Un escándalo sacude a una universidad en Lima. La Policía capturó a Santos Isaac Barrantes Arrojo, alias «Zambo», presunto extorsionador acusado de ser contratado por estudiantes de Medicina para amenazar a sus profesores y obtener calificaciones aprobatorias.
Según las investigaciones, los alumnos pagaban entre 100 y 200 soles a la banda criminal «Los Capos del Norte» para enviar amenazas y acosar a los docentes en sus propios domicilios. Algunos profesores recibieron sobres con información sobre sus familiares, lo que los llevó a denunciar el hecho ante la Policía.
Barrantes fue capturado en flagrancia mientras dejaba un sobre extorsivo en la vivienda de una víctima. Las autoridades ahora buscan a más involucrados en esta red delictiva.
Amenazas y extorsión en la universidad
La Brigada Especial Contra el Crimen de Lima Norte de la DIRINCRI, en coordinación con la División de Inteligencia Contra la Criminalidad, logró la detención de Barrantes, un presunto integrante de «Los Capos del Norte», banda dedicada a la extorsión, el secuestro y el sicariato.
De acuerdo con la investigación, estudiantes de Medicina del décimo ciclo de la Universidad Científica del Sur habrían contratado a esta organización criminal para intimidar a sus catedráticos y garantizar su aprobación en los exámenes.
Los delincuentes utilizaban distintos métodos de presión, como mensajes amenazantes por WhatsApp y la entrega de sobres con información personal sobre los familiares de los docentes. «Acudían a sus domicilios, interceptaban a sus parientes en la vía pública y los amenazaban de muerte. Les advertían que, si no aprobaban a los alumnos, ellos o sus familiares serían asesinados», detalló el coronel PNP Róger Cano Benites.
Confesión y consecuencias
Durante el interrogatorio, Barrantes confesó haber recibido dinero de un estudiante para ejecutar las amenazas. «Dentro de la banda, él se encargaba de enviar los mensajes intimidatorios. Le indicaban a qué teléfonos debía escribir y qué debía decir: que los alumnos debían ser aprobados o, de lo contrario, el profesor y su familia pagarían con su vida», explicó el coronel Cano Benites.
Hasta el momento, dos docentes han formalizado denuncias, pero las autoridades sospechan que hay más víctimas. «Estos estudiantes han cruzado una línea peligrosa, contratando criminales para aprobar. Imagínese el tipo de profesionales que se están formando con esta mentalidad delictiva», advirtió Benites.
Además, se investiga la facilidad con la que los jóvenes lograron contactar a sicarios. «No es solo un problema de acceso, sino de valores. ¿Cómo es posible que para ellos sea una opción viable contratar delincuentes para aprobar un curso?», cuestionó el oficial.
Investigación en curso
La universidad tomó conocimiento del caso tras la denuncia de los docentes, quienes inicialmente temían represalias. A raíz de estos hechos, la Policía ha iniciado una investigación más amplia para determinar si hay otros casos similares.
Las autoridades buscan identificar al estudiante conocido como «Osorio», señalado como el nexo con la banda criminal, y dar con los demás implicados en la red de extorsión. También se investiga si existen más víctimas, tanto en esta universidad como en otras instituciones.
Fuente: La República.
REDACCIÓN WEB DEL MAESTRO CMF