En cada uno de nuestros países, somos conscientes de la herencia de lenguas ancestrales que nos transmiten el mensaje, la cultura y los conocimientos de los primeros pobladores de nuestra sociedad, y más si por medio de nuestra lengua materna conocemos el patrimonio de nuestras raíces, de nuestra sangre, de nuestra familia con su riqueza nativa, pues con ella “construimos una segunda piel que va a responder nuestros orígenes. Es una forma de identificación que nos da seguridad como individuos y como miembros de una comunidad”.
En nuestras escuelas, según cada país y las zonas de su ubicación, cada día experimentamos cambios sociales, culturales y comunicacionales, que han obligado a modificar los planes elaborados en los escritorios de las secretarías y ministerios de educación. El panorama comunicacional se ha ido volviendo más complejo, interesante y desafiante en la medida en que la educación se ha ido democratizando y recibiendo estudiantes de diferentes lugares. “Todo ello ha hecho que el aula bien pueda ser ahora definida como un espacio de identidades múltiples en el cual se observan diferencias de género, de idiomas y dialectos, de niveles de bilingüismo, de creencias, de cultura; niveles de aprendizaje e incluso edades y grados diferentes, cuando se trata de escuelas rurales que no tienen más remedio que optar por una modalidad multigrado” (L. D’Emilio, comunicación personal).
MI LENGUA MATERNA ES LO QUE ME DEFINE (02´ 44”)
Organizaciones como la UNESCO trabaja para preservar las diferencias de idiomas que fomentan la tolerancia y el respeto de las lenguas maternas, como aquellas que uno aprende cuando nace y que forma parte vital de nuestra vida para comunicarnos con nuestro entorno; y que en tantos lugares se encuentra amenazada con desaparecer, perdiéndose todo un patrimonio cultural e intelectual. Éstas cumplen un rol en distintas dimensiones: en lo cognitivo, en lo social, en lo psicológico, y por supuesto en lo político. Si las defendemos ganamos mucho, con ellas.
Para preservarlas se requiere un amplio y definido presupuesto por parte de los gobiernos para formar hablantes nativos de las lenguas maternas y asegurarles su educación hasta nivel universitario. Formar -además- traductores e intérpretes y peritos que puedan desempeñarse en distintos ámbitos, no sólo en temas educativos o culturales, también en la salud, la política y en lo jurídico. La directora de la División de Estudios Históricos y Humanos, opina que “la complejidad de las lenguas originarias no debe repelernos. Entender una lengua de un grupo originario nos enriquece, sensibiliza, humaniza y esto no significa la mitificación, sino una posibilidad de enriquecer nuestra visión del mundo. Aprender una lengua es una aventura, es una riqueza increíble, un ejercicio espiritual, mental que propicia el desarrollo individual”. Cf LA LENGUA MATERNA, NUESTRA RIQUEZA CULTURAL
Desde 1999 la UNESCO nos propuso el 21 de febrero, para homenajear al pueblo de Bangladesh, cuando sus habitantes, que se encontraban en las calles celebrando el “Día del Movimiento de la Lengua Bengalí”, fueron salvajemente atacados por el ejército de Pakistán. Se les reprimió con el uso de la violencia desmedida y hubo asesinatos, sin embargo, ellos se mantuvieron firmes defendiendo un derecho universal como es el expresarse a través de su lengua”. como una fecha para destacar la lengua materna, y unir la voluntad de una educación plurilingüe. La lengua materna cumple un rol en distintas dimensiones: en lo cognitivo, en lo social, en lo psicológico, y por supuesto en lo político. Defendiéndole y valorándola ganamos mucho, pues con ellas, nos construimos más productivamente, somos más felices y tenderemos a una mejor cohesión cultural de nuestro pueblo maternal originario.
Para preservar las lenguas maternas se requiere un amplio y definido presupuesto por parte de los gobiernos para formar hablantes nativos de las lenguas originarias y asegurarles su educación hasta nivel universitario. Formar -además- traductores e intérpretes y peritos que puedan desempeñarse en distintos ámbitos, no sólo en temas educativos o culturales, también en la salud, la política y en lo jurídico. Los Objetivos de Desarrollo sostenible (ODS) hablan constantemente de la importancia de reducir la desigualdad, y una de las manifestaciones más evidentes está en la lengua materna, esa que las personas aprenden en el entorno familiar, desde el útero de la madre y que generalmente los vuelve parte de una misma comunidad de hablantes. NO DEBE SER SOLO CULTURAL EL VALOR DE LA LENGUA MATERNA
En este año 2022 la Directora General de la UNESCO, Audrey Azoulay,nos dice: «La tecnología puede proporcionar nuevas herramientas para preservarla, por ejemplo, al permitirnos grabar y conservar lenguas que a veces solo existen en forma oral, facilitando así su difusión y análisis. En resumen, hacen de las lenguas locales un patrimonio común. Ahora bien, ante el riesgo de uniformización lingüística que entraña Internet, también debemos ser conscientes de que el progreso tecnológico solo estará al servicio del plurilingüismo mientras hagamos un esfuerzo para que ello sea así.»
Desde la Web del Maestro CMF, seguiremos apoyando la tarea docente que motive el valorar y el estar orgullosos de la riqueza las lenguas maternas, que aún antes de la llegada de los colonizadores europeos muchas de ellas se han extinguido. Las nuevas tecnologías de la información y comunicación, nos están abriendo un nuevo espacio para cuidar las lenguas maternas, que nos permita nutrirnos de esa riqueza ancestral que debemos cuidar como esa herencia inalienable, como esa sabia que nos legaron el derecho a ser lo que somos hoy.
Sigamos creyendo que por medio de la educación lograremos encontrar y seguir la Verdad; hacernos más responsables del cuidado medio ambiente y de nuestra casa común; promover la reflexión y el lograr conciencias críticas capaces de descubrir y desterrar las ideologías esclavizantes y manipuladoras; seguir asimilando nuestros sentimientos de gratitud a nuestros ancestros; comprometiéndonos con la construcción de una nueva civilización, … que no solo sea discursiva, sino rica en acciones de socialización, fraternidad, tolerancia y justicia, que nos permitan creer que la equidad global es posible; y que eso depende mucho de la comunicación intergeneracional de manera igualitaria, sin discriminación y con plenitud a los derechos, como fuente del entendimiento, la sana convivencia y la paz.
REDACCIÓN WEB DEL MAESTRO CMF