Maestros al servicio de la educación

La autoridad docente se da con el interés, el amor a aquellos a los que enseñas

El filósofo español Emilio Lledó Íñigo (1927) formado en Alemania, ha sido profesor en las universidades de Heidelberg, La Laguna, Barcelona y Madrid (UNED) y es miembro desde 1994 de la Real Academia Española, en la que ocupa el sillón «ele». Cursó la enseñanza secundaria en el Instituto Cervantes de Madrid y se licenció en filosofía en la Universidad de Madrid (1952), luego fue a Alemania donde prosiguió sus estudios logrando concluir allí su tesis doctoral en la Universidad de Heidelberg. En España ejerció la docencia secundaria (Valladolid), la cátedra de Fundamentos de filosofía e Historia de los sistemas filosóficos de la Universidad de La Laguna, y luego la cátedra de Historia de la Filosofía de la Universidad de Barcelona.

Lledó tradujo de joven el clásico de Wilhelm Capelle, Historia de la filosofía griega (última edición, Gredos, 2003). Más tarde, prologó extensamente ediciones de Platón (de quien había traducido varios diálogos) y de Aristóteles. Por otra parte, colaboró en trabajos colectivos para la difusión de la filosofía. Y ha dirigido una colección selecta de pensamiento para el Círculo de Lectores. Entre sus publicaciones están: Lenguaje e historia (1978), El silencio de la escritura (1991), Imágenes y palabras: ensayos de humanidades (2017), Sobre la educación (2018), Elogio de la infelicidad (2020) y Fidelidad a Grecia (2020).

En 1990, recibió el premio Alexander Von Humboldt del gobierno de Alemania, en el 2014 fue investido doctor honoris causa por la Universitat de Lleida (España) y también recibió el «Premio Nacional de las Letras Españolas», en el 2015 se le otorgó el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades, y en el 2018 rechazó la Medalla de Oro de la Comunidad de Madrid.

El haber compartido más de 10 publicaciones de Aprendamos Juntos, en nuestra serie Aprendamos juntos para sumar por la educación, nos ha favorecido (consideramos), a escuchar exposiciones de excelentes especialistas, que no nos hubiera sido posible encontrarlos en nuestras geografías, y que nos han proporcionado mayores elementos de juicio para el desarrollo del pensamiento crítico, analítico y propositivo; para sumar en el mejoramiento de la educación de nuestra realidad particular.

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Este diálogo entre el profesor Lledó y el Licenciado y Doctor en Filosofía Cipriano Játiva es, lo hemos elaborado teniendo como fuente la publicación de la serie APRENDEMOS JUNTOS, de El País (España), BBVA y Editorial Santillana, y que compartimos (en parte) por motivos únicamente educativos y de formación permanente -cuyo enlace lo señalamos al final de este artículo-. Esperamos que sea de utilidad y ayuda en nuestra tarea educativa, por lo que les sugerimos leer la transcripción completa, y visualizar los dos videos, que podrían ser un excelente recurso para el diálogo y el manejo acompañado en la construcción del pensamiento crítico, de los tres agentes del proceso educativo Es oportuno aclarar que la elección de los fragmentos, los resaltados y letras cursivas en esta publicación son nuestros.

LA ESENCIA DE LA EDUCACIÓN ES MOSTRAR EL MUNDO COMO POSIBILIDAD (MOMENTO DESTACADO 04´ 31”)

CIPRIANO JÁTIVA:  En general, ¿cómo concibes la educación? ¿Qué es para ti ser un hombre, un hombre o una mujer, educado?

EMILIO LLEDÓ: “[…] esta educación nos viene, por supuesto, de la familia, del ambiente, de la escuela, de los amigos, etcétera. Pero sobre todo tiene que venir de la escuela, tiene que ser, tiene que brotar por parte de o de parte de profesionales de la enseñanza, de la educación, para sacar lo que de alguna forma tiene que estar en nosotros mismos, que es ese progreso, ese avanzar en, y también es un tema de Kant, en libertad. […] Voy a decir un adjetivo un poco fuerte: “siniestras”, es la de meter en la cabeza de los niños determinados aprendizajes, determinados grumos mentales, como suelo decir, que impiden esa fluidez de las neuronas, esa vida de las neuronas. Esa vida que es la libertad. Por eso una de las enseñanzas fundamentales de la educación es dar pie a esa libertad, dar alimento a esa libertad y que la mente del niño, que es tan, tan prodigiosa, cuando… […no están], inoculados por una enseñanza “asignaturesca”, que me gusta decir esto, asignaturesco, o sea cuadriculante. Naturalmente que tenemos que aprender cosas y datos, y bueno, hasta cierto punto, pero no es eso lo esencial de la educación. Lo esencial de la educación es la fluencia que te hace ir abriendo el mundo como posibilidad, porque yo creo que uno de los conceptos fundamentales de la vida humana, de la inteligencia, de la educación, es el concepto de posibilidad, que el mundo se te presente como posible. Si te lo dan ya realizado, cuajado, cuadriculado… […]

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SI VOLVIERA A NACER, VOLVERÍA A SER PROFESOR (VIDEO COMPLETO 53´ 21”)

CIPRIANO JÁTIVA:  … me gustaría un poco que nos hablases un poco de en qué sentido aquella experiencia alemana, digamos, siguió desarrollando esa idea de libertad que es fundamental en la educación.

EMILIO LLEDÓ: “[…] no había asignaturas, los profesores hablaban de lo que querían, dentro, por supuesto, de su especialidad. […] Claro, yo iba buscando la asignatura, la asignatura no existía, y claro, tuve, no yo, sino cualquier persona normal, tuve la intuición de que eso era enseñar. […] Por eso los exámenes, los exámenes, que solían ser orales, los que yo hice, me preguntaban: “Bueno, ¿qué ha preparado usted?”. Eso es maravilloso. “¿Qué ha preparado usted? […] “Pues he leído a Tucídides y un poco también a Heródoto”. “Bueno, pues vamos a hablar de eso”. Esto era la creación, esto era educar. Era la creación de la libertad. […]”.

CIPRIANO JÁTIVA: ¿Cómo se podría enseñar a ser crítico? ¿Piensas que eso se puede enseñar o no es posible?

EMILIO LLEDÓ: “Crítico” tiene que ver con “krínein”, un verbo griego que significa “juzgar”. Juzgar es saber entender tú lo que te están enseñando, o sea, poner tú ya una… estás empezando a sacar de ti. “Educare”, “educere”, sacar de ti algo para captar eso que te ofrecen e internalizarlo, meterlo dentro de ti para que, de alguna manera, te haga pensar, te haga juzgar, te permita entender, te permita saber. […] ¿Qué pretende? ¿Qué ideología? Porque, en este concepto, ideología es un concepto muy importante que tiene que ver, sobre todo, con la enseñanza, y por eso el profesor tiene que ser el maestro. […] Tiene que ser creador de libertad, porque enseñar esa libertad es dar pie a que tú te conformes en el sentido de conformarse, de unir la forma de lo que te dicen con la tuya que va saliendo de ti. […] No vivimos en la horizontalidad de la lectura, aunque no quisiera meterme ahora en el tema de la lectura, que es fundamental, para la educación, sino que vivimos de chispazos de móviles. […] soy un obseso de que hay que leer, de que hay que leer, porque la lectura es otra cosa. […] Estamos atravesados por dos flechas, por la flecha de la sensibilidad, del amor, de la tendencia hacia los demás, de la curiosidad y por la inteligencia, por el lenguaje, por el logos, por la palabra. Por eso es importantísimo esa fluidez a lo que nos referíamos antes de la palabra, que tiene que ser no una palabra cuadriculante, sino una palabra «aperturizante», valga la expresión. […]”

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CIPRIANO JÁTIVA: … dices que no es lo mismo libertad de expresión que libertad de pensamiento.

EMILIO LLEDÓ: “[…] Hay que poner sobre la mesa, la libertad de expresión. […] Lo más importante es la libertad de pensamiento, porque si lo que tú dices no son más que majaderías o no te criticas a ti mismo para no decirlas, ¿qué importa la libertad de expresión si lo que expresas no vale para nada y no crea libertad, no crea pensamiento? […] Esa es una de las cosas más importantes porque estamos tan informados hoy, lo cual es una ventaja. […]”.

CIPRIANO JÁTIVA: Pero hay que saber informarse.

EMILIO LLEDÓ: “Exacto. Y que no te engañen. […] hay que pensar siempre que nuestro lenguaje, que la lengua magnífica en la que hemos nacido tiene que fluir siempre por ese lenguaje matriz. Por eso que, con toda la modestia, sin querer sentar cátedra de nada, uno tiene que tener su propio pensamiento e incluso tener un poco precisamente, porque estamos en un mundo tan superinformado, que es maravilloso, pero claro, puede haber el peligro de que se nos hielen esas informaciones y no sepamos, no veamos la vida, el tiempo, el discurrir del río, de nuestras verdaderas intenciones, de las verdaderas intenciones de los políticos que nos pueden enseñar o que nos pueden corromper.” 

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CIPRIANO JÁTIVA: … ¿Qué sería para ti la cualidad fundamental de un buen maestro? ¿Qué es aquello que debe tener un maestro para serlo? …

EMILIO LLEDÓ: “[…] lo que tienes que tener es amor a lo que haces. […] Es que quieras a las personas que están delante de ti formando esa pequeña comunidad de la clase. Tú tienes que dar amor e interés. Por eso estoy totalmente en desacuerdo y lo he dicho alguna vez de un político o una política que decía: “El maestro tiene que dar autoridad”. Eso es absolutamente falso. La autoridad se da… […] Se da con el interés, el amor a aquellos a los que enseñas, que al mismo tiempo te enseña en su preguntar y el interés, porque eso que enseñas es darles libertad y darles vida. Por eso me parece importante que los estudiantes de hoy sean capaces de entusiasmarse por lo que aprenden y quitarles de la cabeza, porque algunas universidades, lo he oído alguna vez: “Estudie usted en esta Universidad, que nada más que acabe encontrará trabajo”. Eso es la muerte de la vida universitaria. La muerte del conocimiento, la muerte del saber, la muerte -valga la redundancia- de la vida. […]”.

CIPRIANO JÁTIVA:  … ¿Qué sería en concreto hacer el bien, a ese que debe ir dirigido también la educación de los niños?

EMILIO LLEDÓ: “[…] La tendencia al bien está dicho en la mejor tradición filosófica. La tendencia al bien en los seres humanos. Por eso tenemos amor. El amor es “sympatheia”, es sentir con el otro, estar con el otro y eso es algo fundamental en la vida, la idea de bien. […] Las grandes cosas que se han hecho, en mi opinión, en la vida, se han hecho siempre con un punto de utopía. Hay que ser verdadero, hay que ser justo. Hay que tender hacia la belleza, hacia la bondad, por mucho que esto suene a utopía, pues que suene, que siga sonando, porque el día en que no suene, estaremos volviendo a la caverna, a la caverna ya sin luz. […] Y esas ideas hacia el bien, hacia la justicia, hacia la verdad, tenían que ver esencialmente con el amor, con la pasión, que podía despertar un profesor en sus alumnos. […] hay que luchar por el poder del ser, no solo el poder del estar, sino el poder del ser que empieza en uno mismo. […]”

Los videos y la transcripción completa de esta reflexión los pueden Ustedes leer aquí: SI VOLVIERA A NACER, VOLVERÍA A SER PROFESOR

Esta publicación corresponde a la SERIE DE VIDEOS: APRENDAMOS JUNTOS, PARA SUMAR POR LA EDUCACIÓN

“El aprendizaje no es importante, sobre todo ahora que tenemos tantos medios de conocimiento e información; lo importante es crear libertad intelectual y capacidad de pensar” (Filosofía & co).

REDACCIÓN WEB DEL MAESTRO CMF



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