La logopeda y educadora española María Soto (Galicia 1982), certificada por la Positive Discipline Association, nos aporta algunas herramientas de disciplina positiva en su libro Educa bonito (Editorial Vergara), “con una metodología que apuesta por una crianza basada en la firmeza y la amabilidad, donde los límites se establecen sin usar premios ni castigos.
Sosteniendo que «Los valores, los principios morales no deben cambiar, pero sí debemos revisar cómo enseñarlos, porque estamos educando a la generación del siglo XXI con herramientas educativas del siglo anterior». Opinión que ponemos a su consideración y reflexión, sugiriéndoles conocer con mayor profundidad el pensamiento y perfil de la educadora Soto en su blog: EDUCA BONITO.
Por motivos únicamente educativos y de formación permanente, compartimos partes de la entrevista que le hiciera a la profesora Soto a Beatriz Portinari y que publicó El País (España, 05/11/2020) y Yolanda García para La Voz de Galicia (España, 01/01/2021) cuyos originales puede Usted conocer de forma completa en los enlaces que indicamos al final. También, por considerarlo un buen complemento, y un versátil recurso para los diálogos en la comunidad educativa, compartimos un video de Educar es todo, colgado en YouTube, donde hay otros similares.
BEATRIZ PORTINARI: ¿Cuál es el error más frecuente en la educación de nuestros hijos?
MARÍA SOTO: “[…] Estamos educando con unas herramientas del siglo XX en pleno siglo XXI, cuando la sociedad, la forma de relacionarnos ha cambiado. Antes se trataba a los padres de usted, se obedecía por miedo más que por respeto, y las decisiones familiares se tomaban de forma vertical. Por eso es necesario un cambio en la forma de educar, para ofrecer a nuestros hijos herramientas suficientes para que aprendan a relacionarse de forma sana en la sociedad actual, que es horizontal”.
BEATRIZ PORTINARI: ¿En qué consiste la disciplina positiva y cómo se aplica en el día a día?
MARÍA SOTO: “La disciplina positiva es una metodología que tiene una base científica y aporta herramientas de neuroeducación que podemos aplicar a nuestra forma de educar. Ahora que sabemos cómo funciona el cerebro del niño podemos entender cómo crecen y qué necesidades tienen en cada etapa. La disciplina positiva consiste en un cambio de paradigma: educar sin premios ni castigos es posible; solo tenemos que aprender el lenguaje de los niños. Estas herramientas nos permiten ayudarles a crecer, para que aprendan porqué nos admiran como padres y confían en nosotros, no por miedo o por conseguir un premio”.
ENTENDER EL MAL COMPORTAMIENTO DE NUESTROS HIJOS
BEATRIZ PORTINARI: ¿Cuáles son los riesgos de educar con premios y castigos?
MARÍA SOTO: “Los premios y castigos son condicionamientos: una forma de adiestramiento que se queda en la superficie. Con esa forma de educar no estamos enseñando una habilidad, sino a evitar o repetir una conducta para conseguir algo. El castigo es el origen del bullying, porque los niños aprenden también lo que es la venganza y a infligir dolor a otros. Y los premios y alabanzas son aún más peligrosos porque crean “cerebros adictos” a esa recompensa, una forma fugaz de alegría, […]”.
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BEATRIZ PORTINARI: ¿Cómo se establecen los límites en la disciplina positiva?
MARÍA SOTO: “De manera respetuosa. Podrías enfadarte, chantajear al niño, castigarle, o bien podrías pactar con ellos, desde pequeños, para que cuando crezcan confíen en sí mismos y en nosotros como padres. […] Porque [cuando] hay una confianza mutua [se] sabe que no vamos a juzgar, reñir o castigar, sino a ayudar. Cuando a un niño le das confianza desde pequeño es innecesario imponer castigos”.
BEATRIZ PORTINARI: Y cuando son pequeños, ¿cómo podemos interpretar un mal comportamiento?
MARÍA SOTO: “Partiendo de la base de que un mal comportamiento es solo una mala decisión […] tenemos que descifrar y reflexionar sobre qué ha motivado esa conducta, no solo la conducta en sí. […] En realidad, los niños son maestros de la empatía: lo que ellos sienten te lo harán sentir a ti porque no saben aún expresarlo con palabras. […] Los seres humanos nos comunicamos por contagio de emociones. […] no atiende lo que le dices, sino a lo que les hacemos sentir y así nos harán sentir ellos”.
BEATRIZ PORTINARI: ¿Cómo se puede “educar bonito” en plena pandemia?
MARÍA SOTO: “Es una situación muy exigente […] contraria a la esencia humana, pero es algo temporal […] Para crecer sanos emocionalmente, los niños deben sentirse seguros y capaces. […] Por eso necesitan que los adultos les transmitamos seguridad. […] Con pandemia y sin ella, errores vamos a cometer siempre en la educación y no pasa nada, errar es humano. Lo que debemos recordar es que no se trataba solo de educar bien, sino de educar bonito”.
El enlace a la fuente original de El País es éste: MARÍA SOTO: “EDUCAR SIN PREMIOS NI CASTIGOS ES POSIBLE: SOLO TENEMOS QUE APRENDER EL LENGUAJE DE LOS NIÑOS”
YOLANDA GARCÍA: ¿Por qué se llama Educa Bonito?
MARÍA SOTO: “Precisamente, la metodología te enseña que, aunque no vayas a poder hacerlo bien, sí que puedes intentar que sea más bonito y tener una relación más fluida con tus hijos. Priorizarla, por encima de lo que está bien y mal”.
YOLANDA GARCÍA: ¿Puede ser confuso educar en casa de una forma y que en el colegio sea otra?
MARÍA SOTO: “En los centros educativos, en general, se continúa con el método conductista. La Disciplina Positiva nos enseña a dar a los niños herramientas para la vida. No los estamos educando para crear una burbuja de nuestra Disciplina Positiva. En el cole, si les castigan, les enseñamos a respetar las decisiones del maestro o la maestra y a intentar entender por qué ha pasado, para qué y aprender a que no nos castiguen. Todas las herramientas les van a enseñar a vivir en un mundo conductista, tú les vas a enseñar habilidades para que tomen decisiones y sepan manejarse en cualquier situación. Esa misma pregunta se da en relación a las parejas: ‘Yo aplico esto, pero mi pareja no’. Tú le vas a enseñar a respetar”
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YOLANDA GARCÍA: En una situación como la del covid, ¿es más necesaria la Disciplina Positiva?
MARÍA SOTO: “Sí, más que nunca. En Disciplina Positiva explicamos a los padres qué es realmente ‘mal comportamiento’, qué pasa. Cuando lo entienden, lo enfocan de forma más compasiva y comprensiva. En esta época les estamos exigiendo muchísimo a los niños, ¡muchísimo! No pueden hacer cosas vitales como moverse, tocarse, relacionarse. Hay que hacer el esfuerzo doble por entenderles, si en algún momento se desbordan, explotan, etcétera… “
El enlace a la fuente original de las dos últimas preguntas y respuestas publicadas en La Voz de Galicia es éste: MARÍA SOTO, DE EDUCA BONITO: «SI A UN NIÑO LE DICES: ‘CÁLZATE’, NO TE VA A OBEDECER»
«… es importante no caer en la culpa y tener compasión con nosotros mismos, pues hemos sido educados bajo unos principios que anulan la voluntad y el criterio propio, por lo que nos encontramos intentando educar sin saber cómo». (Bebés y más, 20/01/2021).