Álex Rovira Celma (Barcelona, España, 1969) es Licenciado en Ciencias Empresariales, MBA por ESADE y director de programas de Executive Education. Autor de “La Buena Suerte” (editada en 42 idiomas), “La Brújula Interior”, “Los Siete Poderes”, “El laberinto de la felicidad”, “La Buena Vida” o “La Buena Crisis”, “El Beneficio”, “La última respuesta”, “Las Palabras que curan” y “Cuentos para quererte mejor”.
“Defensor de que todo ser humano es, en esencia, positivo y que tiene un enorme potencial de desarrollo, Álex Rovira se ha convertido en uno de los conferenciantes y escritores de mayor reconocimiento internacional. Ha vendido cerca de cinco millones de copias de sus diferentes títulos, siendo algunos de ellos números 1 en ventas en diferentes países.
Apasionado de la psicología, Rovira cree profundamente en el poder de transformación de la palabra y en la terapia psicológica como ingrediente cotidiano e indispensable para reenfocar continuamente la vida. Considerado uno de los mayores expertos en Psicología del Liderazgo a nivel mundial y gran impulsor del selfmanagement. Todas las enseñanzas y planteamientos de Álex Rovira son aplicables al propio desarrollo individual y profesional como seres humanos”. “ME NIEGO A RENUNCIAR A LA UTOPÍA. CREO QUE HOY, MÁS QUE NUNCA, SON NECESARIOS LOS IDEALISTAS SUMAMENTE PRÁCTICOS”.
“Yo creo que nacemos mujeres y hombres, pero devenimos humanos. La humanización es una conquista, y en esa humanización tienen que trenzarse tres principios: principio del placer, principio del deber y principio de realidad. Cuando somos capaces de trenzar estos tres principios, el deber, el compromiso, el placer, la alegría y la realidad, darnos cuenta de lo que es, tenemos mucha más capacidad de transformación individual y colectiva. Si a eso, además, le añadimos una mirada apreciativa, potenciamos esos tres principios y podemos conseguir mucho más en lo individual y en lo colectivo, y sobre eso vamos a hablar y sobre eso vamos a compartir”, afirma Álex Rovira.
Gracias a la publicación de El País (España), BBVA y Editorial Santillana, compartimos con fines únicamente educativos, el diálogo entre un variado auditorio, donde algunos de los intervinientes se presentan y otros no, y a los cuales Alex Rovira responde sobre la importancia de enseñar a los niños a contar historias, consejos para quien quiera dedicarse a escribir, la lectura, la comunicación, sus referentes educativos, las claves del aprendizaje, las evaluaciones, la memoria, Albert Einstein, «la economía de las caricias» y temas sobre la familia. La Web del Maestro CMF, según su política de publicaciones, no necesariamente comparte las opiniones de los dialogantes. Dejamos a consideración de cada educador el análisis de las expresiones y posiciones de cada expositor en esta serie.
En esta publicación compartimos los enlaces del video completo y el momento más destacado, así como partes del diálogo, que recomendamos leer íntegramente en el título que indicamos al final del artículo. Es nuestro propósito que esta publicación sea una invitación a seguir entusiasmados en nuestra formación permanente, conociendo los aportes de especialistas cercanos al mundo educativo. Hacemos presente que las letras en negritas y cursivas son nuestras.
SONIA: Como maestra me gustaría saber cómo podemos fomentar la pasión por la lectura a los niños, a los adultos, a los jóvenes.
ÁLEX ROVIRA: “La pasión, como el entusiasmo, se contagian igual que se contagia la tristeza, la depresión. No prediquemos, nuestros hijos nos están mirando. Creo que la mejor manera de contagiar es que nos vean leyendo, y que hagamos del ritual de la lectura una celebración. […] Jordi Nadal, un magnífico editor, me decía que hay un estudio en el que se constataba que en los hogares que tenían libros, la probabilidad de que niñas y niños que habitaban allí llegaran a finalizar una carrera universitaria era mucho más alta. Entonces, disponibilidad, efecto contagio, hacer del regalo del libro un ritual, buscar libros bonitos, yo creo que hay libros maravillosos. […]”.
CHICA. Una pregunta que tengo para usted es: ¿Cuáles han sido sus mayores maestros y maestras que más le han influenciado en su vida?
ÁLEX ROVIRA: “Mi abuela materna, Carmen, una mujer tremendamente cariñosa y divertidísima. De ella, la evocación natural que tengo es la ternura, el humor, la alegría y la compasión. Porque para mí no tiene sentido hablar… ¿Tiene sentido hablar de inteligencia sin compasión? Mi padre, un hombre formado a sí mismo, avidísimo lector, que tenía que importar libros de Argentina en la dictadura española que estaban prohibidos aquí, y eran libros de filosofía, de religiones comparadas. Pero yo recuerdo la mesilla de noche de mi padre llena de libros, y dejándolo como quien no quería sobre una mesa, para ver si alguno de los tres hermanos picábamos. Mi madre, mi madre por su enorme capacidad de amar, y, luego, te diría que las grandes maestra y maestros que he tenido eran gente humilde que, quizás, no tuvieron acceso a una formación superior. Por ejemplo, recuerdo a Josep, a José, un campesino, pero yo, muchas veces, los fines de semana, cuando tenía siete, ocho o nueve años, lo primero que hacía al llegar al pueblo era tomar la bicicleta, ahí en Aiguafreda, ir a ver a Josep y sentarme a su lado, y él me contaba cuando cosechaba, cuando sembraba, si el viento venía de levante, que auguraba tormenta; por qué las fuentes, cada vez, tenían menos agua… Era una especie de Walt Whitman este hombre sin saber que era un poeta y era un hombre que, seguramente, no sabía leer, seguramente era analfabeto, pero tenía una profunda conexión con el alma de las cosas. Y ese amor a la vida, y esa ternura hacia la naturaleza, y el cómo trataba a los animales… Era un hombre tremendamente respetuoso, era un hombre que nunca le oí hablar mal de nadie. Para mí fue un maestro fundamental, y todavía lo tengo muy presente”.
POR QUÉ ES TAN IMPORTANTE CÓMO MIRAS A TU HIJO (MOMENTO DESTACADO 5´03”)
NOEMÍ: Me gustaría saber cuáles son para ti las claves del aprendizaje.
ÁLEX ROVIRA: “Yo creo que son múltiples. La verdad es que es una pregunta que requeriría una reflexión en profundidad. Como decía antes, creo que hay un factor fundamental, que es el contagio, el entusiasmo. No puede haber aprendizaje sin entusiasmo. […] como clave de aprendizaje, estaría el entusiasmo, la pasión, el esfuerzo, pero el esfuerzo combinado con algo fundamental, que es la alegría y el reconocimiento. Pensemos de nuevo en aquellas maestras y maestros que han sido los mejores que hemos tenido en nuestra vida, y veréis que, invariablemente, nos invitaban seguramente al esfuerzo, pero ¿desde dónde? Desde el contagio de la alegría, desde el contagio de la pasión, desde el reconocimiento. […] Y creo que esa combinación de entusiasmo, pasión, esfuerzo, alegría, reconocimiento, son claves del aprendizaje. […] ¿Qué tienen los equipos de alto rendimiento que funcionan a nivel deportivo, a nivel incluso de organizaciones humanas, de empresas? Tienen tres cosas: en primer lugar, se respetan, sin respeto no hay nada. En el aprendizaje es lo mismo, hay que respetar a la persona que está aprendiendo. Segundo, la admiración. La admiración es fundamental porque pone en marcha el mecanismo de aprendizaje por imitación. Yo cuando admiro a alguien le quiero imitar, inconscientemente tiendo a incorporar su lenguaje, sus gestos… Y la tercera variable fundamental es que haya un afecto profundo. […] Insisto, creo que no somos conscientes de la capacidad que tenemos de transformar a los demás, y si se combina todo eso, hacemos florecer al ser amado. Cuando hablamos de amor, lo llevamos siempre mucho al terreno del deseo, al terreno de la lujuria, al terreno de Eros. Hablamos poco de filia y de ágape, hablamos poco del amor como la energía de la confianza, del vínculo, de calidad, la energía del compromiso, la energía de la transformación, la energía del diálogo, la energía que, realmente, llámale energía, llámale, por supuesto, emoción que nos une. Creo que, realmente, no puede haber un aprendizaje radical sin un amor radical”.
TU MIRADA PUEDE TRANSFORMAR A LAS PERSONAS. (VIDEO COMPLETO 48´ 55”)
CHICO: Últimamente, se ha dicho que la memoria ya no es tan importante en la educación, porque desde un móvil podemos acceder a todo el conocimiento, ¿estás de acuerdo con eso? ¿Crees que la memoria es todavía importante?
ÁLEX ROVIRA: “Creo que, precisamente, no tener memoria o intentar borrar la memoria no solo es fuente de disfunciones operativas, sino de disfunciones psicológicas muy importantes. Hay que tener memoria y hay que tener memoria para la gratitud, hay que tener memoria para evitar que la infamia se repita, por eso es importante la memoria histórica, es fundamental. Por eso es fundamental tener en el recuerdo quien nos ha ayudado y quien nos ha bendecido, por eso es importante memorizar las tablas de multiplicar. Por eso es importante que, aunque la tecnología avance mucho, y acabaremos todos ciborgizados, porque si ahora nos falta el móvil, a algunas y algunos es como si nos faltara un órgano vital. Pero la memoria es fundamental. La memoria cognitiva, la memoria emocional, incluso me atrevería a hablar de la memoria espiritual en términos de gratitud, de humildad, es crítica. Y, por lo tanto, hay que trabajar la memoria. Porque, además, es un placer poder traer a colación, aquí y ahora aquello que en un momento te ha conmovido, o aquello que crees que le puede ser útil al amigo, o ¿cómo se llamaba aquel libro que ahora quiero aconsejar o aquella película?, o ¿qué decía aquel fragmento que leí o aquel poema que a lo mejor le quieres regalar a la persona a la que amas? Yo creo que debemos seguir trabajando la memoria como una pieza más de todo el proceso de humanización. Sin memoria no somos nada”.
La transcripción completa de este diálogo lo puede Usted leer aquí: POR QUÉ ES TAN IMPORTANTE CÓMO MIRAS A TU HIJO.
Esta publicación corresponde a SERIE DE VIDEOS: APRENDAMOS JUNTOS, PARA SUMAR POR LA EDUCACIÓN
“Creo profundamente en el poder de transformación de la palabra, de la comunicación que busca tender puentes para comprender al otro y para buscar, siempre, el bien y el beneficio común. Creo que sin valores no puede haber valor, y que sin buena gente no puede haber buena vida ni buena suerte”.
REDACCIÓN WEB DEL MAESTRO CMF