Maestros al servicio de la educación

[Reynaldo Robles] Educar para la emancipación y desarrollo autónomo

El sistema educativo que no responde a las necesidades del Perú de hoy, poco o nada puede contribuir en el desarrollo nacional. Es decir, hoy más que nunca, nuestro país merece un sistema educativo que ayude a cada peruana y peruano a lograr su bienestar, para que cada peruana y peruano tenga capacidad de ingreso económico, mejor salud, seguridad garantizada y sea una ciudadana, un ciudadano consciente, crítico y protagonista de la historia.
Un sistema educativo que empodere a cada estudiante, que la formación integral del ser humano deje de ser una declaración formal, haciendo realidad el desarrollo de las capacidades, las habilidades, las destrezas, los valores de cada discente; creando las condiciones adecuadas para la apropiación de las herramientas materiales y espirituales que permite potenciar la inteligencia, el talento de cada estudiante. Es aquí donde existen grandes dificultades de orden sistémico por lo que es oportuna hacer la siguiente pregunta, entonces, ¿cuál debe ser el objetivo mayor de la educación nacional?

Para responder la pregunta hacemos mención lo que está protagonizando Bolivia, ella ya está en una etapa superior de su historia, tiene como objetivo mayor nacional, avanzar en la consolidación de su proceso de emancipación, lo que nosotros aún no hemos empezado.  Por lo que nuestro objetivo nacional debe ser nuestra emancipación. A este objetivo nacional debe atender nuestro sistema educativo. Porque, mientras los organismos extranacionales como FMI, BM impongan políticas a nuestro país seguirá siendo en atención a los intereses económicos de las multinacionales y los pueblos del Perú seguirán siendo miserablemente estables como consecuencia de los ajustes.

Nuestro mayor problema es la dependencia, bajo este problema somos obligados a seguir siendo un país primario exportador y un aparato jurídico neoliberal favorable a libre mercado para las multinacionales. Frente a este problema si hay salida, la educación mucho tiene que contribuir, para ello requerimos otro sistema educativo. Avancemos en este sentido, aportemos desde las aulas a este gran objetivo, es nuestro deber histórico, no podemos seguir siendo las y los que se lamentan, mucho menos que nuestros estudiantes nos hereden esta mentalidad y conducta pasiva, indiferente y cómplice.

El presente trabajo modesto tiene el propósito de poner unos granitos de arena en la construcción de un nuevo sistema educativo para poner al servicio de las nuevas generaciones en el proceso de formación como peruanas, peruanos responsables y protagonistas de la historia, personas flexibles, innovadores y creativos, ciudadanos críticos, proactivos. Sobre todo, que estos aportes sirvan de puntos de diálogo, discusión y debate en todas las escuelas, que la mentalidad de cada docente se mueva hacia el horizonte definido, formar a cada persona consciente de su realidad y la posibilidad de un Perú para todas y todos.

¿Qué es la emancipación?  Definiendo de manera elemental es la “liberación de una o más personas respecto de un poder, una tutela o cualquier otro tipo de subordinación o dependencia” (1).

En un sentido más amplio “se refiere a la autonomía, liberación o independencia de uno o más individuos en relación a un poder, una tutela, autoridad u otro tipo de dependencia, sujeción, sumisión o subordinación” (2).

Y en un sentido más completo, “la emancipación significa el paso de un estado de dependencia a otro de autonomía en el cual todos los lazos de sujeción ceden o se rompen, liberando al individuo. Así, la emancipación puede asociarse a la recuperación de la libertad, la potestad o la soberanía para tomar decisiones, actuar, y determinar el destino propio” (3).

La Doctrina del Libertador dice: “renovemos en el mundo la idea de un pueblo que no se contenta con ser libre y fuerte, sino que quiere ser virtuoso” (4), Simón Bolívar (Discurso de Angostura (1819), mientras seamos dependientes no está garantizado nuestro desarrollo armónico con justicia e igualdad de oportunidades para todas y todos. Por eso la necesidad de formar mujeres y hombres libres.

La formación de un ciudadano y una ciudadana con principios, virtudes y valores de libertad, cooperación, solidaridad, patriotismo, integración y buena convivencia, que garantice la dignidad y el bienestar individual y colectivo. Esta sería la superación de los valores del capitalismo (antivalores para nosotros): individualismo, egoísmo, intolerancia, consumismo, pragmatismo vulgar, usura y la competencia feroz.

De esta manera avanzar hacia la educación emancipadora, liberadora y dignificante con la participación protagónica de la escuela, familia y comunidad. Para lo cual es necesario establecer siete pilares de la educación nacional: 1) aprender a ser y convivir; 2) aprender a leer y pensar; 3) aprender a conocer y transferir; 4) aprender a cooperar y valorar; 5) aprender a participar y emprender; 6) aprender a investigar y sistematizar; y 7) aprender a crear y transformar.

Convencidos de nuestra misión colectiva, construir una “sociedad que encuentra en la educación el motor indispensable para la refundación de la Patria. Este planteamiento, parte de la consideración que, a través de la lectura, la reflexión crítica en colectivo y las relaciones con la realidad socio-histórica y cultural, los pueblos se desarrollan desde una perspectiva endógena y social; lo cual lleva implícito la idea de que la sociedad encuentra en la escuela, la familia y la comunidad las principales fuentes de socialización y formación de los ciudadanos y las ciudadanas; mientras que el Estado asume el papel de garante-rector del proceso” (5). Este gran papel rector del Estado es negado en el Perú por el aparato jurídico impuesto neoliberal hace tres décadas. 

Vivimos en un sistema global (económico, social, etc.) que histórica y estructuralmente favorece la perpetuación de las injusticias y las desigualdades, manifestadas en pobreza y exclusión social de grandes sectores de la sociedad.

La educación no puede ser ajena al dolor y a las desigualdades que está generando el sistema. De hecho, es una de las herramientas más eficaces para luchar contra la pobreza, la desigualdad y la injusticia, ofreciendo un espacio privilegiado para la formación de ciudadanos y ciudadanas críticas, capaces de dar respuestas éticas a estos desafíos.

Sin embargo, la concepción de la educación actualmente predominante refuerza la globalización neoliberal, actuando como una eficaz herramienta para mantener el sistema económico vigente, basado en el individualismo y la competencia desleal.  Este es el espíritu de la Constitución de 1993, y todas las leyes derivadas, que promueve el concepto mercantilista de la educación. 

La respuesta a esta globalización neoliberal es educar con conciencia de interdependencia global, actuando desde lo local; es decir, articulando ambas perspectivas en un espacio de convergencia que diluya las divisiones entre lo propio y lo ajeno, y exprese la necesidad de que la búsqueda del bien personal contribuya al bien común y viceversa.

Este es el contexto que nos hace plantear una educación para ciudadanía global (ECG), que motive y brinde herramientas al alumnado para transformar las condiciones de sus propias vidas, las de su comunidad y las de otras comunidades excluidas en el planeta, desde unos ideales de justicia global que cuestionen la realidad, una educación que no fomente la competitividad entre alumnos y entre escuelas sino la cooperación y la colaboración (6).

Para tener mejor idea de la gravedad de la realidad nacional es necesario recordar lo que dijo Michael Porter, una llamada de atención a los que detentan el poder en el Perú, desde entonces tampoco hubo gestos importantes cambiar la situación dramática:

  1. El Perú carece de una política de largo plazo en materia de competitividad.
  2. La economía peruana no tiene un rumbo definido.
  3. El crecimiento económico del Perú no se ha reflejado en beneficios para la mayoría de la población.
  4. El Perú ha vivido estos años “una ilusión exportadora” porque las cifras en azul proceden del alza de las materias primas, mientras que nuestra exportación de productos con valor agregado permanece inmóvil.
  5. El Perú padece de un atraso dramático en relación a la invención y la tecnología. Puntualizó que el Perú no sólo no ha avanzado en este rubro, sino que parece haber retrocedido.
  6. La mayor parte de la inversión extranjera “no viene a crear nuevas empresas sino para comprar negocios ya existentes”. Y añadió, con espantosa exactitud, lo siguiente: “Cuando un inversionista piensa en una nueva fábrica no piensa en el Perú”.
  7. A largo plazo, las dificultades del Perú tendrán que ver con la baja productividad, la pésima educación, el deficiente sistema de salud, las debilidades en infraestructura física, la desigualdad social, la aplastante corrupción y el alto nivel de informalidad.
  8. Los éxitos peruanos de los últimos años pueden irse al demonio sino limpiamos el sistema judicial, sino defendemos los derechos de propiedad y si no fumigamos y reordenamos la disuasiva burocracia creada para entorpecer (7).

Una educación entendida como un proceso vital en el que aprender a ser, a conocer, a convivir, a hacer y a transformar, para superar el modelo que promueve el pragmatismo, individualismo, egoísmo y competencia desigual.

Una alternativa desde la caracterización del sistema educativo actual, la fundamentación de la nueva educación que propugnamos, la caracterización de la educación emancipadora, que debe expresarse en un modelo pedagógico emancipador, la definición del papel de los sujetos en este proceso emancipador, la implementación de la didáctica innovadora hacia el propósito emancipador, finalmente las bases para la concreción en el aula de la educación emancipadora.

REFERENCIA DE FUENTES CONSULTADAS:

NOTA DE REDACCIÓN: La Web del Maestro CMF publica los textos originales de su autor, no necesariamente coincide con lo expuesto en el tema, no se hace responsable de las opiniones expresadas, y no promociona ningún producto, servicio, marca o empresa.


Autor:
Reynaldo Robles Aroste, nacido en Apurímac Perú.
Licenciado en Filosofía-Historia.
Experiencia laboral: 37 años Educación secundaria
Curso de postgrado: Historia y Educación de la Creatividad
Premio Nacional Horacio
Correo electrónico: [email protected]

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