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El desarrollo de la oralidad en el aula: procesos didácticos y estrategias

La oralidad es una de las competencias fundamentales en el desarrollo del lenguaje y la comunicación de los estudiantes. No solo implica la capacidad de expresarse verbalmente, sino también la habilidad de escuchar, interpretar y reflexionar sobre los mensajes que se intercambian en distintos contextos.

Para fortalecer esta habilidad en el aula, es clave considerar los procesos didácticos de la oralidad, los cuales se dividen en tres fases: antes, durante y después del texto oral.

Antes del texto oral: La planificación y organización del discurso

Antes de que los estudiantes participen en una actividad oral, es esencial que estructuren sus ideas de manera clara y organizada. Para ello, deben considerar:

  • El propósito comunicativo: ¿Qué se quiere lograr con el discurso? ¿Informar, persuadir, narrar, argumentar?
  • El destinatario: ¿A quién va dirigido el mensaje?
  • El tipo de texto oral: Puede ser un discurso, una exposición, un debate, una entrevista, entre otros.
  • El género discursivo: Dependiendo del contexto, el mensaje puede adoptar una estructura específica (por ejemplo, una presentación formal o una conversación informal).
  • El tipo de registro: El nivel de formalidad con el que se comunicará el mensaje.
  • Las normas de cortesia: Consideraciones como el respeto, el turno de palabra y el tono adecuado.
  • Los contextos socioculturales: Entender el entorno en el que se desarrollará la comunicación.
  • Los recursos y medios: Uso de materiales de apoyo como presentaciones, gráficos o gestos.

Ejemplo en el aula: Antes de realizar una exposición sobre un tema de ciencias, los estudiantes deben investigar, organizar sus ideas en un esquema y ensayar su presentación. El docente puede guiarlos a través de preguntas clave y brindar modelos de presentaciones efectivas.

Durante el texto oral: La expresión y comunicación efectiva

Durante la intervención oral, los estudiantes deben comunicar sus ideas de manera coherente y cohesionada. Para ello:

  • Expresan sus ideas siguiendo la planificación previa.
  • Utilizan una estructura lógica para organizar su mensaje.
  • Hacen uso de recursos no verbales (gestos, posturas, expresión facial) y paraverbales (entonación, ritmo, pausas) para reforzar su discurso.
  • Interactúan con los interlocutores y adaptan su mensaje según las reacciones del público.
  • Identifican información relevante, infieren significados y formulan preguntas cuando es necesario.

Ejemplo en el aula: Durante un debate sobre el cambio climático, los estudiantes presentan sus argumentos basados en evidencias y responden a las preguntas de sus compañeros. El docente puede intervenir para reforzar el uso adecuado del tono, la coherencia de los argumentos y el respeto a los turnos de palabra.

Después del texto oral: Reflexión y evaluación

Luego de la intervención oral, es importante que los estudiantes reflexionen sobre su desempeño y reciban retroalimentación. En esta fase se recomienda:

  • Emitir una opinión personal sobre el contenido, la estructura y el impacto del mensaje.
  • Evaluar la claridad, la organización y la adecuación del discurso al contexto y destinatario.
  • Considerar las reacciones de los interlocutores y si se logró el propósito comunicativo.
  • Identificar oportunidades de mejora para futuras intervenciones.

Ejemplo en el aula: Después de una exposición grupal sobre energías renovables, cada estudiante evalúa su desempeño y recibe comentarios de sus compañeros y del docente. Se les pide que mencionen tres aspectos positivos y una posible mejora para futuras presentaciones.

Conclusión

El desarrollo de la oralidad en el aula es un proceso fundamental que permite a los estudiantes mejorar sus habilidades comunicativas, desarrollar el pensamiento crítico e interactuar de manera efectiva en distintos contextos. Como docentes, fomentar estos procesos didácticos a través de estrategias claras y ejemplos prácticos contribuirá a que los estudiantes no solo se expresen mejor, sino que también aprendan a escuchar y comprender de manera activa. Integrar estos procesos en la enseñanza cotidiana enriquecerá significativamente el aprendizaje y la participación en el aula.

Guías a descargar

  • «Se comunica oralmente en su lengua materna»: Este documento aborda directamente los procesos didácticos de la comunicación oral, detallando las etapas antes, durante y después del texto oral. Proporciona orientaciones específicas para docentes sobre cómo planificar, ejecutar y evaluar actividades de oralidad en el aula. Por lo tanto, es altamente relevante para comprender y aplicar los procesos didácticos de la oralidad. Ugel Cajamarca

  • «Guías Didácticas de Comunicación Oral»: Elaborada por el Ministerio de Educación de Chile, esta guía ofrece un marco teórico sobre la comunicación oral y presenta actividades prácticas para desarrollar habilidades comunicativas en los estudiantes. Aunque su enfoque es más amplio, incluye secciones que tratan sobre los procesos didácticos de la oralidad, proporcionando estrategias aplicables en el aula. Biblioteca Digital

  • «Didáctica de la Oralidad»: Este curso reconoce la importancia del lenguaje oral como medio de comunicación natural y su contribución al desarrollo de habilidades del pensamiento superior. Ofrece una estructura detallada para la enseñanza de la expresión oral en contextos educativos diversos. Dgesum

REDACCIÓN WEB DEL MAESTRO CMF

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