La Taxonomía de Bloom es una herramienta pedagógica fundamental en el ámbito educativo que se ha utilizado ampliamente desde su creación en 1956 por Benjamin S. Bloom y su equipo de educadores. Su propósito es clasificar y estructurar los objetivos de aprendizaje en diferentes niveles de complejidad cognitiva, proporcionando así una guía para los educadores en la planificación y evaluación efectiva del aprendizaje.
La taxonomía está organizada en forma de pirámide y consta de seis niveles que representan distintos niveles de pensamiento y comprensión. En la base de la pirámide se encuentra el nivel de conocimiento, donde los estudiantes deben recordar hechos y conceptos básicos. A medida que se asciende en la pirámide, los niveles aumentan en complejidad, abarcando la comprensión, aplicación, análisis, síntesis y evaluación.
Cada nivel de la Taxonomía de Bloom representa una etapa progresivamente más desafiante para los estudiantes, lo que permite que los educadores definan objetivos claros y medibles. Al utilizar esta herramienta, los docentes pueden diseñar estrategias de enseñanza que fomenten habilidades cognitivas más profundas y promuevan un aprendizaje significativo en el aula.
¿En qué consiste la Taxonomía de Bloom?
La taxonomía de Bloom recoge una serie de objetivos del proceso de aprendizaje. Es decir, ordena y sistematiza las habilidades y conocimientos que los estudiantes deberían adquirir. Así, recoge lo que los alumnos deben demostrar al final de una unidad didáctica o un período de aprendizaje.
Pero, en primero lugar, ¿cómo surgió? En 1948, el doctor en Educación Benjamin Bloom se reunión en Boston con otros pedagogos en la Convención de la Asociación Norteamericana de Psicología.
Por eso, la taxonomía de Bloom jerarquiza los procesos cognitivos que intervienen en el proceso de enseñanza-aprendizaje, y permite evaluar la adquisición y la asimilación de conocimientos y aptitudes.
De esta manera, establece un orden desde los niveles de pensamiento inferiores hasta los superiores, lo que hace que estos últimos requieran de los primeros. Se trata de tres dimensiones o taxonomías de pensamiento:
1. Cognitivo: procesar la información. A su vez, requiere de varios pasos que comienzan desde lo más concreto hacia los abstractos.
- Conocimiento: recordar información.
- Comprensión: interpretar la información.
- Aplicación: utilizar el conocimiento en situaciones nuevas.
- Análisis: descomponer las ideas y relacionarlas.
- Síntesis: reunir informaciones.
- Evaluación: emitir juicios y justificar la opinión.
2. Afectivo: emociones, actitudes, intereses, sentimientos. Por su parte, recepción, respuesta, valoración, organización, categorización, como vemos en la pirámide.
3. Psicomotor: habilidades corporales, neuronales y musculares. Se trata de la pericia para utilizar físicamente una herramienta o un instrumento. Comienza con la imitación, la manipulación, la precisión; hasta lograr el control, la automatización, y, finalmente, desarrollar la creatividad.
Verbos y ejemplos para crear tu plantilla de Taxonomía de Bloom
Ahora bien, si te estás preguntando cómo se concretan todos estos criterios, la respuesta es: a través de verbos. Todo buen objetivo debe ser observable, medible y evaluable, y, para lograrlo, se suelen formular con verbos en infinitivo.
Así, la taxonomía de Bloom utiliza una lista de verbos para cada objetivo de aprendizaje, lo que permite crear plantillas fáciles de consultar en el momento de organizar las actividades didácticas.
Primero, veamos los seis niveles o procesos cognitivos. Siguiendo la revisión de dos alumnos de Bloom, en 2001 la taxonomía sufrió algunas modificaciones. La fundamental fue la sustitución del proceso de Conocimiento por el de Recordar, y la Síntesis por la Creación.
Así, estos son los seis niveles cognitivos:
- Recordar. El uso y dominio de la memoria a largo plazo, lo cual supone la base y cimiento de todo el aprendizaje posterior. En este punto, la taxonomía de Bloom encuentra grandes similitudes con el aprendizaje significativo.
- Entender. La comprensión de las ideas y los conceptos, de forma que se construyan significados nuevos y se puedan interpretar y expresar. Todo lo relacionado con la comunicación oral y escrita.
- Aplicar. Poner en práctica los procedimientos aprendidos en el proceso anterior para resolver problemas en contextos nuevos.
- Analizar. Es la capacidad de fragmentar un problema en partes, comparar cada una y establecer relaciones entre ellas.
- Evaluar. Se trata de emitir juicios de valor, justificar y defender opiniones respecto a los conocimientos y las metodologías recibidas.
- Crear. Llegamos al nivel superior y, por tanto, el más complejo, ya que requiere utilizar lo aprendido y las habilidades adquiridas para construir ideas nuevas.
Ahora sí, con la revisión de Anderson y Krathwohl, y la definición de cada nivel cognitivo, podemos utilizar los siguientes verbos en cada uno de ellos.
Actividades para cada proceso de la Taxonomía de Bloom
Pero basta de teoría. Vamos a centrarnos en la aplicación práctica de la taxonomía de Bloom, que para eso fue pensada. La clave como docente será
Veamos cómo lograrlo en cada uno de ellos.
Recordar: Los conocimientos previos y las experiencias vividas son el punto fuerte de este nivel. Para evaluar su saber sobre un tema, puedes plantear preguntas de respuesta múltiple y comentarlas en voz alta antes de empezar con los nuevos conocimientos.
Comprender: Un campo muy amplio y muy estudiado. Aprovecha las estrategias de lectura y los procesos de comprensión, como los de PISA.
- Haz preguntas sobre lo leído o explicado.
- Propón que resuman lo más importante.
- Sugiere que busquen inferencias.
- Pídeles que amplíen lo visto con otros textos complementarios, etc.
Aplicar: Necesitarás casos o problemas para que puedan resolverlos utilizando lo aprendido. Puedes apoyarte también en el Aprendizaje Basado en Proyectos.
Analizar: Recurre a herramientas de clasificación de la información, como mapas mentales, esquemas, presentaciones. Y, en general, todo lo que les lleve a presentar las ideas vistas de otra forma.
Evaluar: Desde la evaluación por pares hasta los test o preguntas de autoevaluación. Y, también, los debates, diálogos o foros en los que puedan dar su opinión y argumentar distintas posturas.
Crear: Por último, bienvenido a la producción. Aquí el campo es tan amplio como la imaginación: grabar videos, pódcast, presentaciones, dibujar murales, elaborar guiones, hacer páginas webs, crear una empresa, un periódico o una revista, llevar a cabo una campaña de recogida de alimentos, organizar una carrera solidaria, etc.
Y todo esto se puede adaptar a una nueva era digital, con todas las posibilidades y herramientas que ofrece.
El papel de la evaluación en la taxonomía de Bloom
Se hace necesario exponer la taxonomía de Bloom revisada. ¿Por qué? Porque existen multitud de entradas en blogs, pines, infografías, etc., que todavía plantean la taxonomía de Bloom original, la que publicaron en 1956 (Taxonomy qf Educational Objectives: The Classification of Educational Goals. Handbook I: Cognitive Domain). Esto no es necesariamente negativo, la taxonomía original es de gran ayuda, pero lo es más la revisión que realizaron Anderson, Krathwohl, Airasian, Cruikshank, Mayer, Pintrich, Raths y Wittrock en 2001 (A taxonomy for learning, teaching, and assessing: A revision of Bloom’s Taxonomy of Educational Objectives).
No se va a entrar en las razones de por qué presenta un mejor y mayor desarrollo de la taxonomía original, ni en sus diferencias. Tampoco en los límites que pueda tener una taxonomía en sí misma. Además, existen otras taxonomías muy interesantes como la de Marzano y Kendall de 2007 que revisan a Bloom de igual forma. O taxonomías de otros dominios que no se llegaron a desarrollar completamente desde el propio grupo de investigadores que trabajaron con Bloom: del dominio psicomotor y del afectivo.
Simplemente, se presentan las dos dimensiones de la taxonomía válida para el dominio cognitivo, para entender cómo podemos utilizarlas para la evaluación.
La dimensión de los procesos cognitivos y subprocesos
La dimensión del conocimiento
Y ahora todo junto, con ejemplos…
Así que, cualquier resultado de aprendizaje, sea declarado en nuestro currículo como criterio de evaluación, estándar de aprendizaje evaluable o indicador de logro…puede clasificarse según estas dos dimensiones. Veamos un ejemplo sencillo tomado del Center for Excellence in Learning and Teaching
No es difícil imaginar qué papel puede jugar la evaluación a partir de aquí, aunque se entrará en la segunda parte de este post a fondo.
Antes de cerrar esta primera parte…Si el proceso de evaluación de los aprendizajes no se hace en coherencia con los resultados de aprendizaje (de una determinada unidad didáctica, por ejemplo) y respondiendo a una determinada metodología, concretada en ejercicios, actividades o tareas…, difícilmente será una evaluación válida. Estos tres elementos curriculares han de ser inseparables.
Muchos de los problemas que tiene evaluación del aprendizaje, la que hacemos en las aulas, es precisamente que no sirve para los propósitos del proceso de enseñanza y aprendizaje, es ajena a cualquier metodología y actividades de clase, y mucho más a los resultados de aprendizaje que esperamos de los alumnos y alumnas (currículo). No es creíble. La evaluación ha de estar inserta en todo el proceso de enseñanza y aprendizaje, cierra un ciclo e inicia otro, considerando que sea evaluación formativa. Da pistas para la mejora del aprendizaje de ese alumno o alumna y nos da pistas a nosotros y nosotras como docentes sobre qué elementos de nuestra programación didáctica han de ser mejorados.
Cómo crear planes de lección efectivos con ChatGPT para el nivel «Evaluar» de la Taxonomía de Bloom:
Crear planes de lección efectivos es esencial para garantizar un aprendizaje significativo y enriquecedor en el aula. En esta ocasión, nos enfocaremos en el nivel «Evaluar» de la Taxonomía de Bloom, que implica valorar y justificar estrategias, así como discriminar escenarios para entrenar a los estudiantes en habilidades críticas y de toma de decisiones informadas. Utilizaremos ChatGPT como herramienta para potenciar esta etapa crucial en la planificación educativa.
1. Valorar y justificar estrategias:
El objetivo de esta etapa es que los estudiantes desarrollen la capacidad de valorar y justificar la efectividad de diferentes estrategias para abordar un problema en particular. Para lograrlo, puedes diseñar una actividad como la siguiente:
Ejemplo de plan de lección: Abordando el Ciberbullying en las Escuelas Secundarias
Objetivos de aprendizaje:
- Comprender el concepto de ciberbullying y su impacto en las escuelas secundarias.
- Explorar diferentes estrategias de intervención para abordar el ciberbullying.
- Valorar y justificar la efectividad de las diferentes estrategias de intervención en la prevención y manejo del ciberbullying.
Materiales y recursos:
- Proyector y pantalla para presentación de diapositivas.
- Papel y bolígrafos para los estudiantes.
- Recursos en línea sobre el ciberbullying y las estrategias de intervención.
Actividades de Inicio (15 minutos):
- Saludo y presentación del tema del ciberbullying.
- Realización de una lluvia de ideas en grupo sobre qué es el ciberbullying y ejemplos de casos.
- Presentación de una breve introducción sobre diferentes estrategias de intervención.
- Establecimiento de los objetivos de la lección.
Actividades de Desarrollo (60 minutos):
- Presentación de diapositivas que describan las diferentes estrategias de intervención sobre el ciberbullying, como la concientización, la formación de líderes estudiantiles, la creación de políticas escolares, la mediación y el apoyo emocional.
- Formación de grupos pequeños y asignación de una estrategia de intervención específica a cada grupo.
- Investigación en línea sobre la estrategia asignada, enfocándose en cómo se implementa, su efectividad y ejemplos de éxito.
- Preparación de una presentación breve para compartir los hallazgos del grupo sobre la estrategia asignada.
- Presentación en grupos de las estrategias de intervención, seguida de preguntas y comentarios por parte de los demás grupos.
- Discusión en grupo sobre la valoración y justificación de las estrategias de intervención, teniendo en cuenta su efectividad, factibilidad y posibles limitaciones.
Actividades de Cierre (15 minutos):
- Reflexión individual por escrito sobre las estrategias de intervención presentadas y discutidas.
- Discusión en grupo sobre las conclusiones y recomendaciones para abordar el ciberbullying en las escuelas secundarias.
- Evaluación del aprendizaje mediante una rúbrica que considere la participación en las discusiones y la calidad de la justificación de las estrategias de intervención.
- Cierre de la sesión y agradecimiento a los estudiantes por su participación activa.
Tiempo total: 90 minutos
En esta actividad, los estudiantes tendrán la oportunidad de explorar diferentes estrategias de intervención sobre el ciberbullying en las escuelas secundarias. La investigación, presentación y discusión de estas estrategias fomentan la capacidad de valorar y justificar su efectividad. También se promueve un ambiente de aprendizaje participativo y se empodera a los estudiantes para reflexionar críticamente sobre el tema.
2. Discriminación de escenarios:
La siguiente etapa implica presentar a los estudiantes diferentes escenarios o situaciones y pedirles que discriminen entre comportamientos aceptables y no aceptables. Esto les ayuda a desarrollar habilidades de evaluación, juicio crítico y toma de decisiones éticas. A continuación, un ejemplo de plan de lección:
Ejemplo de plan de lección: «Ciberética: Discriminando el cyberbullying de los comportamientos aceptables en línea»
Objetivos de aprendizaje:
- Comprender la importancia de la ciberética y sus implicaciones en la interacción en línea.
- Identificar y discriminar entre comportamientos de cyberbullying y comportamientos aceptables en entornos digitales.
- Promover comportamientos éticos, respetuosos y constructivos en línea.
Materiales y recursos:
- Computadoras o dispositivos móviles con acceso a Internet.
- Proyector o pizarra interactiva.
- Papel y lápices.
Actividades de Inicio (10 minutos):
- Saludo y presentación del tema.
- Realización de una breve encuesta de conocimientos previos sobre el cyberbullying y comportamientos en línea.
- Discusión en grupo sobre las experiencias y percepciones de los estudiantes acerca de las interacciones en línea y los desafíos que pueden surgir.
Actividades de Desarrollo (50 minutos):
- Presentación interactiva sobre la ciberética, el cyberbullying y los comportamientos aceptables en línea.
- División de los estudiantes en grupos pequeños y asignación de diferentes escenarios o situaciones en línea.
- Cada grupo analizará su escenario y determinará si los comportamientos presentados son ejemplos de cyberbullying o comportamientos aceptables.
- Los grupos compartirán sus conclusiones con la clase, explicando su razonamiento y fundamentos éticos.
- Discusión en grupo sobre los diferentes puntos de vista y la importancia de la empatía, el respeto y la responsabilidad en línea.
- Reflexión individual por escrito sobre cómo los estudiantes pueden contribuir a la creación de un entorno en línea más seguro y respetuoso.
Actividades de Cierre (15 minutos):
- Presentación de los puntos clave de la lección y resumen de los comportamientos de cyberbullying y aceptables.
- Realización de una actividad creativa, como la creación de carteles o mensajes positivos sobre la ciberética.
- Exhibición de los trabajos realizados y discusión sobre la importancia de promover una cultura en línea responsable y ética.
- Retroalimentación final sobre los aprendizajes obtenidos durante la lección y la importancia de aplicarlos en la vida diaria.
3. Consideraciones adicionales que es importante tener en cuenta al aplicar estas estrategias:
- Fomentar la participación activa: Durante la planificación y ejecución de las actividades, es fundamental involucrar a los estudiantes de manera activa. Proporciona oportunidades para que expresen sus ideas, compartan sus puntos de vista y participen en discusiones significativas. Esto promueve el aprendizaje colaborativo y el intercambio de conocimientos entre los estudiantes.
- Adaptar las actividades al contexto y nivel de los estudiantes: Asegúrate de que las actividades y los materiales sean apropiados para el nivel de conocimiento y desarrollo de los estudiantes. Adapta los ejemplos y las situaciones de acuerdo con su edad, intereses y entorno, para que puedan conectar de manera significativa con los temas tratados.
- Proporcionar retroalimentación constructiva: Durante las actividades de evaluación y discriminación de escenarios, brinda retroalimentación constructiva a los estudiantes. Destaca los aspectos positivos de sus respuestas y guíalos en caso de que haya errores o malentendidos. La retroalimentación efectiva es clave para que los estudiantes mejoren su pensamiento crítico y toma de decisiones.
- Enfatizar la empatía y la responsabilidad: Al abordar temas como el ciberbullying, es esencial enfatizar la importancia de la empatía y la responsabilidad en línea. Ayuda a los estudiantes a comprender cómo sus acciones en el entorno digital pueden afectar a otros y cómo pueden contribuir a crear un espacio en línea seguro y respetuoso.
- Integrar la tecnología de manera equilibrada: Al utilizar ChatGPT o cualquier otra herramienta tecnológica en la planificación educativa, asegúrate de mantener un equilibrio entre el uso de la tecnología y otras metodologías pedagógicas. La tecnología es una herramienta poderosa, pero debe complementar y enriquecer la experiencia de aprendizaje en el aula.
En conclusión, la creación de planes de lección efectivos con ChatGPT para el nivel «Evaluar» de la Taxonomía de Bloom implica diseñar actividades que fomenten el pensamiento crítico, la toma de decisiones informada y la valoración de estrategias. También es importante promover la empatía y la conciencia ética en los estudiantes al abordar diferentes situaciones y escenarios. Con un enfoque adecuado, estas estrategias pueden mejorar significativamente el proceso de aprendizaje de los estudiantes y prepararlos para enfrentar desafíos en su vida académica y cotidiana.
En definitiva, ¿listo para evaluar? Esperamos que la taxonomía de Bloom te haya dado buenas ideas para lograr que el aprendizaje de tus alumnos sea lo más completo posible. Y recuerda: que la metodología no se apodere de ti, sino tú de ella.
Bibliografía
- Anderson, L. W., y Krathwohl, E. (2001). A Taxonomy for Learning, Teaching and Assessing: a Revision of Bloom’s Taxonomy of Educational Objectives. Nueva York: Longman.
- Gobierno de Canarias. (2015). La taxonomía de Bloom, una herramienta imprescindible para enseñar y aprender . Gobiernodecanarias.org. [Consulta: 12 enero 2023].
- Touron, J. (2016). La taxonomía de Bloom: ¿hablamos? (1/2). [Consulta: 11 enero 2023].
Este contenido ha sido publicado originalmente por vocaeditorial.com y revoluacion.blogspot.com
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ENLACE DE LECTURA: TAXONOMÍA DE BLOOM
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