La educadora argentina Nora Rodríguez estudió filología y pedagogía en su Buenos Aires natal, especializándose en el trabajo con niños conflictivos. Actualmente reside en España, y desde allí continúa compartiendo sus estudios sobre el acoso y violencia escolar. “Es la creadora del Proyecto Atenea, dedicado a frenar la violencia en los centros educativos, y colabora en medios de comunicación y con publicaciones de educación.
Por motivos únicamente educativos y de formación permanente, compartimos tres preguntas de Carlota Fominaya a Nora Rodríguez, sobre la tarea docente frente al acoso escolar y las normas de conducta en las familias, publicados por ABC, esperando que Ustedes lean la publicación completa en el enlace que indicamos al final.
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La profesora Rodríguez nos dice que “Urge educar en sintonía con el cerebro porque la educación está cambiando a pasos agigantados. Como nunca, tres generaciones participan al mismo tiempo de una Revolución Educativa sin precedentes, impulsada por los descubrimientos de la ciencia en relación al funcionamiento del cerebro. Un giro que otorga a los educadores la gran oportunidad de sintonizar mejor con los alumnos integrando el cerebro social, enseñándoles a pensar también como especie. O sea, potenciando todo aquello que traemos de fábrica, para lo cual nuestro cerebro viene preparado”.
Compartimos un video publicado por J&M Motivation, con un interesante diálogo sobre el tema del acoso escolar entre Nora Rodríguez y Jürgen Klarić, dos destacados referentes educativos.
CARLOTA FOMINAYA: … [ante las funciones ejecutivas bloqueadas por el acoso] … ¿Cuál es el papel del profesor en estos casos?
NORA RODRÍGUEZ: “Personalmente, creo que no tienen en cuenta que cualquier alumno de sus clases sí sabe si hay intimidación, y también saben entre quiénes se produce. Esta es una gran ventaja, obviamente no para preguntarles, pero sí para enseñarles a detectar cuáles son las señales de que hay que actuar, y con qué recursos cuentan como grupo para frenarlo. En ningún caso usar la mediación llevada a cabo por ellos, porque eso se ha comprobado lleva a los mediadores a ser posibles víctimas. Si se ayuda a los alumnos de que ellos tienen todas las herramientas personales y emocionales que necesitan, y que necesitan pararlo entre todos, entonces ellos dejarán de poner excusas para no hacer nada. Hay que explicarles a los alumnos que la frase de Martin Luther King: «No me preocupa el grito de los violentos, de los corruptos, de los deshonestos, de los sin ética. Lo que sí me preocupa es el silencio de los buenos» ... indica que ya no alcanza con tener el deseo de apoyar a la víctima y justificarse: hay que actuar, y hay que hacerlo en grupo.
Ya sabemos que uno solo no puede parar el bullying, ni dos, ni cinco, tienen que ser todos. Más cuando los que la ignoran creen tener razones fundamentadas según demuestran las investigaciones. («No es mi problema si alguien que no conozco está siendo atacado»; «No es agradable entrometerse en los asuntos de alguien»; «Ellos pueden resolver todo por sí mismos»; «No quiero ser un chivato contándoselo a un maestro»; «Él o ella debe defenderse por sí mismo»; «La mayoría de las personas pueden cuidarse a sí mismas y, a veces, las víctimas se lo merecen».
Sin contar que, lamentablemente, algunos niños y adolescentes, como algunos adultos, aprueban la intimidación, encuentran atractiva la violencia o la posibilidad de violencia. También frases como «me encanta ver pelea»; «A todos los niños les gusta divertirse y yo soy parte de eso» … son algunos ejemplos de esto.
CARLOTA FOMINAYA: ¿Qué le dice usted a los profesores a los que forma?
NORA RODRÍGUEZ: “Cuando formo a los profesores para que sean líderes en las aulas, les doy estrategias para que puedan hacen sentir bien a sus alumnos, teniendo en cuenta qué pasa en el cerebro, creando un clima positivo en el aula, dando autonomía para tomar decisiones, enseñándoles a dar algo de lo que saben hacer, enseñándoles cómo se establecen buenas relaciones, practicando el agradecimiento, la amabilidad, entre otros. Esto favorece la respuesta de recompensa, hay más dopamina en el cerebro, y la recompensa social es que tiene efectos duraderos, lo cual favorece el clima del aula, con una clase más efectiva, abierta a ideas y más creativa. Los docentes con alto liderazgo les hablan a los alumnos de quiénes son con sus características individuales, les ayudan con cierta periodicidad a los alumnos a ensayar lo que podrían decir en presencia de un acosador”.
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CARLOTA FOMINAYA: ¿Cree que en algún momento será posible borrar el bullying de las aulas?
NORA RODRÍGUEZ: Sí, cuando sea prioritario conocer a las personas a las que se educa, y crear con ellas y entre ellas vínculos positivos. De ese modo, en lugar de poner el foco en lo que no saben, en lo que no aprenden, se tratará de descubrir qué los hace auténticos, como sus talentos y fortalezas les ayudan a aprender, y focalizarse más en conseguir relacionarse mejor con los demás.
Crear sistemas de ayuda mutua, practicar la generosidad, altruismo, y no sólo para planificar clases dinámicas y colaborativas en donde los alumnos cumplan un rol, sino para que se sientan parte del aula, porque si el cerebro reptiliano está tranquilo, y el instinto de pertenencia satisfecho, el ambiente del aula mejora de un modo increíble.
La entrevista completa la puede Usted leer en este enlace: «MUCHOS PROGRAMAS ANTIBULLYING NO FUNCIONAN PORQUE NO TIENEN EN CUENTA LO QUE OCURRE EN EL CEREBRO»
“El cerebro humano cuenta con un sistema que nos predispone hacia los demás, incluso para ayudar a personas que no conocemos de nada, pero pocas veces o nunca se tiene en cuenta que, desde edades muy tempranas, a los seres humanos nos proporciona un gran bienestar ayudar a otros”
REDACCIÓN WEB DEL MAESTRO CMF