labor.

4. Comunicar, compartir, innovar

Tal y como explicábamos más arriba parte de nuestra labor debería ser nuestra relación con los compañeros y con el entorno en el que trabajamos: vivimos en comunidad y cada vez tenemos más herramientas para comunicarnos y para aprender los unos de los otros. Las comunidades de práctica son grupos reducidos con un interés y un compromiso en común y que, además, comparten informaciones, reflexiones y prácticas. ¿Os suena de algo? ¡Efectivamente! Encaja perfectamente con un claustro docente. Cada vez más, estas comunidades se erigen como un factor clave para obtener nuevos aprendizajes y reforzar la cohesión del grupo.

5. Metodologías de enseñanza

Las nuevas metodologías de enseñanza están cambiando los entornos educativos en todo el mundo e impulsando mejores resultados académicos de los alumnos. Repasamos algunos de los principales modelos innovadores que han forjado los profesores y que todo docente del siglo XXI debe conocer.

6. Nuevo año, nuevos métodos

Los tres propósitos anteriores nos deberían servir para replantearnos nuestro desempeño, pero también es necesario pasar a la acción, al menos, poco a poco. La resistencia al cambio es algo natural en cualquier profesión, aferrarnos a lo conocido y a lo que controlamos aunque a la larga no sea lo mejor. Desde varios ámbitos (políticos, educativos o sociales) se producen cada vez más llamamientos para situar al docente en el centro de los cambios que deberemos introducir para afrontar el futuro.

7. El reto de las TIC’s

Dentro de los retos a afrontar para el nuevo año, las nuevas tecnologías merecen una especial atención. El proceso de irrupción de las TIC’s se ha convertido en algo exponencial que cambiará nuestras vidas. Para los profesionales de la educación significará cambios para un sector que acostumbra a mostrarse menos permeable que otros a las nuevas tecnologías. No en vano, una clase de hoy en día difiere en muchas cosas de una clase de hace décadas pero no ha sufrido un cambio tan radical como otras profesiones.

8. Humildad

Un buen maestro por más que se esfuerce puede no ser infalible, como cualquier persona puede cometer errores. Ser capaz de reconocerlos, admitirlos y pedir disculpas es una cualidad que siempre jugará a favor del profesor, aumentando la confianza de los niños en él, ya que le verán como lo que es, un ser humano.

9. Actitud positiva

Una actitud positiva te ayudará a saber cómo sobrellevar y actuar frente a diversos problemas que pueden expresar o tener los estudiantes. Los jóvenes a los que enseñes tendrán además de un profesor, un referente a quien acudir en diferentes situaciones. Es importante que mantengas una actitud abierta con ellos para que se sientan apoyados.

10. Aléjese de las actitudes toxicas, chismes y malas intenciones.

No hay como estar tranquilo con uno mismo y en paz con todos, le recomendamos que se concentre en su trabajo, si es posible brindar apoyo a sus colegas pero sin ser parte de chismes y malas intenciones contra terceros.

Este contenido ha sido publicado originalmente por AULA PLANETA en la siguiente dirección: aulaplaneta.com



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