La agresión verbal, física, psicológica, digital, etc., a personal docente y no docente en las escuelas, no es noticia nueva. Cuando estaba en primero de secundaria, la discusión (en el patio del colegio) entre un padre de familia y un profesor, porque nos tenía “estudiando en el aula” dos horas después de la hora de salida (no recuerdo que travesura hicimos), fue motivo de celebración porque alguien vino “a salvarnos”.
Lo festejamos. Escenas semejantes han sucedido y sigue sucediendo en muchos lugares del mundo, sólo que en la actualidad se escucha que son más violentas y frecuentes. “Minimizar la gravedad de estas situaciones o pensar que su difusión puede dar una mala imagen al centro es una irresponsabilidad”, (El Diario, Navarra, España).
“Es por todos sabido que en los últimos años se han escuchado varios casos de agresiones de alumnos a docentes, así como de padres que han agredido a los profesores de sus hijos. ¿Qué está pasando? ¿Por qué se están generando tantos brotes de violencia?” (El Observatorio Educativo, Canarias, España). El Ministro de Educación del gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Alejandro Finocchiaro, declaró que se necesita “rejerarquizar la labor docente y su rol en la sociedad”.
En el Liceo Las Mercedes de Pérez Zeledón en Costa Rica, “dos jóvenes tuvieron un encontronazo y se pelearon, … la pelea fue interrumpida por uno de los profesores, […] Cuando parecía que se acababa la discusión, el alumno se acerca al profesor y lo agrede. Tras la agresión, el profesor le indica al estudiante que se dirija a la dirección, pero el menor lo ignora y trata de irse” (La Prensa Libre, Costa Rica). En Chimbote, Perú, un profesor del colegio Eleazar Guzmán Barrón “fue brutalmente atacado por un alumno de su aula, quien arremetió contra él con un cuchillo de cocina por haberlo desaprobado en el curso de Educación para el Trabajo. […] En la sección hay unos doce alumnos, pero ninguno intervino, no se metieron para nada ni agarraron a su compañero. El ataque fue delante de todos los alumnos, ellos son testigos”, señaló la víctima” (Perú21, Perú).
La Redacción de BBC Mundo, publica un artículo, sobre la agresión de una madre de familia a la profesora de su hijo, en una escuela en el municipio de Tigre, en el norte del Gran Buenos Aires (Argentina), y que fue grabado y difundido en las redes, porque la madre envió a dos menores, no familiares, a buscar al niño, pero la docente se rehusó a dejarlo ir debido a los reglamentos lo prohíben (cf BBC Mundo). Un docente formuló una denuncia ante la Guardia Civil, por agresión del padre y un hermano de su alumno dentro de un colegio, luego fue atendido en el hospital y se le colocó un collarín cervical como precaución (ABC, Toledo, España). Una maestra que solicitaba a los padres que aguardaran su turno y dejaran a los niños entrar al centro educativo primero, fue el momento en que una madre se acercó profiriendo insultos referidos a hechos anteriores, y le dio un golpe de puño en la cara (cf El País, Montevideo, Uruguay).
Los docentes piden la retirada del videojuego ‘Golpea a tu profesor’.
“Se han difundido por las redes sociales dos videos donde se puede apreciar la brutal agresión de un alumno, presuntamente del Colegio de Bachilleres de Tabasco, en México, que arremetió a golpes contra su maestro por motivos que hasta el momento se desconocen”, aunque “se comenta que la agresión fue porque el profesor corrigió al alumno delante de todos sus compañeros en la materia que imparte (cf Notimerica, México). Los “Insultos, burlas, amenazas, empujones, hostigamiento, ser objeto de rumores malintencionados y hasta recibir golpes de objetos contundentes son algunas de las agresiones a las que están sometidos día a día los profesores por parte de apoderados y alumnos al interior de establecimientos escolares”, y “son parte de las consecuencias de la privatización de la educación, en donde el docente trabaja muy desprotegido y sin las condiciones que exigen las normas”, opina Jaime Gajardo, Presidente del Colegio de Profesores de Chile (cf Emol, Chile).
En la Institución Educativa Nicolás Buenaventura de Bogotá, Colombia, “…una madre golpeó a una maestra porque le regresó los documentos de su hijo para que los volviera a imprimir para el proceso de matrícula debido a que los que suministró no eran entendibles […]. La afectada recibió múltiples golpes en el rostro, brazos, abdomen y espalda y fue arrastrada por los cabellos por el plantel educativo hasta quedar desmayada” […] “… los maestros de esa escuela están viviendo una situación de inseguridad preocupante porque también tienen videos de cómo son atracados y atemorizados a diario” (Caracol Radio). En el colegio de secundaria John F. Kennedy (Patterson, Nueva Jersey, USA), un estudiante de 16 años, “después de que su profesor le confiscara el móvil por usarlo en clase, comenzó a agredirle hasta que consiguió tirarle al suelo. Todo sucedió ante la mirada del resto de compañeros de clase, que se apartan de la escena (algunos esbozando sonrisas ante el altercado) […] El profesor, de 62 años, no se intenta defender en ningún momento y sólo lucha por mantenerse en pie. Finalmente, el adolescente es más fuerte que él y le termina derribado en una esquina del aula, […] El adolescente ha sido expulsado de la escuela y se enfrenta a cargos por agresión” (El Confidencial).
Como profesores y padres de familia, el conocer estos hechos y las medidas correctivas que se aplicaron, nos permitirá realizar acciones de prevención y tener una normatividad, que socializada, evite esta clase de agresión a los docentes y/o no docentes, en o fuera de la escuela, porque quebrantan los roles, hacen daño a las personas, a la comunidad educativa, y deteriora o destruye la convivencia escolar. Aunque muchos más acontecimientos de agresión al profesor no son denunciados por temor a represalias mayores, hostigado en su entorno laboral, o porque podría ser que el alumno tenga algún problema psíquico o “que esté bajo alguna medicación que lo hace actuar de forma violenta”, eso no nos exime de escuchar a Séneca decirnos: “cuándo se está en medio de las adversidades, ya es tarde para ser cauto”. Y hoy, es el momento de no ser “sensacionalistas” quedándonos en el escándalo, o pasar de largo contagiados por la cultura de la indiferencia.
“En Colombia se dictó una resolución que fija el procedimiento que debe seguir el Estado para la “protección” de los docentes y directivos que se encuentran en situación de amenaza”. En España se ofrece asistencia jurídica al docente para defenderlo en el juicio contra los presuntos agresores. En la Provincia de Buenos Aires (Argentina) la Legislatura provincial con el aval de los gremios docentes, se aprobó en diciembre del 2016 la Ley 14.898, que prevé que la persona que, invocando un vínculo con el alumno, dentro del establecimiento de gestión pública o privada o en las inmediaciones, hostigue, maltrate, menosprecie o perturbe emocional o intelectualmente a un trabajador de la educación, sea docente o no, de escuelas públicas y privadas bonaerenses, serán castigados con multas (de hasta 30 mil pesos) y con arresto (de hasta 60 días), afirman El Cronista y El Clarín de Argentina.
¿Nos animamos a reflexionar, tomar las acciones preventivas y establecer un protocolo en el caso de agresión a los docentes o no docentes de nuestra comunidad educativa? ¿Ha sucedido algo semejante en su medio educativo? ¿Tienen un protocolo para enfrentar una probable agresión a un docente o no docente?
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Y este artículo que nos sirvió de fuente: “A MI HIJO LO CRÍO COMO SE ME CANTA”: EL VIOLENTO CACHETAZO QUE LA MADRE DE UN ALUMNO PROPINÓ A UNA PROFESORA EN ARGENTINA, haciendo click aquí.
REDACCIÓN WEB DEL MAESTRO CMF
hola yo soy alumna en valencia españa de fp, y quería decir algo. Yo soy muy defensora de la labor de los profesores. Odio que se les maltrate y no se les tenga en cuenta y se les eche la culpa de todo y por todo. odio ver en las aulas como muchos alumnos no respetan a los profesores. Y también me duele que esté hablando el profesor o profesora en clase y no se le preste a tención y no les importe nada lo que esta gran persona les está intentando enseñar, ya sea algo de una asignatura como algo útil para la vida. Yo apoyo y respeto mucho a mis profesores. ojalá en españa se les reconozca como merecen. ojalá se les tenga en cuenta y se pueda decir a estas grandes personas lo bien que lo hacen su trabajo y lo a gusto que estoy este año en clase con ellos. por ir tan aprisa no tenemos tiempo de pararnos y poder expresar con el corazón todo lo que sentimos. yo quiero y admiro mucho su labor docente, y los admiro a ellos mis profesores. son un modelo a seguir. un saludo a todos esos profesores y maestros de cualquier nivel educativo que se dejan el alma en las aulas y enseñan con el corazón.