La periodista, licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona, Eva Millet Malagarriga (Barcelona, 1968), ha trabajado en Londres para el diario The Guardian y la BBC radio, al convertirse en madre, comenzó a interesarse por asuntos relacionados con la educación, como la “princesización” de las niñas, la importancia de que los hijos ayuden en las tareas del hogar, la prevención del abuso sexual infantil o la hiperpaternidad, y por eso ha usado ciertos adjetivos que no menoscaban la preocupación natural por los hijos, sino que considera que ”el humor, el saberse reírse de uno mismo de vez en cuando, incluso en algo tan serio como es ejercer de padre o madre, es importante”.
Eva Millet, después de publicar Hiperpaternidad, del modelo mueble al modelo altar (Editorial Plataforma); analizó la crianza con una atención obsesiva y extenuante a los hijos, que llamó “helicóptero”, ha publicado cuatro ensayos más sobre crianzas contemporáneas: Hiperniños: hijos perfectos o hipohijos; donde profundiza en las consecuencias de la crianza híper; Niños, adolescentes y ansiedad, y Madres Mamíferas, donde analiza la llamada crianza «natural» o «con apego». Su participación en el proyecto del BBVA y El País: Aprendemos Juntos, -que sugerimos leer-, nos plantea que “en los últimos años esta educación hiper se ha centrado mucho en bombardear de conocimientos a los niños, de experiencias y de muchas materias, […] olvidando una parte clave de la educación, que como me dijo el filósofo y pedagogo José Antonio Marina, es el carácter, las herramientas para implementar esos conocimientos.” La verdadera educación, es la que combina las materias con las habilidades
La crianza es un asunto a largo plazo, no hay recetas inmediatas.
Millet, quien lleva más de 17 años estudiando y escribiendo acerca de temas ligados a crianza en el que el niño es el centro absoluto de la familia, que ahora está tan influenciado por las herramientas digitales: “el WhatsApp o los geolocalizadores, por ejemplo, son herramientas fantásticas para ejercer este estilo de crianza de control absoluto sobre lo que hacen los hijos. […] no propongo volver a la época en la que el padre autoritario asustaba a sus hijos con solo levantar la ceja; pero sí que estaría bien volver a entender la autoridad, que en las familias hay una jerarquía”, declaró para El Comercio (Perú), diario al que le permitió compartir el test que podría ser de utilidad para nuestros padres de familia. Cf “Hay muchas expectativas puestas en lo que hacen los hijos, pues los padres ven en ellos un reflejo de sí mismos”
Por qué sobreproteger a los niños es desprotegerlos (08´ 38”)
Por motivos únicamente educativos y de formación permanente, compartimos de a revista del Grupo Educar, segmentos de una entrevista realizada por Ximena Greene en el que dialogan sobre la hiperpaternidad, la atención excesiva hacia los hijos, la falta de herramientas para su autonomía, la expectativa del perfeccionismo y la sobreestimulación, entre otros temas; de La Voz de Galicia (15/03/2023) socializamos partes de la entrevista de Ana Abelenda en la que precisa qué entiende por desproteger y sobreproteger, frustración y los límites; al final compartimos párrafos del resumen de la redacción de Columna Digital de un artículo Rocío Niebla en El País (06/01/2023); información que le sugerimos leer completas en los enlaces que le indicamos al final de cada parte.
Si un hijo se cae, una sana distancia hará que busquen sus propias respuestas.
Ximena Greene: … ¿qué es lo que caracteriza en particular a los padres “asistentes personales”?
Eva Millet: “Son aquellos padres que tienen como lema resolver sistemáticamente los problemas de sus hijos. Padres y madres que, cada vez más, están asumiendo tareas que no les corresponden con tal de “ayudar” a sus hijos. […] “Sin mí, sin mi ayuda, no puedes hacer nada”; por lo tanto, la autoestima y la adquisición de autonomía se retrasan o se malogran”.
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Ximena Greene: … ¿qué consecuencias tiene la crianza bajo el modelo de la hiperpaternidad?
Eva Millet: “Además de niños con una bajísima tolerancia a la frustración y altos niveles de estrés, la hiperpaternidad produce niños con muy baja autoestima y poca autonomía. Con nuestro hiperasistencialismo, que evidentemente es con la mejor de las intenciones, los ayudamos en exceso y los incapacitamos, y eso es un error gravísimo. Son niños y jóvenes que llevan incorporado el “yo no puedo”, ya que han crecido con la idea de que sus padres hacen todo por ellos”.
Una sana distancia de los hijos fomentará su autonomía y sin duda reforzará su autoestima.
Ximena Greene: ¿Qué mensaje les podemos dar a aquellos padres que cayeron en la hiperpaternidad, pero quieren empezar de nuevo?
Eva Millet: “Les diría que nada es irreversible. La crianza es un asunto a largo plazo, no hay recetas inmediatas. […] en la hiperpaternidad si un hijo se cae, los padres corren a buscarlo sin darle la oportunidad de que se levante solo. No digo que hay que desatenderlos, pero una sana distancia hará que busquen sus propias respuestas, fomentará su autonomía y sin duda reforzará su autoestima”. Eva Millet: “No son padres, son asistentes personales”
Ana Abelenda: ¿Cómo ve el mundo real?
Eva Millet: “Estamos en un momento económico duro, en una sociedad cada vez menos igualitaria, donde el futuro de los hijos parece complicado, y la respuesta pasa por que el niño haga de todo lo antes posible. Y en la crianza estamos muy polarizados, cada vez hay más niño sobreprotegido y más niño desamparado. […]”.
Los hiperpadres tienen altas expectativas de sus hijos, por lo cual los sobreestimulan.
Ana Abelenda: ¿El «no» es un maestro?
Eva Millet: “Sí. La frustración se tiene que enseñar a gestionar. El no es necesario en la educación. La permisividad es un respeto mal entendido. Hay una tendencia en boga basada en que es el niño el que elige su educación, cuándo irse a dormir, cuándo comer o dónde ir de vacaciones… Y acabamos pidiendo créditos para irnos a Laponia a ver a Papá Noel. […]”
Ana Abelenda: ¿Familia democrática o gobierno fuerte en casa?
Eva Millet: “La familia no debe ser una democracia. No tiene que ser una dictadura, pero sí debe haber una jerarquía. Arriba estamos los padres, adultos responsables. […] Como dijo el juez Calatayud, la familia no puede ser una institución democrática, porque caeríamos en el colegueo”. Eva Millet: «La familia no debe ser una democracia»
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“La sobreprotección también está directamente relacionada con el temor y el miedo. Impide aprender a buscarse la vida, manejar la frustración y hacer frente a los contratiempos. Para la psicóloga Marta Segrelles, crecer con excesivo miedo puede llevar a no saber diferenciar una alerta de un peligro real. “De adolescentes y adultos pueden sentirse tremendamente abrumados ante situaciones cotidianas como la toma de decisiones, un cambio de planes o un imprevisto en el contexto social”, asegura.
Los niños hiperestimulados, andan cansados por la vida, llenos de actividades, pero que no logran terminar ninguna.
El miedo es una emoción que nos protege, y que en situaciones relacionales aparece por herencia o propia experiencia. “Lo que observamos con frecuencia tiene que ver con la herencia, pues este estilo de crianza desde el miedo puede afectar en los hijos en forma de conductas más preocupadas, exigentes o evitativas en las situaciones nuevas”, afirma la psicóloga especialista en heridas de infancia.
Los niños necesitan seguridad, no control en sus relaciones. “Haber sido criados desde la sobreprotección hace que en la vida adulta puedan llevar una especie de gafas con las que mirar el mundo y con las que ven amenazas en todos los lugares”, dice Segrelles. La hiperpaternidad les dificulta confiar en sus capacidades para afrontar situaciones, así como dudar de los recursos propios para sostener emociones o situaciones. “Cuando crecen suelen sentirse como una carga y no quieren molestar, están cómodos obedeciendo y estando al servicio de los demás”, concluye. Las frustraciones son parte de la vida, es por eso que la tarea familiar es ayudar a encajarlas, no evitarles trámites y brindarles caparazones o instaurarlos en el centro de aisladas bolas de cristal”. Cf De ‘padres helicóptero’ a ‘madres bocadillo’: cómo la hipervigilancia crea niños miedosos y sin autonomía
TEST OFRECIDO POR EVA MILLET
Le animamos a tomarse un tiempo, para responder a este cuestionario, cuya puntuación le daría un aproximado si:
- usted no es ni un hiperpadre ni una hipermadre; seguro que le critican,
- en sintonía con los tiempos, usted practica la hiperpaternidad de tanto en tanto,
- es usted un hiperpadre o hipermadre «moderado» pero con peligro de convertirse en uno a tiempo completo (en especial, si ha contestado sí a las preguntas 1, 4, 11, 14 y 19) y
- es hora de que empiece a dejar un poco en paz a sus hijos.
¿Es usted un hiperpadre o una hipermadre? Descúbralo haciendo este test
Esperamos que el aporte de Eva Millet, pueda ser de utilidad para dialogar con nuestros estudiantes, padres de familia y colegas, pues en no pocas escuelas carecemos de profesionales que nos apoyen en nuestra tarea, y juntos podemos encontrar relaciones o amigos expertos que nos “echen una mano” para cumplir con éxito nuestra misión de formar integralmente a todos nuestros estudiantes con la posibilidad para que se desarrollen autónomamente y con una personalidad sana, libre, responsable, estable y solidaria.
“Educar es dejar ir, confiar (en ti y en ellos) y utilizar el sentido común. Ellos pueden y ellos quieren hacer. Nosotros hemos de estar a su lado, pero no encima de ellos, cual helicópteros”.
NOTA DE REDACCIÓN:
Las ideas y opiniones expresadas en estas entrevistas o diálogos, no son necesariamente las de la Web del Maestro CMF, y no comprometen en modo alguno sus políticas de formación permanente y revalorización de la tarea docente. Hemos publicado los textos originales y sugerimos a nuestros lectores conocer la identidad de la fuente o de su autora para tener mayores elementos de juicio y la pertinencia que ayude a su reflexión desde su realidad educativa.
REDACCIÓN WEB DEL MAESTRO CMF
