La satisfacción laboral es un componente central del desarrollo profesional de los profesores, ya que impacta en elementos tan relevantes como la retención docente y la calidad del proceso educativo.
Lamentablemente, conocer y comprender los factores que inciden en la satisfacción docente y elaborar medidas para mejorarla ha sido un tema poco estudiado dada la compleja interacción de factores individuales y contextuales que se ponen en juego, pues la satisfacción laboral no depende sólo de la salud física del docente, sino también de la relación con los pares y jefaturas. (Elige Educar)
En el siguiente artículo «El primero que tiene que ser feliz es el maestro» que compartimos con motivos educativos y pastorales, fue escrito por Loreto Silvoso y se publicó en el periódico La Voz de Galicia . Silvoso comparte con sus lectores la historia de una de las nominadas para ser Educadora del Año de España, Alicia Tojeiro, y les confesamos que lo primero que nos cautivó fue el título del artículo. Es que siempre hemos pensado y, de hecho, lo hemos expresado en diversos artículos que llevamos compartiendo con ustedes, que el primero que debe ser feliz en un salón de clase es el maestro.
Esperamos que el siguiente artículo sirva de reflexión para toda la comunidad docente.
El primero que tiene que ir feliz a la escuela es el maestro
Esta buscadora de alegría cree que «sin motivación, no hay manera de aprender.
Alicia Tojeiro (Vigo, 1978) es esa profesora de la que todos hablan bien. Se siente tan afortunada con la nominación a mejor profesora de España en los Premios Educa, que es como si ya le hubieran dado el premio.
¿La clave es la motivación?
Sí. El primero que tiene que ir feliz a la escuela es el maestro, porque, si no, no puedes contagiar nada. Sin alegría y motivación, no hay manera de aprender.
Este año es la única nominada de colegio público de primaria en la provincia de A Coruña. ¿Los profes de la pública se lo curran tanto como los de la privada?
No es problema de que el maestro no trabaje. El tema son las condiciones de trabajo. Tenemos muchos alumnos por aula y mucha falta de recursos, tanto personales como materiales. Y hay una sobrecarga de contenidos.
Tema relacionado: ¿Es lo mismo estar alegre que ser feliz? La alegría se siente, la felicidad se piensa
¿Y de contenidos repetitivos?
Sí, es tal cantidad de presión la que sentimos, que salir de eso es complicado. Todos trabajamos mucho y dedicamos muchas horas. El sistema educativo, tal y como está, no funciona; pero hay que arriesgarse y cambiarlo.
¿Qué no funciona?
Lo de clasificar a los alumnos en función de la edad. El currículo está muy cerrado y se pierden todos los talentos. Hay una presión que no te permite perder ni 5 minutos y hay que pedir a la escuela que escuche. No se puede ser maestro sin escuchar. Tienes que conocer a tu alumnado, ¡pero no hay tiempo!
¿Qué tipo de maestra es usted?
No soy una maestra que enseñe solo los contenidos.
¿Cómo le gusta enseñar?
Intento plantearme para qué estoy en la escuela, a qué vengo.
¿Cuál es su respuesta a eso?
Vengo a ayudar a crecer. No me limito solo al libro. Es lo que hay detrás. Una labor amplísima.
¿Cómo son sus alumnos?
Quiero alumnos que sean empáticos, que aprendan a trabajar en equipo, que no se rindan ante las adversidades… Y quiero que entiendan que solo si sigues aprendes. Hay que esforzarse.
Lleva veinte años dando clase. ¿Cómo han cambiado los niños?
La tendencia es a que no sepan resolver sus problemas, a que estén acostumbrados a crear poco y a que sean poco empáticos. Si no se trabaja con una metodología inclusiva, estamos creando una sociedad fragmentada. Si ahora entendemos que todo el mundo tiene algo que aportar, el día de mañana no habrá tal discriminación. Nosotros, en el aula, hacemos el ejercicio de decir: Yo soy Alicia y se me da bien esto. También soy Alicia y se me da fatal esto otro. No pasa nada. Estoy aquí para aprender.
Empezó dando clase en infantil.
Y me pasé a primaria por rebelión contra el sistema. No puede haber una ruptura entre las etapas. En infantil atendemos mucho más al alumno como persona, pero llegamos a primaria y parece que nos olvidamos. Cuanto más subes en las etapas educativas, menos innovación hay.
Así que decidió seguir con los mismos alumnos.
Sí. Lo hice y me decían: «En primaria no se puede». También me decían antes: «Ay, claro, ahora porque tienes 12 alumnos; cuando tengas 25, verás». Luego fue «Cuando llegues a primaria, olvídate».
Pero llegó a primaria y usted siguió siendo innovadora.
Pero es que claro que se puede. ¿Cómo no se va a poder?
Cada lunes por la mañana, Alicia Tojeiro convierte a sus alumnos en periodistas. De su aula, los chavales salen informados y formados, preparados para integrarse en la conversación global. Esta vez la noticia es que su profesora favorita ha sido nominada a la mejor docente de España.
Tema relacionado:Estudiante: 8 formas de hacer feliz a tu maestro
¿Cómo reaccionó la clase?
Hubo uno que preguntó qué es docente [risas], pero se alegraron mucho todos. Les pregunté por qué creían que me habían nominado.
¿Qué contestaron?
Porque he trabajado mucho, porque siempre busco soluciones creativas a los problemas del aula y porque nunca me rindo.
Tres claves que la definen bien.
Y que también pueden ser nuestros objetivos a conseguir para toda la clase. Eso les dije.
¿Cómo se enteró de la nominación?
Fue un fin de semana en el que yo estaba en un congreso de altas capacidades. Era uno de esos días en que te lo replanteas todo porque no puedes más. Estaba muy cansada.
¿La llamaron?
Recibí un mensaje en el móvil. Oí el rip-rip, lo leí y por poco me da un ataque de locura. Locura de alegría, eh… ¡Son taaantos años dándolo todo…!
¿Se emocionó?
Sí. Tuve que leer el mensaje varias veces, como cuando lees el test de embarazo y te da positivo. Pensé qué suerte tengo. Si yo ya estaba motivada antes, ¡ahora que se preparen! [Risas]
Me da que para usted la sola nominación es el mejor premio.
Para mí esto es un sueño del que no quiero despertar.
Tema relacionado: Alicia Tojeiro Ríos: La escuela que hace falta es la de la humanidad, la de los valores, la escuela del respeto, la empatía
¿Se puede aprender pasándolo bien?
¡Claro! Aprender es maravilloso y puede ser súper divertido. Pero no puede haber educación sin las familias. Es imposible.
Este contenido ha sido publicado originalmente por La Voz de Galicia en la siguiente dirección: lavozdegalicia.es