El Especialista en Psicoterapia, Alberto Soler, licenciado en Psicología por la Universidad de Valencia (España), obtuvo un Máster en Psicología Clínica y de la Salud y está certificado por Europsy de Especialista en Psicoterapia. Es especialista en charlas y conferencias sobre educación y crianza, contando con una experiencia de más de 12 años en psicoterpia y asesoramiento a padres. Colabora en el programa Ser Saludable, en la Cadena Ser, de L’Escoleta en À Punt Mèdia, y colabora en espacios de radio, televisión y prensa. Es co-autor de “Hijos y padres felices. Cómo disfrutar la crianza”, editado por Kailas.
El Blog Gestionando Hijos le preguntó a Soler: ¿Cómo podemos compaginar la defensa de los derechos de nuestros hijos, la amabilidad y el que sean tenidos en cuenta con la enseñanza y el respeto de normas?, y él respondió: “Hay que perderles el miedo a los hijos. Muchos padres creen que el principal objetivo de sus hijos es retarles, desafiarles y ningunear su autoridad; tienen miedo a que sus hijos “se les suban a la chepa [joroba]”. Así, convierten la autoridad en el principal objetivo de la educación, pero ahí confunden el fin y los medios. La autoridad nunca debe ser un objetivo, sino una consecuencia de acciones educativas honestas, respetuosas”.
Siguiendo con nuestra serie, sobre las publicaciones del BBVA, El País y Editorial Santillana (España), compartimos los videos, con dos partes más destacadas y el diálogo completo sostuvo Soler con Esther Soriano,
Libremente hemos tomado algunas partes del diálogo. Soler empieza diciéndonos que compartirá sobre los niños, sobre su infancia, su crianza y educación “para intentar contribuir a crear un poco más de conciencia de qué necesitan los niños pequeños durante esas primeras etapas de su vida”; y que intenta ser una invitación, para que Ustedes visualicen los videos, e ingresen a la transcripción completa en el enlace que está indicado al final de esta publicación.
Poner una etiqueta a un niño es muy fácil; quitársela no (momento destacado 5`00”)
ESTHER SORIANO: … He leído que los padres y las madres tenemos una forma diferente de relacionarnos con nuestros hijos. […] ¿Qué me puedes contar? ¿Es bueno…?
ALBERTO SOLER: “No solamente es que sea normal o bueno, es que es esencial. Es decir, los padres y las madres, y los hombres y las mujeres, las diferentes personas tenemos formas distintas de hacer frente a una misma realidad. Y con la paternidad y la maternidad ocurre lo mismo. […] La maternidad es una experiencia y la paternidad es una experiencia distinta. Las diferencias van a surgir. Y, de hecho, de esas distintas formas de abordar la experiencia de ser padres y madres, viene la riqueza. Si pretendemos ser los dos iguales, si queremos que tú y yo hagamos las cosas de la misma manera con nuestros hijos, al final se van a perder algo. Porque se van a perder esos matices que tú, desde tu individualidad, como mujer, le puedes dar. O se van a perder esos matices que desde mi individualidad como padre se pueden dar. La participación del padre es esencial. Y no es una participación, es el estar presente, […] cuando son dos los que tienen que negociar cosas importantes es mucho más complicado que cuando uno ordena y manda. Entonces, la participación y esa colaboración entre padres es esencial para transmitir matices. […] No es que sea mejor ni peor, son formas distintas de abordarlo. […]”.
ESTHER SORIANO: ¿Y qué pasa en las familias monoparentales?
ALBERTO SOLER: “[…] Ese modelo no es que sea el modelo bueno, simplemente es un modelo más de familia. Y todos los estudios indican que esa diversidad de familias, esas distintas formas de transmitir amor a los hijos, siempre que está ese amor, son válidas”.
ESTHER SORIANO: ¿Y si además de a los profesores se les hubiera dado esos informes a los niños, se les hubiera dicho a esos 65: “Vosotros sois los listos”?
ALBERTO SOLER: “Se les transmite a los niños que son genios: […] ¿Y sabes lo que ocurre? Al final, esos niños viven con miedo a no poder satisfacer las expectativas de los demás. Viven con miedo a fallar, se arriesgan menos. Ante dos tareas, una más desafiante y otra un acierto seguro, acaban eligiendo la que es un acierto seguro. Se ponen menos a prueba porque temen defraudar las expectativas que los demás han puesto sobre ellos. Al final, no es cuestión de transmitir a los niños que son genios… No, es ser conscientes de que las expectativas que nosotros tenemos, la mirada que nosotros ponemos sobre otra persona acaba condicionando la conducta de esa persona. Y cómo los demás nos miran a nosotros también acaba condicionando nuestra ejecución, nuestro desempeño”.
DISFRUTA CADA ETAPA DE TU HIJO SIN MIEDO (MOMENTO DESTACADO 4`46”)
ESTHER SORIANO: … yo a veces tengo dudas sobre cómo educar a mi hija en el respeto a unas normas o a unas reglas básicas, pero también cómo hacer que ella sea crítica y que sea asertiva también. […].
ALBERTO SOLER: “Claro, eso es imprescindible. Y es ese punto de equilibrio que los padres queremos conseguir. […] no se necesita una persona mala para poder servir en un mal sistema, sino que una persona normal y corriente puede llegar a cumplir órdenes llegando a niveles extremos tan solo porque una persona que considera una autoridad se lo diga. […] Pero tenemos que ser capaces de diferenciar las situaciones. Ahí llegamos al tema de los límites. No todos los límites son igual de importantes. […] Más que buscar la obediencia ciega, debemos fomentar el pensamiento crítico. […] si fomentamos ese pensamiento crítico, el que no tengan que hacer las cosas simplemente porque yo te lo digo, simplemente porque otra persona te lo dice, conforme ellos van creciendo van a tener esa capacidad para identificar las injusticias, para no sumarse a un trato injusto o vejatorio a un compañero o compañera de clase. […]”.
ESTHER SORIANO: … Y cuando llegan a la adolescencia, que hablabas de la importancia de los amigos… […] ¿Cómo hacerlo para estar pendiente sin controlar? Porque yo creo que también eso lleva a un rechazo. ¿Cómo manejar ese balance?
ALBERTO SOLER: “Para eso es importante no empezar a trabajar en la adolescencia sino desde el momento cero. Al final, en la adolescencia, acabamos recogiendo aquellos frutos que hemos ido sembrando a lo largo de toda la infancia. […] Mostrándonos accesibles, que sepan que nosotros estamos ahí para ayudarles, pero que no les vamos a imponer algo que para ellos sea negativo, que nosotros no vamos a ir en su contra, sino que somos un recurso del cual ellos pueden echar mano cuando lo necesiten, y que siempre vamos a estar ahí. Y eso se trabaja desde el momento cero”.
Educación y crianza respetuosa (video completo 51´30”)
ESTHER SORIANO: … te planteas dudas sobre cuándo es el mejor momento para hablarle de sexualidad.
ALBERTO SOLER: “Tenemos que tener muy en cuenta que es mejor no enfocarlo como: “¿Cuándo empiezo con ella a hablar de sexualidad?”, sino: “Nunca obviar el tema de la sexualidad”. Y eso empieza desde el momento cero, desde que son muy pequeños, intentando responder siempre con sinceridad aquellas cuestiones, aquellas dudas que ellos plantean. […] Tenemos que explicarles qué es lo que sucede. Y hay que estar preparados para responder en cualquier momento. A partir del momento que tienen uso del lenguaje, van a empezar a hacer esas preguntas. Pero le damos mucha importancia a qué contenido transmitirles verbalmente, cuando mucho más importante es, desde que son muy pequeñitos, transmitirles el respeto por su propio cuerpo. Que se respeten, que se cuiden, que se quieran, que sean capaces de poner un límite a su cuerpo, de qué es lo que ellos y ellas tocan y qué es lo que los demás pueden o no pueden tocar. Permitir o no permitir valoraciones o juicios sobre su propio cuerpo, sobre su estética, sobre su altura, sobre su peso, sobre su color. Son cuestiones que son privadas. Y tienen que aprender desde muy pequeñitos que su piel es una barrera con el mundo. Y que su piel solo ellos deciden quién la toca y quién la deja de tocar. Si entendemos eso, si entendemos el respeto como una parte esencial de la educación sexual, poco a poco vamos a poder ir respondiendo preguntas. […]”.
ESTHER SORIANO: ¿Y si no preguntan?
ALBERTO SOLER: “Y si no preguntan, es que información la están obteniendo por otras vías. […] Y ahí el tema de la obediencia es clave. No tienen que ser obedientes, tienen que ser críticas y críticos. Intenta leer su expresión facial, su mirada, sus gestos. Hazle preguntas abiertas: “¿Tú qué piensas de esto? ¿Tú por qué crees que esto se produce? ¿Tú qué has visto? ¿Qué te han contado?”. E intenta que ella tenga producción verbal o no verbal para tú seguirle el paso. Insisto, siempre estate un pasito por detrás. Identifica cuál es la necesidad que ella tiene y responde a esa necesidad”.
La transcripción completa de este diálogo lo puede Usted leer aquí: DISFRUTA CADA ETAPA DE TU HIJO SIN MIEDO.
Esta publicación corresponde a SERIE DE VIDEOS: APRENDAMOS JUNTOS, PARA SUMAR POR LA EDUCACIÓN.
“Creo que la sociedad en la que vivimos actualmente no facilita para nada la crianza de nuestros hijos. Conciliar la esfera familiar y laboral es cada vez más difícil y los hijos cada vez pasan menos tiempo con lo que verdaderamente necesitan: la presencia de sus padres.”.
REDACCIÓN WEB DEL MAESTRO CMF