Si su hijo tienen problemas para leer y deletrear, la terapia del habla podría no parecer la respuesta obvia. Muchas personas piensan que los terapeutas del habla solamente trabajan con personas que tienen problemas para producir ciertos sonidos (articulación), que tartamudean o tienen algún ceceo.
Los terapeutas del habla se ocupan de esas dificultades del habla, pero también ayudan a los niños que tienen otras clases de problemas con el lenguaje hablado y escrito, como la dislexia, la dispraxia y el trastorno del procesamiento auditivo. De hecho, un terapeuta del habla es llamado, más precisamente, patólogo del habla y el lenguaje (SLP, por sus siglas en inglés).
El Blog INCLUYEME.COM (Chile) comparte en su web un artículo que puede ser de gran utilidad en casa y en la escuela, se trata de «10 ejercicios sencillos para problemas del lenguaje» y que nosotros lo compartimos con fines educativos.
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10 ejercicios sencillos para problemas del lenguaje
Existen gran cantidad de problemas del lenguaje, la mayoría inciden en la articulación e las palabras o son causados por dificultades motoras en los músculos implicados en el habla. Por tal motivo, existen varios ejercicios que pueden ayudar a superarlos, siendo aplicados en el aula o incluso desde casa, dependiendo de los problemas del lenguaje que se presenten.
Algunos problemas del lenguaje se derivan de trastornos del desarrollo como el autismo o trastorno por déficit de atención, otros por trastornos físicos en los órganos que participan en el lenguaje o aspectos emocionales por algún factor extrínseco adicional. Por otra parte, una de las causas de los problemas del lenguaje puede ser la manera en la que se adquiere esta habilidad.
Los ejercicios para tratar los problemas de lenguaje se relacionan a los movimientos y acciones respiratorias, que inciden en el ritmo y algunos movimientos buco-faciales en la lengua, labios, mejillas y el paladar. Estos son los 10 mejores:
1. Ejercicios respiratorios:
Se realizan con movimientos simples y repetitivos, incorporando sonidos. Se pueden realizar inhalaciones y espiraciones nasales y bucales, reteniendo el aire. También retener progresivamente el aire dentro de la boca o nariz. Además pueden incluirse inspiraciones rápidas, lentas o profundas, dejando salir el aire rápidamente.
2. Soplar bolitas de papel:
Deben colocarse bolitas de papel o polietileno, también se pueden emplear velas, tumbar torres de papel con soplidos y utilizar pajillas para aspirar agua o limonada. Otra estrategia divertida es soplar burbujas de jabón.
3. Pronunciar las vocales:
Para realizar la pronunciación el niño debe inhalar lentamente por la nariz, retener el aire y luego exhalar lentamente mencionando las 5 vocales. También puede aumentarse la velocidad, de acuerdo a como se maneje el aire.
4. Ejercicio de ritmo:
En los problemas del lenguaje, el ritmo es esencial de tratar, para que puedan articularse correctamente las palabras. Para realizarlo, se pueden dar pequeños golpes a una mesa o tambor, y luego pedirle al niño que imite los sonidos con la voz, de esta manera podrá adaptarse al ritmo.
5. Jugar con las silabas:
El niño deberá articular silabas usando alguna consonante, de manera repetida, por ejemplo: Con la letra P, articulará la silaba pa, pa, pa, pa. Luego debe cambiar las vocales y cada vez que realice este ejercicio se ejercita el ritmo y la articulación, mejorando los problemas del lenguaje.
6. Articular frases:
En este caso pueden utilizarse frases completas, poesías, trabalenguas o cuentos cortos, de esta manera el niño repetirá las silabas y frases, una y otra vez hasta articular de manera correcta las mismas. Este ejercicio ayuda a mejorar los problemas del lenguaje, que también pueden combinarse con golpes de objetos pequeños, para marcar el ritmo.
7. Ejercicios con la lengua:
Abarcan diversidad de movimientos con la lengua, ideales para los problemas del lenguaje en los que se ve afectada la articulación de algunos fonemas. Pueden realizarse giros con la lengua en todas las direcciones, estirar la lengua, llevarla al paladar superior, comer goma de mascar y tocar todos los dientes con la punta de la lengua.
8. Ejercicios de silencio:
Primero deben ubicarse en una habitación completamente silenciosa, y luego realizar algún sonido, de manera que el niño pueda detectarlos y prestar atención, para luego preguntarle que sonido escucho.
Con este ejercicio no solo se ayuda a mejorar los problemas del lenguaje, sino también, puede ayudarles a distinguir la duración e intensidad e los sonidos, ejercitando la localización del mismo y reconocimiento de los objetos que lo emiten.
9. Ejercicios con los labios:
Se pueden realizar sosteniendo un palillo con los labios, sin introducirlo completamente a la boca. También pueden apretarse y aflojarse, separarlos y juntarlos rápidamente. Realizar el sonido de la letra P con los labios repetidamente.
10. Ejercicios faciales:
Inflar las mejillas y desinflarlas, luego de retener el aire algunos segundos. También pueden alternarse las mejillas, primero del lado izquierdo y luego inflar la derecha. Además puede retenerse el agua en la boca y soltar lentamente.
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