Bernabé Tierno: El sistema educativo (en muchos países) es claramente selectivo, competitivo y discriminatorio

“La gente se arregla todos los días el cabello. ¿Por qué no el corazón?”  (Mahatma Gandhi).
“Se suele definir el altruismo como «esmero y complacencia en el bien ajeno, aun a costa del propio, y por motivos puramente humanos». En definitiva, el altruismo es una actitud de servicio aceptada y querida de buen grado. El altruismo y la solidaridad tienen una dimensión claramente humana y de servicio a la sociedad que se ponen a prueba si, para prestar ayuda a los demás, tenemos que renunciar a beneficios propios, inmediatos y significativos.

Al hojear las páginas de la Historia, descubriremos que los grandes logros de la Humanidad en las áreas del saber, del bien común y de los grandes objetivos sociales, se debieron a hombres que consagraron su vida a los demás, olvidando en buena medida su comodidad y hasta sus intereses inmediatos.

EL ALTRUISMO NOS AYUDA A LUCHAR CONTRA EL DOLOR (06´ 35”)

Pocas veces el hombre es más feliz que cuando dedica su vida a los otros en complacida actitud de servicio y de solidaridad.

Artículo muy recomendado:

Hemos de saber presentar el altruismo a nuestros educandos como valor y como meta digna de todo esfuerzo, orientándoles a estar abiertos a la generosidad. Enseñar a nuestros hijos a ser solidarios es capacitarles para la alegría, para la verdadera libertad y para el amor.

Publicación anterior recomendada:

Es tarea del educador ayudar al inmaduro a descubrir caminos de entrega a los demás, contrarrestando así el ejemplo constante de unos contravalores que empujan a la servidumbre del egoísmo, de la avaricia, de la ambición, del poder y del desenfreno de las pasiones. Hacer la vida más agradable a los demás, procurar la felicidad de los otros, no suele ser santo de devoción, por desgracia, para la mayoría de los mortales. Atacar al contrario, fastidiarle, destacar sus defectos e ignorar sus virtudes, traicionarle, levantar falsos testimonios, etcétera, son los modelos vivos más frecuentes que se presentan hoy día a nuestros adolescentes y jóvenes. De ahí la trascendental importancia de una educación para la solidaridad y el altruismo desde el hogar y desde la escuela”.

LA EDUCACIÓN PARA LA COMPETITIVIDAD ES UN CONTRAVALOR, NO EXENTO DE VIOLENCIA

“Las buenas acciones refrescan la sangre y dan sueños felices” (F. Pananti).

El sistema educativo en nuestro país es claramente selectivo, competitivo y discriminatorio. El niño experimenta en su propia carne el espíritu bélico y la violencia desde los primeros años. Estudiar y aprender no es algo interesante, divertido y enriquecedor… ¡Estudiar es competir! Quien logra las marcas, sigue adelante y es valorado y tenido en cuenta; quien tiene problemas, es eliminado. Se estudia por las notas, se castiga por las notas, se selecciona por las notas, y se elimina y discrimina por las notas.

Artículo sugerido:

El niño, el adolescente y el joven comprueban, día a día, que no se les valora por ser buenos, generosos, simpáticos, desprendidos, serviciales… Únicamente importan los resultados escolares, las notas. El mensaje que reciben desde todos los ángulos es claro: Hay que destacar, vencer; ser los primeros, ¡triunfar! La vida es lucha y quienes te rodean son adversarios a batir. No importan los medios que utilices si al final eres rico, famoso y poderoso.

Estamos educando para la insolidaridad con esta fiebre competitiva que nos lleva a considerar al otro como enemigo, […] se impone una revisión seria y en profundidad del sistema educativo imperante. La educación para la competitividad ha de ser sustituida por la educación para la solidaridad y el altruismo.

Bernabé Tierno

[…] La senda sin destino del desasosiego por el poder, el placer, el dinero, la fama, el consumo, etcétera, sólo nos conducirá a nuestra propia destrucción, ya que, al prescindir en nuestras vidas de la generosidad y el altruismo, estamos matando el amor, y sin amor quedamos reducidos a la nada.

LA ORIENTACIÓN ALTRUISTA

“¿Para qué vivimos, si no es para hacernos la vida más duradera unos a otros?” (George Elliot).

La “Pedagogía de los Valores”, apoyada en Spranger, clasifica a los hombres según tres orientaciones básicas:

  • La orientación egocéntrica, la de aquellos que se orientan a los valores poniendo como punto de referencia su propio yo.
  • La orientación objetocéntrica, la de aquellos que buscan los valores que tienen las cosas.
  • Y la orientación alocéntrica o ALTRUISTA, que orientan su vida hacia un TU, donde descubren la relación de plenitud que los vincula con el prójimo o con Dios.

Es este último tipo de orientación el que produce en el individuo un sentimiento de felicidad y autorrealización […] Son estos individuos los que mejor entienden la vida como servicio, conscientes de que sólo pueden ser felices haciendo felices a los demás. Sienten el vínculo de la existencia que a todos nos une como auténtica filantropía, servicio y amor al hombre. Se convierten en verdaderos “ciudadanos del mundo”, […] como la forma más sincera para llegar a ser hombre.

EL VÍNCULO DE LA SOLIDARIDAD

“Vivir para los demás no es sólo la ley del deber, es también la ley de la felicidad” (Augusto Comte).

El individuo humano no es únicamente un ser distinto de los demás […]  El individuo de la especie humana es PERSONA, lo que quiere decir relación a los demás, no un ser solitario encasillado en su propia originalidad irrepetible, sino un ser solidario capaz de sentirse vinculado a los otros seres que le acompañan en su existencia. Sabe que su vida es como un «vaso comunicante» que influye y es influido por los demás. Que cuando su vida se eleva contribuye a elevar la vida de los demás, y que, cuando su vida desciende, contribuye a que descienda el nivel de los demás.

Sentirse solidario es, pues, sentir que nuestras acciones repercuten, para bien o para mal, en todos cuantos nos rodean.

Artículo relacionado:

[…] Somos responsables los unos de los otros, y el no querer reconocerlo supone renunciar a nuestra condición de «personas», […] El altruismo y la solidaridad se alzan como única alternativa válida capaz de contrarrestar los hábitos de la competitividad, que conducen, de manera segura, a un egoísmo e individualismo exacerbados. La solidaridad, que es determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común, […] Todos debemos ser responsables también de la felicidad de los demás. El medio que tenemos a nuestro alcance de educar a nuestra juventud para la solidaridad y el altruismo, tanto en el hogar como en la escuela, es predicar con nuestro ejemplo constante, […].

Dejemos de centrar tanto la atención en las calificaciones escolares y mostrémonos felices y entusiastas cuando nuestros pequeños se desprendan de sus juguetes, piensen en cómo borrar la tristeza y la preocupación del rostro de un amigo, o compartan sus libros cuentos y objetos más queridos con los demás. En el colegio, fomentemos la ayuda de unos a otros. […].

Por fuerte que sea el huracán que arrastra a nuestra juventud al individualismo, la competitividad y el poder, la complacencia en el bien de los demás, vivida desde la cuna en actitudes de servicio y de generosidad, siempre acaba por cristalizar en consistente y definida actitud solidaria…

“El individuo que no se interesa por sus semejantes es quien tiene las mayores dificultades en la vida y causa las mayores heridas a los demás. De esos individuos surgen los fracasos humanos” (A. Adler)”.

En las redes puede Usted encontrar enlaces que ofrecen descargas PDF (gratuitas) de esta obra del profesor Tierno. Nuestra Fuente es:  VALORES HUMANOS (páginas del 35-37).

Dejamos constancia, que nos hemos permitido no publicar el texto íntegro, intercalar enlaces relevantes y un video relacionado, así como indicar que las letras en negritas y cursivas, son nuestras. Con este recurso deseamos escuchar al profesor Tierno, y sobre todo reflexionar con quien nos sugiere que “una lectura sosegada que facilite tu aprendizaje hacia el equilibrio psicofísico y hacia una profunda paz interior, de la que te sentirás cada vez más pleno, a medida que te adentres en sus páginas. Toda la obra pretende ayudarte a saber vivir y a ser feliz”.

Esta publicación pertenece a la SERIE SOBRE LOS VALORES, LA EDUCACION Y LA DOCENCIA

“Educar para la amabilidad no es otra cosa que educar para la empatía, el amor a los demás, la cordialidad, las buenas formas y, en definitiva, para vivir mejor y más en paz con uno mismo y con los demás”.

REDACCIÓN WEB DEL MAESTRO CMF



Comparte este artículo
Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

También puede leer:





Se desactivó la función de seleccionar y copiar en esta página.