En el artículo, sobre el Método Montessori, que compartimos (conforme lo sugiere el Blog Montessori en Casa), con fines educativos – pastorales; afirma Cristina que “En Montessori no se elogia a un niño cuando hace bien un trabajo, al igual que no se le corrige cuando lo hace mal. Para eso existe el “control de error, …”, y que “elogio tras elogio conseguimos que el principal objetivo del niño no sea realizar un trabajo por su propia satisfacción, sino por la agradable sensación de recibir un elogio después”. Aubry (cuyo enlace sugiere) declara que “Algunos educadores creen que los niños necesitan alabanzas para estar motivados para terminar una tarea”.
Cristina y Aubry, parecen ser personas muy entusiasmadas y convencidas sobre la herencia educativa de María Montessori. Cristina es de nacionalidad española, estudió Licenciatura en Ciencias Ambientales, tiene un Certificado de Aptitud Pedagógica; mientras que Aubrey Hargis,[1] es consultora educativa de nacionalidad norteamericana, con Maestría en Educación en Currículo e Instrucción y Certificated in Lower Elementary of the American Montessori Society, y escribe en el Blog Montessori 101.
Cristiana ofrece diez alternativas del elogio común y corriente, y Aubry veintiuna frases para llevarlas a la práctica, afirmando que “Va a encontrar oportunidades de utilizar todas estas frases en una sola semana de tiempo que pasa con un niño, pero les va a tomar mucho más tiempo para solidificar el nuevo hábito”.
Agradecemos a Isa de Islas Canarias (España) por su sugerencia. Les recomendamos leer, y si es posible dialogar y reflexionar esta propuesta que dice tener su fuente en el “Método Montessori”, teniendo presente el consejo del filósofo francés Voltaire: “Hay alguien tan inteligente que aprende de la experiencia de los demás”.
Es negativo elogiar a los niños? 10 ideas para evitarlo
Hace tiempo escribí este post sobre los premios y los castigos, y hoy voy a profundizar en el tema de los elogios, que está íntimamente ligado.
El hecho de elogiar a los niños nos puede parecer positivo inicialmente, porque nos da la falsa impresión de que estamos fomentando en el niño la autoestima y la confianza en sí mismo. Pero si nos paramos a pensarlo con detenimiento en seguida nos daremos cuenta de que a largo plazo el efecto puede ser precisamente el contrario; estamos creando en el niño una necesidad de aprobación externa de la que va a depender el resto de su vida para valorar si su trabajo es bueno. Estamos eliminando su capacidad de auto-motivación, tal y como lo confirman varios estudios. Cómo va a sentirse satisfecho con su trabajo si no es capaz de valorarlo por sí mismo?
En Montessori no se elogia a un niño cuando hace bien un trabajo, al igual que no se le corrige cuando lo hace mal. Para eso existe el “control de error”, que está presente en la mayoría de las actividades y materiales y ayuda al niño a darse cuenta de si ha realizado la actividad correctamente o no. Normalmente el niño no espera nuestro reconocimiento y no tiene sentido dárselo (por mucho que nos apetezca celebrar sus logros).
Lo peor de los elogios es que crean adicción, como comenta Aubrey en este post; tanto en el adulto como en el niño. Como padres nos sentimos bien cuando elogiamos a nuestros hijos porque expresamos lo orgullosos que nos sentimos de ellos, y ellos a su vez se sienten bien porque reciben nuestra aprobación. Pero elogio tras elogio conseguimos que el principal objetivo del niño no sea realizar un trabajo por su propia satisfacción, sino por la agradable sensación de recibir un elogio después. Es lo que veis en la foto que ilustra este post; el elogio se vuelve tan importante que el trabajo y el esfuerzo realizado pasan a un segundo plano…
Pero entonces… Cómo reaccionar cuando un niño nos muestra un trabajo bien hecho?
En este caso el niño espera alguna reacción por nuestra parte (posiblemente porque ya está acostumbrado a recibir elogios). Pero nuestra reacción no tiene porque consistir en un “Muy bien!”, “Qué listo eres!”, o en un aplauso. Hay otras alternativas. En este otro post de Montessori Mischief puedes ver 21 ideas, pero como sé que me vas a decir que están en inglés, ésta es mi recopilación de 10 frases en español:
10 alternativas al elogio
- “Mmmm!”: Cuando no sabemos qué decir, es mejor esto que un elogio. Mostramos interés por lo que el niño nos está enseñando y esperamos a ver si nos cuenta más.
- “Vaya! Qué has hecho? Cuéntame!”: El niño ve que nos interesamos y seguro que está encantado de darnos más detalles.
- “Te has esforzado mucho para hacer esto, verdad? Estás orgulloso?”: En vez de centrarnos en el resultado nos centramos en el esfuerzo y fomentamos la motivación interna del niño.
- “Se te ve muy feliz! Estás contento de haber conseguido hacer esto?”: Nuevamente nos centramos en su sensación de logro y en su auto-motivación.
- “Veo que has…”: Simplemente describimos lo que ha hecho, estamos reconociendo su trabajo pero de una manera neutral.
- “Lo has conseguido!”: Cuando somos conscientes del gran esfuerzo que le ha costado conseguir algo, es una buena ocasión para reaccionar más efusivamente.
- “Fíjate! Antes no podías hacer esto y ahora sí!”: Nos centramos en el hecho de que el niño está creciendo y aprendiendo.
- “Gracias! Me gusta que hayas hecho esto para mí!”: Cuando el niño ha hecho algo para regalárnoslo por supuesto hay que agradecérselo.
- “Esto no lo habías hecho nunca! Cómo has aprendido?”: En este caso le damos valor al proceso de aprendizaje.
- “Me gusta lo que has hecho, podrías enseñarme a hacerlo?”: Con esta reacción le estamos enviando al niño el mensaje de que su trabajo nos gusta tanto que nos gustaría aprender a hacerlo, y que él tiene la capacidad de enseñarnos.
Cambiar los habituales elogios por este tipo de frases requiere práctica, pero merece la pena!
Este contenido ha sido publicado originalmente por Montessori en Casa en la siguiente dirección: montessoriencasa.es