En el emocionante mundo de la educación, las «estrategias de andamiaje» se presentan como un elemento clave. Estas estrategias, que son como andamios sólidos en la construcción del conocimiento, permiten a los educadores brindar un apoyo fundamental a sus estudiantes en su proceso de aprendizaje. A lo largo de este artículo, exploraremos en profundidad el concepto de estrategias de andamiaje, su importancia en el ámbito educativo y cómo pueden transformar la forma en que los maestros y docentes guían a sus alumnos hacia el éxito académico.
¡Toma nota! Una de las alumnas que utilizó este método en el examen de admisión ocupó el primer puesto en cómputo general. En esta nota te explicamos de qué trata. El profesor experto en matemáticas Aníbal Malger enseñó con el método del andamiaje a 128 jóvenes, los mismos que lograron aprobar el último examen de admisión de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) gracias a esta táctica y a su compromiso.
En esta nota de La República le mostrará de qué trata este procedimiento para que lo apliques en tu próximo examen de admisión.
¿Qué es el método de andamiaje?
El método de andamiaje, en el contexto de la educación, es una estrategia pedagógica que se basa en la idea de brindar un apoyo estructurado y temporal a los estudiantes mientras están aprendiendo algo nuevo. La analogía detrás de este término proviene de la construcción, donde los andamios se utilizan para brindar soporte a los trabajadores mientras construyen una estructura. Del mismo modo, en la enseñanza, el andamiaje implica proporcionar ayuda o apoyo a los estudiantes a medida que desarrollan habilidades o adquieren conocimientos que, en última instancia, les permitirán aprender de manera independiente.
Las estrategias de andamiaje son utilizadas por educadores para facilitar el aprendizaje de los estudiantes y ayudarles a avanzar gradualmente desde su nivel actual de competencia hacia un nivel más avanzado. Algunas de las formas comunes de andamiaje incluyen:
- Proporcionar información clave: Los maestros ofrecen información esencial o pistas que los estudiantes necesitan para abordar una tarea o problema.
- Modelar el proceso: Los educadores pueden mostrar cómo realizar una tarea o resolver un problema antes de que los estudiantes lo intenten por sí mismos.
- Ofrecer retroalimentación: Proporcionar comentarios constructivos y específicos a medida que los estudiantes avanzan en su trabajo.
- Dividir tareas complejas: Descomponer una tarea complicada en pasos más manejables, de modo que los estudiantes puedan abordarla de manera incremental.
- Establecer metas claras: Ayudar a los estudiantes a comprender lo que se espera de ellos y cuáles son los objetivos de aprendizaje.
- Fomentar la autorreflexión: Animar a los estudiantes a evaluar su propio progreso y aprender a corregir errores por sí mismos.
El método de andamiaje es especialmente útil para desarrollar habilidades cognitivas y sociales, y se adapta a una amplia variedad de edades y niveles de habilidad. Al proporcionar un apoyo adecuado y gradual, los educadores pueden empoderar a los estudiantes para que se vuelvan más autónomos en su aprendizaje, lo que es esencial para su crecimiento y desarrollo académico.
Un docente matemático utiliza el método del andamiaje, inspirado en el psicólogo ruso Lev Vygotsky, para enseñar a sus alumnos y así puedan dominar fácilmente los números.
Artículo relacionado: Lev Vygotsky y la Teoría Sociocultural del Desarrollo Cognitivo
“Es una técnica que está en la teoría educativa, pero que no se ha difundido mucho. Hay muchas formas, pero no de aplicación, por lo que funciona más en el preuniversitario que en el escolar. A veces, no es mucha la necesidad en la escuela porque se centran más en lo formativo, pero en la preuniversitaria sí es más competitiva”, explicó en una entrevista para este medio.
“El secreto es ir paso a paso. Un estudiante debe apoyarse con su compañero para practicar sobre la base de la cual ya trabajó. Vygotsky decía que para llegar de una zona real, a una zona de desarrollo próximo, necesito ayuda y crear un andamiaje. Y eso es lo que hemos notado, vamos de menos a más, explicando y resolviendo”, agregó.
De esta manera, los estudiantes toman seguridad en su inteligencia, a través de este método, y resuelven los ejercicios. También se requiere del compromiso y dedicación de los jóvenes. “Muy pocos profesores tienen la paciencia para hacerlo. El trabajo de nosotros es externo, hay que construir. Vemos qué podría venirles en los exámenes y vamos produciendo los ejercicios desde un punto A hasta el B”, añadió.
Malger señaló que la mayoría de los alumnos ven como un reto difícil tomar la carrera de ingenierías. En tanto, señaló que con un año y medio o dos de dedicación en el estudio deberían ingresar a la universidad de su elección.
“Lo normal es un año y medio o dos años de preparación y el alumno debería ingresar. Pero, como en toda carrera, debe haber un talento innato y paciencia. Existe mucha inmediatez que se ha vuelto en un problema social. El aprendizaje en el ser humano es un proceso lento y el estudiante, durante ese proceso, siente la desesperación. Todo se puede conseguir si tiene las cualidades y la técnica, el lugar le dé los mecanismos y las herramientas”, concluyó.
6 estrategias de andamiaje que puedes usar con tus alumnos
Las estrategias de andamiaje, dice la profesora Rebbeca Alber, toman más tiempo en los procesos de aprendizaje. Sin embargo, los resultados al final serán mejores y más satisfactorios.
El andamiaje significa partir el aprendizaje en “pedazos” y ofrecer herramientas o estructuras para cada uno de esos “pedazos”. En otras palabras, es el apoyo en los procesos de aprendizaje y es una herramienta muy útil para fomentar el empoderamiento de los estudiantes. Dicho concepto se basa en la visión constructivista de Vygotsky (psicólog ruso) con su concepto zona de desarrollo próximo (ZDP) que trata de la distancia de lo que el niño puede resolver por sí solo, y lo que podría realizar con la ayuda de un adulto o persona más capacitada, para que de esta manera desarrolle su potencial. En este sentido, el andamiaje permite que un niño pueda realizar una tarea o alcanzar una meta que no lograría sin recibir ayuda.
Pero específicamente ¿qué tipos de estrategias de andamiaje se puede utilizar? Rebecca Alber, profesora y colaboradora de Edutopia sugiere algunas de éstas. Probablemente ya las conoces o quizás hace un tiempo no las utilizas. En ese caso, vale la pena recordarlas para no olvidar que en cada sala de clase tenemos muchos tipos de estudiantes que necesitan estrategias como estas para aprender de una forma significativa. Rebecca, al igual que muchos profesores, sabe que las estrategias de andamiaje toman más tiempo, sin embargo, al final el resultado será mejor y la experiencia, mucho más satisfactoria.
Artículo relacionado: Cómo hacer que los alumnos desarrollen la creatividad sin limitarlos
1. Apela a los conocimientos previos
Pídele a los estudiantes que compartan sus experiencias e ideas sobre el concepto a estudiar y haz que lo relacionen con sus propias vidas. Algunas veces puede que necesiten pistas o sugerencias, pero ayudándolos a establecer esas conexiones, lo lograrán. Iniciar el aprendizaje desde los conocimientos previos de tus alumnos, y usarlos como marco para el desarrollo de la temática, dice Rebecca, no sólo significa utilizar un andamiaje, significa también, enseñar bien.
2. Dales tiempo de hablar
Todos necesitamos tiempo para procesar nuevas ideas, incluídos los alumnos. Ellos necesitan tiempo para dar sentido y articular verbalmente su aprendizaje en el marco de una comunidad de aprendizaje comprometida con la misma experiencia. Las discusiones funcionan mejor si son guiadas, independientemente del nivel de madurez de los alumnos. Para lograr esto, deberías utilizar estrategias de conversación estructurada, como conversaciones en parejas o en grupos.
Ver esta publicación en Instagram
3. Preparar el vocabulario
Algunas veces definido como “front-loading”, o pre-alimentación, se trata de una estrategia que los profesores no usamos muy a menudo. Muchos de nosotros enviamos a nuestros alumnos para que lean textos complejos, y allí ellos quedan atrapados con el vocabulario y pierden interés. Lo que debe hacer el profesor entonces es: 1. Introducir los términos de vocabulario en imágenes, y en contexto con cosas que ellos conocen, vinculadas a sus intereses. 2. Usar analogías, metáforas, y invitar a los alumnos a crear un símbolo o un dibujo para cada palabra. 3. Ofrecer tiempo para discutir las palabras. Sólo después de eso deberían aparecer los diccionarios, los cuales servirán solo para comparar las definiciones que han construido ellos mismos. Con esa docena de términos “pre-alimentados” los alumnos están listos para abordar los textos complejos.
4. Muestra y cuenta
Muchos profesores piensan: una persona puede aprender más cuando ve algo y no solo cuando escucha. Así que cada vez que puedas, muestra o demuestra a tus estudiantes exactamente lo que ellos esperan. Por ejemplo, si les pides un ensayo o un proyecto, deberías antes proporcionar un modelo ejemplo junto a algunas orientaciones y los puntos a evaluar.
Ver esta publicación en Instagram
5. Usa ayudas visuales
Organizadores gráficos, fotografías y esquemas, pueden servir como andamiajes y ayudar a los estudiantes a representar sus ideas y organizar información. Estas ayudas no deberían ser “el producto” o “la tarea” como tal, sino simplemente ayudas que estructuren el pensamiento de los alumnos. Algunos de ellos serán capaces de sumergirse en una discusión, la escritura de un ensayo o en la construcción de una hipótesis sin necesidad de usar una ayuda visual, pero la mayoría de ellos sacarán provecho de su uso para afrontar dificultades en la lectura o en la incorporación de información nueva.
6. Pausa, preguntar, pausa, revisar
Es una buena idea para comprobar la comprensión mientras los estudiantes leen un texto difícil o aprenden un nuevo concepto. Funciona así: se comparte una idea nueva, se hace una pausa (dando tiempo para pensar) y se formula una pregunta estratégica y luego se hace otra pausa. Tienes que pensar la pregunta con tiempo para que sea específica, estructurada y no concluyente. Mantén a tus estudiantes activos en la escucha, preguntando a alguno de ellos que identifique el quid de la cuestión de lo que se acaba de discutir, descubrir o preguntar. Si la clase parece atascada por las preguntas, ofréceles la oportunidad de discutir entre compañeros.
Este contenido ha sido publicado originalmente por La Republica en la siguiente dirección: larepublica.pe