Maestros al servicio de la educación

Tenemos (todos) la obligación de exigir la selección de buenos candidatos a la tarea docente

Entendemos que calidad docente, entre otras definiciones, es aquella capacidad y habilidad que poseen los profesores para actualizar y fortalecer su formación inicial y que los califica singularmente como “artesanos” para ayudar a los niños y jóvenes a lograr un aprendizaje profundo y alcanzar sus metas, mediante el conocimiento de contenidos y el manejo de técnicas pedagógicas y metodológicas que despiertan el interés por el aprendizaje y respetar su estilo de aprendizaje.

Mientras que la calidad educativa se refiere, de una manera general, a la eficacia para alcanzar esas metas y objetivos propuestos -opina la profesora Rocío Cabrera- con parámetros que buscan mejorar, buscando una mejora constante en todos los elementos que interfieren en la enseñanza, la excelencia educativa busca la perfección de ese proceso enseñanza-aprendizaje. Cf La importancia de la excelencia educativa

La peculiaridad de la tarea docente no solo es buscar la calidad y la excelencia en el  proceso enseñanza-aprendizaje,  un esfuerzo constante por mejorar su intervención en el proceso educativo, con el principal objetivo de alcanzar el máximo logro de aprendizaje en todos y cada uno de los alumnos; lo hace un profesional capaz de superar “de formar a ciudadanos con pensamiento crítico, libre, responsable y ético, para desempeñarse en una sociedad globalizada, interconectada, transversalmente mediatizada por tecnologías y corresponsable de la sostenibilidad ambiental, pero mirando al futuro”. Como lo recomienda la nueva hoja de ruta “La Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible: una oportunidad para América Latina y el Caribe”, es importante el aporte de cada uno, y en especial de quienes estamos en el mundo de la Educación, para lograr una educación inclusiva, de calidad y excelencia para todos, convencidos de que la educación es uno de los motores más poderosos y probados para garantizar el desarrollo sostenible.

Con esfuerzo no se llega a la meta, se llega a la excelencia (05´ 00”)capacidad y habilidad de poseen los profesores

Para lograr una educación de calidad y excelencia, partimos con la firme convicción que el profesor no tiene una ruta rígida para realizar su tarea docente, sino que, por el hecho de trabajar con estudiantes distintos y únicos, ha aprendido a aprender cada día la facilidad de descubrir nuevos caminos pedagógicos. Si bien todas las profesiones forman con creatividad y versatilidad, la tarea docente goza de la particularidad del asombro y el descubrimiento como base para aprehender nuevos conocimientos y asimilar los valores como un contenido específico en los currículos escolares de todos los niveles educativos.

El maestro aprende a ser profesor por su formación inicial y continua, y se va haciendo un especialista en el desarrollo de su capacidad y disponibilidad para ajustar el proceso de enseñanza – aprendizaje, con cada grupo de alumnos, a los que seguramente más adelante denominarán “el tercio superior”, pero nunca dejará lejos de su tarea a los que algunas veces quedan “regados a su suerte” como difíciles, limitados o perdedores. Esto pone a la profesión docente en otro nivel, no solo por el reconocimiento social, sino por su rol protagónico en la educación de los futuros ciudadanos de su sociedad. Cf Los maestros artesanos tienen las ideas claras sobre el qué y el cómo hay que enseñar, el porqué y el para qué hacerlo con la IA (I Parte)

Para algunos, -aunque felizmente no para todos-, la tarea docente no responde a una inclinación vital, sino a un ordenamiento y una necesidad social que se puede dar a cualquier buen postulante. Pocas opiniones, como ésta, a veces socializadas sin mayor reflexión, han hecho tanto daño al afirmar o corroborar que cualquiera, sin contar con [un llamado existencial y vocacional, y sin] una con una preparación profesional de alto nivel, puede enseñar; y que -según el profesor mexicano Manuel Gil Antón-, solo anuncia ignorancia, y ha sido propagada por la frivolidad inculta de algunas personas en estas cuestiones y apoyada por una “mala prensa”. “No es infrecuente escuchar la sentencia que afirma que “el que sabe, hace, y el que no sabe, enseña”. Dedicarse a ese oficio es signo de fracaso en el campo profesional e, incluso, realizar estudios superiores en una escuela Normal significa, para una gran cantidad de personas, el último remedio frente a la imposibilidad de acceder a una universidad”. Sin embargo, para quienes estamos en esta tarea, sabemos que no se puede valorar al magisterio si su tarea no tiene densidad intelectual, complejidad en la formación que conduce a ella, el dominio de aptitudes reflexivas de hondo calado, la calidad y la excelencia. “Es la incomprensión de lo que implica ser docente como una profesión de alto nivel la que subyace a [cierto] menosprecio social, [como si fuera una persona] que solo “da clases” y no investiga, pertenece al clero bajo, ajeno a los salones donde se desplaza la soberbia intelectual.” ¿Cualquiera puede enseñar?

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El pedagogo y filósofo brasileño Paulo Freire afirma que quien enseña, no solo trasmite contenidos, sino que requiere aceptar la existencia de quien enseña y de quien aprende. “El enseñar y el aprender se van dando de manera tal que, por un lado, quien enseña aprende porque reconoce un conocimiento antes aprendido y, por el otro, porque observando la manera como la curiosidad del alumno aprendiz trabaja para aprehender lo que se le está enseñando, sin lo cual no aprende, el educador se ayuda a descubrir dudas, aciertos y errores [desde] las adivinaciones de los alumnos, a su ingenuidad y a su criticidad […] El educador aprende primero a enseñar, pero también aprende a enseñar al enseñar algo que es reaprendido por estar siendo enseñado”. Y esa labor única, y no para cualquiera, lo lleva a exigirse una calidad formativa lo más perfecta posible y a buscar la excelencia que le ayude a él y sus estudiantes a alcanzar los objetivos trazados. Cf Paulo Freire: enseñar no puede ser un simple proceso de transferencia de conocimientos del educador al aprendiz

El profesor peruano Hugo Díaz, afirma que el buen maestro, profesor, … “ilusionado, motivado, que valora el trabajo bien hecho, podrá hacer frente con mucho más éxito a las adversidades o inadecuadas condiciones de trabajo que presentan la mayoría de las instituciones de enseñanza; podrá sacarle provecho a diseños curriculares o de evaluación mediocres, se asegurará que todos sus alumnos aprendan, atenderá la diversidad de los mismos y formará en ellos una autoestima y deseo de superación que les permita tener éxito en los proyectos de vida que vayan construyendo. [Mientas que el mal maestro, profesor] escasamente comprometido con sus responsabilidades, que no siempre prepara clases, que no está comprometido con los objetivos institucionales, que no se lleva bien con sus estudiantes o que no se preocupa de actualizarse regularmente terminará haciendo mucho daño a sus alumnos y la institución en a que trabaja: desaprovechará el potencial y talentos que sus alumnos pueden desarrollar a tiempo, afectará el clima laboral y, en general, arriesgará el logro de las metas de aprendizaje que la institución se haya propuesto”.

profesores

Consideramos que es una condición imprescindible, “sine qua non”, que para tener una educación de calidad con maestros que aspiren a la excelencia, es necesario minimizar los riesgos de error en los procesos de selección de los candidatos a la docencia y la permanente evaluación de quienes están en las aulas, ayudando a los padres en el cumplimiento de su deber en nombre de la comunidad humana que les ha confiado esa tarea social única. Los hombres y mujeres que desempeñan la función que requiere de una inclinación vital, como es el educar en las escuelas, lo hacen con una vocación que “requiere de dotes especiales de alma y de corazón, una preparación diligentísima y una continua prontitud para renovarse y adaptarse” (cf CA 56), es decir, ser un ser humano y un profesional de excelente calidad, siempre dispuesto a la investigación y al cambio. Y esto es lo sentimos en la Web del Maestro CMF, cuando nos comparten sus experiencias y están abiertos a la escucha. Cf Procuremos una buena selección de personal docente

El director del Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (UNESCO IESALC), Francesc Pedró, reitera que “la calidad de un sistema educativo nunca será́ superior a la calidad de sus docentes”, y para ello debemos, como sociedad, exigir al Estado que genere espacios de investigación y formación del docente, así como facilitar su “feedback”.  Y opina que “tendemos, desde hace unos años, a dar más importancia a las metodologías y a los dispositivos que a los contenidos y a los maestros. ¿Es acertado eso? La respuesta se encuentra en un estudio realizado por McKenzie en el año 2011, en el que se analiza veinte sistemas educativos en todo el mundo. […y ] el estudio explica cómo sistemas educativos con gastos similares pueden llegar a tener resultados distintos. […] Porque el maestro es aquél que conoce y ama su materia, es aquél que la transmite con pasión, con afecto, con sensibilidad, con intuición… Cualidades que nunca tendrán los dispositivos tecnológicos”. La calidad de un sistema educativo nunca estará por encima de la calidad de sus docentes

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Si deseamos tener una normativa para seleccionar buenos profesores, comencemos por valorar, ahora, con obras y no solo con promesas, la profesión docente y, elaborando y poniendo en práctica la carrera profesional docente como atrayente, provocadora, emocionante, hermosa, realizadora, plena, …  para atraer a los mejores estudiantes para ser profesores de calidad y excelencia en los salones de clase y en su comunidad educativa. Andreas Schleicher, fundador del Informe Pisa y director de Educación de la OCDE, opina que, para tener buenos docentes, tienes que atraer a las personas más talentosas a esa profesión, ofreciéndoles una carrera llena de retos, así como buenas condiciones de trabajo. Y si bien salen de los pedagógicos y las facultades de educación, bien formados, “es importante garantizar que una parte considerable del entrenamiento ocurra en las aulas de clase de las escuelas, no solo en las universidades. Los salones son los lugares donde los maestros obtienen mucha de la técnica y de la formación. Las clases tienen un equilibrio entre la teoría y el entrenamiento práctico, […] Para enseñar a un nivel más profundo, para que los alumnos aprendan a pensar de forma científica, el profesor tiene que tener conciencia de la didáctica de la disciplina. Él no puede enseñar a pensar de forma científica solamente siguiendo el libro de texto”. La formación inicial docente debe asegurar profesores de calidad y soñadores de excelencia. Si deseamos “que las personas más talentosas y competentes en la sociedad se conviertan en maestros”, eso “ya lo hemos aprendido de Finlandia.» Cf Informe Pisa: ¿cómo tratan a sus profesores los países con la mejor educación?

Claudia Costin, directora del Centro para la Excelencia y la Innovación en Políticas Educativas de la Fundación Getulio Vargas (FGV) de Brasil, también coincide al declarar que «en Finlandia es muy difícil ser maestro y hay muchos aspirantes, incluso a pesar de que pagan menos que otras profesiones que exigen el mismo nivel de formación». La selectividad es esencial para darle prestigio a la profesión de docente. “La falta de cualificación de los maestros hace difícil que los estudiantes desarrollen la capacidad de «reflexión científica». Esto es: que aprendan la lógica detrás de las lecciones que reciben y puedan aplicar ese conocimiento de forma crítica en lugar de simplemente repetir un contenido que memorizaron. IBIDEM. Y como sostiene el profesor Xavier Melgarejo “conviene aprender a saber quién es un buen maestro, cómo se busca, cómo se le asignan las clases para asegurar que cada niño se beneficie de lo que le enseñan”. Y que los mejores resultados académicos, los países más sobresalientes, no lo han logrado con un “as bajo el brazo”, sino fortaleciendo del clima escolar mediante un vínculo más estrecho entre las escuelas y los padres de familia y la selección, formación y capacitación permanente de los profesores”. Cf Estas son las estrategias de los mejores sistemas educativos: selección, formación, pago justo y capacitación permanente de profesores

Los profesores con calidad educativa son capaces “de satisfacer todas las necesidades del alumnado, adaptando la educación a las diferentes características y particularidades que puedan dase en el aula. Es decir, se trata de un concepto que indica adaptación, un continúo cambio para la búsqueda de una mejora que logre todas aquellas metas y necesidades que puedan darse”. Una buena educación debe buscar la excelencia como meta prioritaria, ya que, de lo contrario, si se conforma con garantizar ciertos mínimos establecidos, lo único que acaba por asegurar es la mediocridad. Entendemos esta como aquella que no presenta una calidad ni un valor mínimo aceptable. Con esto queremos decir que para que una educación sea de calidad y, por tanto, persiga la excelencia educativa, es necesario que la misma no sea igualitaria sino equitativa. Cuando se busca el igualitarismo se están garantizando esos mínimos, pero jamás se va a dar una excelencia si no se es capaz de alcanzar el máximo de cada uno de los alumnos”. 

“Promover la excelencia educativa equivale a facilitar todos aquellos recursos necesarios, [infraestructurales, alimenticios, psicológicos, ambientales, relacionales, de actualización…] para cada uno de los alumnos, eliminando cualquier tipo de desigualdad que pueda llegar a darse, [permitan a todos] tener los mejores resultados obteniendo el mayor alcance. Y aunque pueda llegar a resultar algo complejo y costoso, debería ser nuestra principal meta como sociedad. El término excelencia educativa resalta la necesidad de hacer realidad esa calidad educativa para que se considere merecedora de ese valor tan elevado, aunque hace especial mención, a que se trata de aquello que está por encima del resto y que está casi al alcance de la perfección”. (Rocío Cabrera, publicación citada)

Ojalá que esta publicación, pueda suscitar en usted, sus colegas y toda su comunidad educativa, un mayor entusiasmo por revalorar la tarea del profesor, y sean los primeros en promover la selección exigente de los postulantes a la tarea docente, una formación inicial de calidad y un real reconocimiento social de su trabajo. Esperamos que usted sea de aquellos maestros conscientes que su quehacer diaro puede cambiar la vida de sus estudiantes, de los futuros ciudadanos de su sociedad y del mundo, que habrán de legislar sobre la calidad y excelencia educativas.

“La excelencia en la calidad docente del profesorado es un elemento crucial para ejercer con éxito la actividad académica”. (Universidad de Almería)

REDACCIÓN WEB DEL MAESTRO CMF



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