Maestros al servicio de la educación

La belleza del saludo: El trato diario de respeto entre el director y su personal es fundamental

El saludo, por lo general, es la primera muestra de elemental cortesía que ofrecemos cuando se nos presenta a alguien, ingresamos a un lugar, o nos encontramos con un familiar, un amigo o un simple conocido.

Es una costumbre cotidiana y sencilla que a la mayoría se nos ha inculcado desde que teníamos uso de razón, la cual encierra un gran valor para quien lo recibe y una desagradable sensación para quien es ignorado, aunque ante todos, quien niega el saludo es mirado como un individuo altanero y prepotente, que por su rudeza y mala educación se gana la antipatía de la gente.

A continuación compartimos con fines educativos y pastorales la publicación que hizo el blog Protocolo y que nos puede servir de mucha ayuda en nuestro centro de trabajo, institución educativa o en nuestra vida personal.

Saludar en el centro de trabajo

El saludo es importante en todos los ámbitos, pero especialmente importante en el ámbito educativo. Saber saludar es fundamental para establecer un primer contacto agradable y correcto en nuestro trabajo.

En al ámbito laboral el saludo más habitual es darse la mano. Incluso cuando se saluda a una mujer debe optarse por este saludo. Es cada vez más habitual dar uno o dos besos a las mujeres, cosa que es poco apropiada.

Ahora bien, si hay una cierta cercanía -por conocerla de otras reuniones, por ser de un departamento al que acudimos con cierta asiduidad e, incluso, porque es familia o amiga… pero siempre debe mediar bastante confianza- se puede optar por la fórmula de los besos en la mejilla para las mujeres. Pero, recuerde, que no se debe utilizar los besos en la cara como un saludo inicial a una mujer que no conoce.

Los saludos a los compañeros de trabajo

Si es su primer día de trabajo, le deberían presentar a todos sus compañeros de trabajo; por supuesto a los de su oficina nada más. El resto ya los irá conociendo en los días siguientes -si es una gran empresa, sería imposible conocer a todo el personal de la misma en un solo día-.

Mire fijamente a los ojos cuando le presentan y no incline la cabeza hacia el suelo como hace la mayor parte de la gente. No hay que mirar de forma desafiante, pero si de forma segura. Tampoco sea demasiado “flojo” en su saludo al dar la mano. Un apretón de manos, debe ser breve y hacerse con la fuerza justa para demostrar seguridad.

El saludo de cortesía sin dar la mano

Siempre que entre en cualquier despacho, oficina o departamento de la empresa no se le olvide dar los buenos días o las buenas tardes -siempre que lo haga por primera vez, no es necesario hacerlo cada vez que entre, si entra varias veces seguidas al día-. Por supuesto, debe llamar a la puerta antes de entrar en cualquier oficina o despacho.

“El saludo debe ser breve pero con la intensidad suficiente para demostrar seguridad”

saludo
Todas las personas merecen nuestro respeto y consideración, sin importar edad, sexo, raza..

Cuando se va de la oficina, es apropiado despedirse de las personas que se quedan trabajando -despedirse de forma general, no de forma individual-.

Si llega alguna persona conocida nuestra, es correcto presentársela a nuestros compañeros más cercanos que comparten mesa o espacios aledaños al nuestro. Si la visita es para ellos, también deberían hacer lo mismo.

LA BELLEZA DEL SALUDO (Reflexión)

Cuenta una historia que un señor trabajaba en una planta empacadora de carne en Noruega.  Un día terminando su horario de trabajo, fue a uno de los refrigeradores para inspeccionar algo;   se cerró la puerta con el seguro y se quedó atrapado dentro del refrigerador.    Golpeó fuertemente la puerta y empezó a gritar, pero nadie lo escuchaba.   La mayoría de los trabajadores se habían ido a sus casas, y era casi imposible escucharlo por el grosor que tenía esa puerta.

Llevaba cinco horas en el refrigerador al borde de la muerte.

De repente se abrió la puerta.    El guardia de seguridad entro y lo rescató.

Después de esto, le preguntaron al guardia a qué se debe que se le ocurrió abrir ésa puerta sino es parte de su rutina de trabajo ??.    Él explicó:   llevo trabajando en ésta empresa 35 años;   cientos de trabajadores entran a la planta cada día, pero él es el único que me saluda en la mañana y se despide de mi en las tardes.  El resto de los trabajadores me tratan como si fuera invisible.

Hoy me dijo  “ hola ”  a la entrada, pero nunca escuché  – “hasta mañana” –     Yo espero por ese  hola,  buenos días,  y ése  chau o hasta mañana – cada día.    Sabiendo que todavía no se había despedido de mi,  pensé que debía estar en algún lugar del edificio, por lo que lo busqué y lo encontré ”.

El saludo es tan importante como respirar. Es un pilar básico en la educación de las personas. El saludo revela muchos detalles sobre el carácter y la buena formación de una persona. Como decían nuestros mayores: “más vale saludar de más que de menos”.

Simplemente al encontrarse una persona conocida, debe realizar un saludo. No hace falta charlar o pararse, si no lo considera oportuno, pero el saludo es imprescindible; ya sea un vecino, un compañero de trabajo, una persona que le han presentado recientemente, etc. El saludo es un elemento básico de la buena educación.

¿Qué es lo que mejor acompaña a un saludo? Una sonrisa, un gesto agradable. Aunque el saludo sea por pura cortesía o compromiso, debe ir acompañado de un gesto cordial. Las personas amables siempre tienen mejores oportunidades de caer bien a los demás, que las personas que no lo son.

Este contenido ha sido publicado originalmente por Protocolo en la siguiente dirección: protocolo.org



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