El desarrollo del lenguaje es una etapa crucial en la vida de un niño. Aprender a hablar correctamente no solo es fundamental para comunicarse, sino que también influye en su desarrollo cognitivo, social y emocional. Para ayudar a los niños a adquirir habilidades lingüísticas sólidas, es necesario proporcionar un entorno estimulante y fomentar la interacción verbal desde una edad temprana.
La exposición constante a un entorno lingüístico rico es fundamental para el desarrollo del lenguaje. Los padres y cuidadores desempeñan un papel crucial en este aspecto, ya que hablarles a los niños de manera clara y articulada, leerles libros, cantar canciones y mantener conversaciones significativas, contribuyen a enriquecer su vocabulario y a mejorar su capacidad de comunicación.
Además, modelar el lenguaje correcto es esencial. Los niños aprenden observando y escuchando a los adultos que los rodean. Por lo tanto, es importante que los padres hablen correctamente frente a los niños, utilizando oraciones completas, una gramática adecuada y una pronunciación clara. Estos modelos lingüísticos les ayudarán a desarrollar una base sólida para su propio lenguaje.
Para ayudar a los niños a hablar correctamente, hay varias estrategias que pueden implementarse:
- Proporcionar un entorno lingüísticamente estimulante: Exponer a los niños a un entorno rico en lenguaje es fundamental. Hablarles de forma clara y articulada, leerles libros, cantar canciones y conversar con ellos regularmente les ayudará a desarrollar su vocabulario y habilidades de comunicación.
- Fomentar la interacción verbal: Es importante dedicar tiempo a hablar y escuchar a los niños. Pregúntales sobre su día, anímalo a que te cuente historias, jueguen juegos de palabras o realicen actividades que involucren la comunicación oral.
- Modelar el lenguaje correcto: Asegúrate de hablar correctamente frente a los niños. Utiliza oraciones completas, una gramática adecuada y pronunciación clara. Evita corregirlos constantemente, pero repite las palabras o frases de manera correcta cuando cometan errores.
- Leer en voz alta: La lectura en voz alta es una excelente manera de ayudar a los niños a desarrollar habilidades lingüísticas. Elige libros adecuados para su edad y léelos en voz alta con entusiasmo. Puedes hacer preguntas sobre el contenido del libro para fomentar la comprensión y el diálogo.
- Jugar con el lenguaje: Los juegos que involucran palabras, rimas, trabalenguas y adivinanzas pueden ser divertidos y al mismo tiempo ayudar a los niños a desarrollar habilidades lingüísticas. Estos juegos promueven la pronunciación clara, la memoria verbal y la comprensión del lenguaje.
- Evitar el uso excesivo de pantallas: Limitar el tiempo que los niños pasan frente a pantallas (televisión, tabletas, teléfonos móviles) es importante para fomentar la comunicación verbal. Las interacciones cara a cara son más beneficiosas para su desarrollo lingüístico.
- Estimular la escucha activa: Fomenta que los niños escuchen atentamente cuando alguien les habla y que presten atención a los detalles del lenguaje. Haz preguntas sobre lo que han escuchado para mejorar su comprensión y capacidad de respuesta.
- Buscar ayuda profesional si es necesario: Si tienes preocupaciones sobre el desarrollo del lenguaje de un niño, es recomendable consultar a un especialista en el habla y el lenguaje. Los terapeutas del habla pueden evaluar las habilidades del niño y proporcionar estrategias específicas para su mejora.
Recuerda que cada niño tiene su propio ritmo de desarrollo del lenguaje, y es importante ser paciente y brindarles apoyo durante todo el proceso.
La lengua es un músculo facial que apenas nos damos cuenta de que existe. Se encuentra en constante movimiento y sin ella no podríamos ni hablar, ni tragar correctamente, así que se encuentra tan integrada en nuestro día a día que apenas nos damos cuenta de que está ahí.
Sin embargo, como cualquier otro músculo, la lengua se puede fortalecer y educar, ya que no siempre la usamos adecuadamente.
Parte de los problemas que tienen los niños a la hora de pronunciar bien o de masticar, o de la conocida deglución atípica, que tanto problemas causa, se deben a la mala colocación de la lengua.
Entrenamiento con la lengua para que los niños hablen bien
Te damos una serie de ejercicios con la lengua para que los niños hablen bien y así conseguir una mejor pronunciación y mejor deglución.
El uso de la lengua no es tan fácil como parece. Cada letra lleva aparejada un movimiento único de este músculo, que con nuestras primeras palabras vamos ensayando poco a poco, así los niños van aprendiendo a hablar y pronunciar ciertos fonemas en función de la colocación de la lengua dentro de la boca.
Los primeros fonemas que pronunciamos son los que se hacen con los labios sin el uso de la lengua, así aparecen los primeros juegos de bebé haciendo vibrar los labios, más tarde los sonidos guturales, que son los más primitivos, y que se producen con la garganta, como si se tratase de un gruñido, un ejemplo es el famoso ‘ajo’ que suelen decir los bebés.
Cuando el niño crece, va desarrollando más movimientos con su lengua, y llegan las primeras sílabas como ‘papá’ o ‘mamá’, y no es hasta que tiene 4 o 5 años cuando el lenguaje se desarrolla y son capaces de pronunciar palabras más complejas.
Este aprendizaje varía según los idiomas, por eso es difícil que un niño que no haya aprendido desde pequeño la pronunciación de un fonema determinado, por ejemplo las vocales francesas, es difícil que lo aprenda de adulto correctamente.
Para los niños que tienen problemas a la hora de pronunciar alguna letra, como la R, S, D… además de tener problemas de deglución atípica, los logopedas recomiendan realizar ejercicios con la lengua para fortalecerla.
Aquí te dejamos algunos de ellos:
- Sacar y meter la lengua manteniendo la boca abierta y sin rozar los dientes.
- Con la lengua fuera de la boca ensancharla y estrecharla alternativamente.
- Colocar toda la lengua en el paladar y mantenerla durante 10 segundos mientras se abre y cierra la boca. La punta de la lengua no debe tocar los dientes.
- Tocar repetidamente con la punta de la lengua la ‘montaña’ del paladar.
- Apretar con fuerza la punta de la lengua contra ‘la montaña del paladar’. Pon el pulgar debajo de la barbilla para notar la fuerza que haces.
- Llevar la punta de la lengua desde la ‘montaña’ hacia atrás.
- Colocar un trocito de oblea en el tercio anterior del paladar. Intenta despegarlo realizando movimientos de la lengua hacia atrás (no hacia los dientes). Podemos hacer el mismo ejercicios con un poco de crema de cacao u otro alimento que se quede pegado al paladar.
- Hacer el caballo con la lengua, es decir, chasquear la lengua.
Algunos problemas del lenguaje se derivan de trastornos del desarrollo como el autismo o trastorno por déficit de atención, otros por trastornos físicos en los órganos que participan en el lenguaje o aspectos emocionales por algún factor extrínseco adicional. Por otra parte, una de las causas de los problemas del lenguaje puede ser la manera en la que se adquiere esta habilidad.
Los ejercicios para tratar los problemas de lenguaje se relacionan a los movimientos y acciones respiratorias, que inciden en el ritmo y algunos movimientos buco-faciales en la lengua, labios, mejillas y el paladar. Estos son los 10 mejores:
1. Ejercicios respiratorios:
Se realiza con movimientos simples y repetitivos, incorporando sonidos. Se puede realizar inhalaciones y espiraciones nasales y bucales, reteniendo el aire. También retener progresivamente el aire dentro de la boca o nariz. Además puedes incluir inspiraciones rápidas, lentas o profundas, dejando salir el aire rápidamente.
2. Soplar bolitas de papel:
Deben colocarse bolitas de papel o polietileno, también se pueden emplear velas, tumbar torres de papel con soplidos y utilizar pajillas para aspirar agua o limonada. Otra estrategia divertida es soplar burbujas de jabón.
3. Pronunciar las vocales:
Para realizar la pronunciación el niño debe inhalar lentamente por la nariz, retener el aire y luego exhalar lentamente mencionando las 5 vocales. También puede aumentarse la velocidad, de acuerdo a como se maneje el aire.
4. Ejercicio de ritmo:
En los problemas del lenguaje, el ritmo es esencial de tratar, para que puedan articularse correctamente las palabras. Para realizarlo, se pueden dar pequeños golpes a una mesa o tambor, y luego pedirle al niño que imite los sonidos con la voz, de esta manera podrá adaptarse al ritmo.
5. Jugar con las silabas:
El niño deberá articular silabas usando alguna consonante, de manera repetida, por ejemplo: Con la letra P, articulará la silaba pa, pa, pa, pa. Luego debe cambiar las vocales y cada vez que realice este ejercicio se ejercita el ritmo y la articulación, mejorando los problemas del lenguaje.
6. Articular frases:
En este caso pueden utilizarse frases completas, poesías, trabalenguas o cuentos cortos, de esta manera el niño repetirá las silabas y frases, una y otra vez hasta articular de manera correcta las mismas. Este ejercicio ayuda a mejorar los problemas del lenguaje, que también pueden combinarse con golpes de objetos pequeños, para marcar el ritmo.
7. Ejercicios con la lengua:
Abarcan diversidad de movimientos con la lengua, ideales para los problemas del lenguaje en los que se ve afectada la articulación de algunos fonemas. Pueden realizarse giros con la lengua en todas las direcciones, estirar la lengua, llevarla al paladar superior, comer goma de mascar y tocar todos los dientes con la punta de la lengua.
8. Ejercicios de silencio:
Primero deben ubicarse en una habitación completamente silenciosa, y luego realizar algún sonido, de manera que el niño pueda detectarlos y prestar atención, para luego preguntarle que sonido escucho.
Con este ejercicio no solo se ayuda a mejorar los problemas del lenguaje, sino también, puede ayudarles a distinguir la duración e intensidad e los sonidos, ejercitando la localización del mismo y reconocimiento de los objetos que lo emiten.
9. Ejercicios con los labios:
Se pueden realizar sosteniendo un palillo con los labios, sin introducirlo completamente a la boca. También pueden apretarse y aflojarse, separarlos y juntarlos rápidamente. Realizar el sonido de la letra P con los labios repetidamente.
10. Ejercicios faciales:
Inflar las mejillas y desinflarlas, luego de retener el aire algunos segundos. También pueden alternarse las mejillas, primero del lado izquierdo y luego inflar la derecha. Además puede retenerse el agua en la boca y soltar lentamente.
Este contenido ha sido publicado originalmente por Guía Infantil y incluyeme.com
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ENLACE DE LECTURA: ESTIMULACIÓN DEL LENGUAJE ORAL EN NIÑOS DE 2 A 3 AÑOS
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