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Sobre el uso de un lenguaje inclusivo con “desdoblamiento de género” del idioma español (I PARTE)

Quizá le haya sucedido que en ocasiones haya sido testigo o tomado parte en diálogos sobre posiciones referidas al hacia el uso de la lengua española por algunas personas, políticos, comunicadores o representantes de colectivos sociales, a propósito de temas lingüísticos sensibles, que cobran actualidad y presencia en los medios de comunicación y redes hispanohablantes, respecto al “lenguaje incluyente” o “lenguaje inclusivo” que proponen el uso de expresiones como “todxs”, “todes” o “tod@s”, y «los ciudadanos y las ciudadanas», «los niños y las niñas», …
LENGUAJE INCLUSIVO SEGÚN LA RAE (07´ 59”)

Para la RAE el uso de las letras «e» y «x» o el uso de @ con fines inclusivos de género es «innecesario», pues “el masculino gramatical ya cumple esa función como término no marcado de la oposición de género, y el desdoblamiento es artificioso e innecesario desde el punto de vista lingüístico, por ir contra el principio de economía del lenguaje y se funda en razones extralingüísticas, deben evitarse estas repeticiones, que generan dificultades sintácticas y de concordancia, y complican innecesariamente la redacción y lectura de los textos. El uso genérico del masculino se basa en su condición de término no marcado en la oposición masculino/femenino; pues de por sí ya tiene una variante para la inclusión: el masculino gramatical que “cumple esa función como término no marcado de la oposición de género”.

Estas normas, la encuentra Usted en este enlace: LENGUAJE INCLUSIVO: LA RAE ASEGURÓ QUE EL USO DE LA “E” ES INNECESARIO

Según la RAE la expresión lenguaje inclusivo admite al menos dos interpretaciones:

  1. aquel en el que las referencias expresas a las mujeres se llevan a cabo únicamente a través de palabras de género femenino, como sucede en los grupos nominales coordinados con sustantivos de uno y otro género.
  2. cuando el uso genérico del masculino se basa en su condición de término no marcado en la oposición masculino/femenino, pues incluyen claramente en su referencia a hombres y mujeres cuando el contexto deja suficientemente claro que ello es así. «LOS CIUDADANOS Y LAS CIUDADANAS», «LOS NIÑOS Y LAS NIÑAS»
LENGUAJE INCLUSIVO (02´)

Algunos filólogos y lingüistas opinan sobre lo que la RAE llama “desdoblamiento artificioso e innecesario desde el punto de vista lingüístico que el idioma español”, diciendo que convencionalmente el idioma español “evita las definiciones de género o sexo, abarcando a mujeres, varones, personas transgéneros e individuos no binarios por igual”, lo que resulta machista. Por eso proponen apelar a un lenguaje inclusivo que tenga en cuenta a toda la diversidad humana, incluyendo a quienes no se identifican con ninguno de los dos géneros vinculados a la biología (mujer / hombre). Consideran que solo impulsando cambios en la lengua se logrará que cambie la realidad que el idioma español designa.

En el idioma español, la ausencia de una forma plenamente femenina no conlleva necesariamente la invisibilidad de la mujer; como sostiene a la doctora en filología románica por la Universidad de Barcelona (España) especialista en investigación sobre sexismo y lengua, Eulalia Lledó (1952): “el lenguaje no es sexista en sí mismo, sí lo es su utilización. Si se utiliza correctamente también puede contribuir a la visibilización de la mujer”.

Permítannos compartirles un video, y sugerirles escuchar al profesor Sergio García especialista en Castellano, Literatura y Latín, Master en el empleo de nuevas tecnologías para la enseñanza de las lenguas, coordinador del Bachillerato Internacional y Coordinador de Capacitaciones docentes en el Deutsche Schule Instituto Ballester (Buenos Aires, Argentina), quien explica la importancia de enseñar y practicar una buena comunicación sobre el género masculino, femenino y neutro desde el aspecto de categoría gramatical.

EL LENGUAJE INCLUSIVO EN LA ESCUELA (14´ 08”)

Estas son algunas de las razones por la que consideramos muy importante que, como profesores, debemos conocer y estar atentos -personal y comunitariamente- a las orientaciones de la RAE, la reflexión de las opiniones de los lingüistas de reconocida trayectoria y el de los organismos cercanos a nuestra tarea docente, para tener mayores elementos de juicio sobre el uso (correcto) y la enseñanza (debida) del idioma español; y sepamos cuáles son los conocimientos que tenemos que enseñar  en las aulas y distinguir de aquellos conceptos que libremente podemos expresar a título personal sobre el lenguaje inclusivo con  “desdoblamiento de género”, y sabiendo que no solo en el ámbito escolar con los alumnos, los padres y los compañeros, sino en su vida entera, pues  la honestidad es una virtud como un rasgo específico de quien desempeña la tarea docente.

Nuestra tarea docente “no es tanto enseñar al alumno una multitud de conocimientos que pertenecen a campos muy especializados sino, ante todo, aprender a aprender, procurar que el alumno llegue a adquirir una autonomía intelectual. [a desarrollar las] destrezas de orden superior como las del pensamiento crítico. […] de tal manera que permitan a los estudiantes relacionar sus conocimientos previos y experiencias, formular sus propias preguntas, e incluirlo en la planificación de su propio aprendizaje. […] Es por ello que implementar estrategias de enseñanza sistemática de habilidades cognitivas, metacognitivas y disposicionales es un desafío que no debe pasarse por alto en las instituciones educativas de cualquier nivel”, desde la formación inicial docente. Cf PENSAMIENTO CRÍTICO EN EL AULA

De alguna manera, coincidiremos que el mejoramiento de nuestra práctica docente dependerá del tiempo que invirtamos en mejorar nuestra formación permanente, la revisión conceptual y nuestra capacidad, investigativa, que nos facilite poder asumir con mayor seguridad y responsabilidad una posición frente a temas que tienen una o varias propuestas de solución, haciendo un claro deslinde entre nuestra tarea de transmisión de conocimientos universales y la propia iniciativa. De la claridad del uso de determinadas palabras en nuestro discurso, puede depender el futuro de nuestros estudiantes para la convivencia, el respeto, la tolerancia, la honestidad, el bienestar, la igualdad y la equidad que una educación en el siglo XXI nos exige. Aún sabiendo que, como en casi todos los debates, es posible que en este tema las dos partes tengan algo de razón, porque “nadie nos ha dicho «hasta aquí hemos llegado», y que la adopción de términos inclusivos sería tan sólo uno de muchos cambios que han ocurrido y ocurrirán por la propia naturaleza de la comunicación”. cf DEFINICIÓN DE LENGUAJE INCLUSIVO 

Nuestra comunicación, a través del lenguaje, debe tener en cuenta las nuevas formas de contenido social que adopta el idioma, -pues tiene un impacto directo en las nuevas formas de hacer y de pensar hoy y con proyección futura-, como sociedad. La tarea docente, a través del lenguaje es un trabajo pedagógico y una competencia profesional, que permite al profesor desarrollarse como ser social e interactuar en cada espacio con sus semejantes, lo que lo obliga a prepararse en este sentido y a profundizar en las cuestiones referidas a este proceso. Y ser competente en el manejo del idioma, para no ser un mero “repetidor” de giros lingüísticos, jergas, lunfardo, caló, …, sino manifestar en la práctica, que posee “un tipo de competencia comunicativa con características y misión específica, pues es parte de un escenario particular en la formación y desarrollo de la personalidad que es el ámbito pedagógico”, de estudiantes que  usarán el lenguaje aprendido como “una fuerte herramienta para el trabajo y en una exigencia profesional”. (cf MSc. Yanelis de la Caridad Pompa Montes de Oca, Dr.C. Idalberto Amado Pérez López).

Nuestras palabras, como educadores, deben ser más empáticas y sensibles, más humanas y humanizantes, porque con el idioma transmitimos la riqueza acumulada de nuestra cultura, y enseñamos el respeto al otro y a los otros, a nuestra sociedad, sin descartar ni ignorar a nadie, y siempre con una clara perspectiva de respeto a los valores universales. Los profesores estamos llamados al dominio de las herramientas necesarias, con el objetivo de ser eficientes comunicadores competentes en el ámbito pedagógico. Y la adquisición de una competencia comunicativa, entendida como un ”saber hacer” en situaciones concretas que requiere la aplicación de conocimientos, habilidades y actitudes propias del lenguaje, asume características especiales por cuanto forma parte de un particular en la formación y desarrollo de la personalidad, de los estudiantes.

Recordemos que nuestra formación permanente, nos exige no solo el conocimiento de los contenidos que tenemos en los textos escolares, sino que resulta indispensable tener una clara opinión personal sobre el uso, función y estructura de la comunicación verbal y no verbal que usamos en nuestras clases y en nuestro medio social. Lejos del buen profesor el usar el lenguaje español para adoctrinar, aleccionar, adiestrar, manipular, …  según nuestro pensamiento. La tarea docente, reiteramos, propicia el pensamiento crítico y autónomo de los estudiantes. Y para que “no suceda, ni por asomo” algún atisbo de direccionamiento doctrinal, debemos prepararnos, desde la formación inicial docente, para saber enseñar a aprender a aprender con capacidad crítica, autónoma y responsable.

En la segunda parte, que le invitamos a leer, las Naciones Unidas se pronunció sobre este tema, la RAE se ubica frente a la influencia de los otros idiomas y cómo adquirir una “conciencia panlingüística” sin atentar contra el idioma español, la opinión de dos miembros prominentes del Directorio de la RAE, la responsabilidad ética de los profesores frente al lenguaje y  la comunicación del idioma español y un video con la opinión del escritor Mario Vargas Llosa sobre el lenguaje inclusivo.

REDACIÓN WEB DEL MAESTRO CMF



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comentarios 4
  1. El artículo tiene una redacción FARRAGOSA e innecesariamente AMPULOSA, llena de obviedades irrelevantes para el debate. Se queda en tierra de nadie sin entrar en el corazón de el problema: ¿Realmente todos los aspectos del español actual que ciertos sectores identifican como machistas lo SON hasta el extremo de cambiar nuestra percepción del papel de la mujer y de otras identidades de GÉNERO de tal forma que su eliminación mejoraría La situación de estas personas? Algunos sí, en gran parte no. si con reapecto al uso tradicional de las marcas de género en sustantivos y adjetivos, las SOCIEDADes cuyas lengua NO tienen tales marcas serían más equitativas y respetuosas (No lo son) y todos los países en que se habla castellano tratarían a los no varones por igual ¿NO será que, por el contrario Se está pretendiendo curar una enfermedad (el machismo) centrando el DEBATE en eliminar un supuesto síntoma (De forma cognitivamente COSTOSA por forzada) en vez de ir a la raíz de la enfermedad? ¿realmente alguien no prejuiciado puede pensar que cuando hablo de «mis AMIGOS» en contexto estoy excluyendo a mis amigas o «AMIGUES»? lo que hay que cambiar es la educación sobre la condición humana y el respeto, no un ASPECTO (La lengua) Que tiene los significados y connotaciones que entre todos le queramos dar. El cambio en el uso de los géneros gramaticales podría tener un efecto propagandístico superficial, no de RAÍZ. la lengua puede seguir funcionando tal como está, sin comernos el tarro en demasía pensando a quien OFENDEMOS y qué nuevas terminaciones tenemos que usar y la sociedad puede seguir consiguiendo igualdad y respeto para las MUJERES (incluso de manera más eficiente si la batalla se lleva a los aspectos centrales del problema) así como Para quienes cambien de género o no se identifiquen con NINGUNO. para mí «Todos» ya incluye a Todas Y «Todes», y » ciudadanos» a ciudadanas y «CIUDADANES». si el problema es que estas formas se consideran «Masculino plural» y esto irrita, PASÉMOs a llamarles «Plural neutro» y se acabó La historia.

  2. Hay una tercera manera de verlo: Estoy en contra del lenguaje inclusivo por que genera divisiones entre las PERSONAS. LAS personas con distinta identidad de género no se sienten integrados cuando se refieren a ellos con pronombres masculinos, así que demandan la inclusión de un género gramatical distinto para ellos solos, y yo me pregunto: Acaso no ven lo contradictorio que suena? Por qué nadie debería hablarte de una manera distinta a otra persona? Acaso importa más tu género a tu humanidad?. Personalmente no me gusta el CONCEPTO de sexo por encima de persona, yo no me dirijo a nadie por un género, yo hablo con PERSONAS, no con hombres o mujeres, y menos aún con «persones» por lo que si no me RESPETAN como persona y me ven como a un hombre, yo no RESPETare su tampoco humanidad.

  3. Los que defienden el lenguaje inclusivo son parte de ila zquierda manipuladora que apoya «aparentemente» a todas las minorías para logras sus votos..luego los. OLVIDAN. Nadie quiere a estos pseudo grupos…lamento que existan.
    Vuelvan al útero a ver si salen normales esta vez…

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