Por primera vez en su pontificado, Francisco rezó el Ángelus via streaming desde el interior del Palacio Apostólico, como medida preventiva contra la propagación del coronavirus.
Es un poco extraño, rezar el Ángelus hoy, con el Papa “enjaulado” en la biblioteca. Sin embargo, los veo. Estoy cerca de ustedes.
A través de las pantallas, el Papa vio a un grupo de peregrinos en la plaza con una pancarta que decía: “Por los olvidados de Idlib”, la ciudad siria de la que los civiles huyen debido a la violencia.
FRANCISCO
No debemos aapartar la mirada de esta crisis humanitaria. Más bien, debemos priorizarla por encima de cualquier otro interés. Recemos por estas personas, nuestros hermanos y hermanas, que tanto sufren en el noroeste de Siria, en la ciudad de Idlib.
Reflexionando sobre la Transfiguración de Jesús, Francisco dijo que el amor de Cristo no tiene medida, sino que se da libremente. Recordó a los cristianos su llamado a estar cerca de Él y ser testigos de la caridad.
FRANCISCO
Ser testigos de Cristo es un regalo que no merecemos. Nos sentimos indignos, pero no podemos dar un paso atrás usando nuestra incapacidad como excusa.
En medio de las medidas preventivas por el coronavirus, el Papa no pudo resistirse y salir a saludar desde la ventana a los peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro.
Claudia Torres
Traducción: Daniel Díaz Vizzi
Este contenido ha sido publicado originalmente por ROME REPORTS en la siguiente dirección: romereports.com