Cuando una escuela funciona bien, en gran medida se debe a que existe un buen director. Los directores establecen una visión y objetivos para la escuela, además pueden hacer en ella un espacio efectivo de desarrollo para los maestros, y un espacio de creatividad y descubrimiento para los alumnos.
Lograr que una escuela funcione bien es una tarea extremadamente compleja. Requiere que los directores se constituya como líder pedagógico de una gran cantidad de profesores, observándolos en el aula, monitoreando permanentemente su desempeño con los alumnos y su contribución al trabajo institucional.
Sólo así, los directores podrán desplegar las capacidades de su cuerpo docente de manera efectiva y darles el apoyo que necesitan.
La misión de los directores cada año debería ser:
- Transformar la escuela respondiendo a las necesidades educativas, con consenso de todos los actores: otros directivos, profesores, maestros auxiliares. Todos, al llegar al primer día, deberán desarrollar una base que apunte a la transformación pedagógica. Por ejemplo: trabajar en proyectos para exposiciones, mejorar la cantidad de literatura leída por curso, mejorar la comprensión lectora o elevar el nivel de las matemáticas. Es fundamental determinar un objetivo de mejora general donde todos colaboren con el fin de armar determinados proyectos, teniendo en cuenta siempre los Diseños Curriculares de la Jurisdicción (bases curriculares).
- Conducir a la comunidad educativa interpretando, interactuando, dialogando con los actores, escuchando propuestas y proponiendo estrategias que se puedan llevar a cabo.
Y, ¿Cuál es la importancia del rol de los directores en la conducción de la escuela?
Los directores cumplen múltiples roles. He ahí su relevancia. En primer lugar, están encargados de un proceso de supervisión cuyo objetivo básico es promover la calidad de la educación. También organizan todas la tareas educativas de la escuela y son, fundamentalmente, ejecutivos que coordina las funciones, los esfuerzos y las inquietudes de la comunidad educativa, siempre bajo una lógica de cordialidad.
Además, los directores siempre deben llevar a sus maestros hacia el objetivo propuesto el primer día. En mi caso: “mejora de calidad del nivel de ese año”. Entonces, termina el año y se hace un balance. Luego volvemos a ver cómo nos fue, por dónde vamos y cuánta mejora alcanzamos de aquellos objetivos cuantificables que se establecieron al inicio.
Podría decirse, entonces, que los directores son ESTIMULADORES del equipo y del trabajo colaborativo. Son ellos quienes deben convocar, y lograr esto implica: tener voluntad integradora, capacidad de trabajo en equipo, armonizar ideas opuestas, conocer al personal y manejar dinámica grupal. Los directores son ejecutores, y sin salirse de la línea pedagógica a implementar, exploran con sus maestros los proyectos, los evalúan en conjunto y dejan que éstos, siempre bajo supervisión, sean llevados al aula. De esta manera tenemos docentes motivados.
Como es responsabilidad de los directores promover el mejoramiento y la transformación del quehacer pedagógico, aconsejo pensar también en estas claves:
- Participar, no desorganizar, sino generar otro orden con reglas y objetivos claros.
- Horizontalizar las decisiones y verticalizar la ejecución. Debe haber decisión colectiva y ejecución disciplinada.
- Varias cabezas piensan mejor que una, así que la comunicación debe ser fluida.
- La dirección no desaparece sino que cambia. Quien dirige asume la responsabilidad de expresar el nivel de consenso del grupo.
- Potenciar la máxima iniciativa y autonomía de cada uno de los miembros del grupo dentro de su ámbito de responsabilidad.
- La unión se debe enfocar en los objetivos que se diseñaron al comienzo entre todos, con el fin de mejorar.
- Hacer circular la información y para esto hay que establecer mecanismos eficaces de difusión.
- Entender la autoridad como conocimiento. En otras palabras, es clave que la jerarquía se base en una autoridad dada por el conocimiento y la experiencia.
- El que dirige enseña, delega y debe ayudar a los demás a hacer lo que sabe para facilitar la labor común.
Lo más importante de las responsabilidades debe ser la relación de éstas con el mejoramiento de la enseñanza, entendiendo que el aprendizaje es la actividad central. Con respecto a esto, hago otras recomendaciones útiles:
- Formular con el equipo docente objetivos congruentes, medibles.
- Trabajar con los docentes en la interpretación, adaptación, revisión y enriquecimiento del Proyecto Pedagógico Institucional.
- Analizar con los docentes la aplicación de nuevos métodos de enseñanza y esquemas de planificación.
- Elaborar un plan de evaluación amplio y eficiente, es decir, que cubra todas las actividades que se realizan en la escuela.
- Promover el perfeccionamiento docente.
- Ser responsable de su propio perfeccionamiento.
- Realizar una auto-evaluación conjunta director-docente, para que entre todos puedan co-evaluarse basándose en la misión del proyecto de mejora en todos los cursos.
- El director debe autoevaluarse y ser evaluado por un agente de la institución.
Este contenido ha sido publicado originalmente por Elige Educar (Chile) en la siguiente dirección: romereports.com | Autor: Karina Inés Gómez
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