La escuela que aprende es un libro del pedagogo español Miguel Ángel Santos Guerra, publicado en 2000. En el libro, el autor plantea la necesidad de que la escuela sea una organización que aprende, y no solo un lugar donde los alumnos reciben conocimientos.
Santos Guerra sostiene que la escuela debe ser capaz de adaptarse a los cambios que se producen en la sociedad, y para ello debe estar dispuesta a aprender y a mejorar. El autor identifica una serie de obstáculos que dificultan el aprendizaje de la escuela, como la cultura burocrática, la falta de autonomía y la resistencia al cambio.
Para superar estos obstáculos, Santos Guerra propone una serie de procesos que permitirán a la escuela convertirse en una organización que aprende. Estos procesos incluyen:
- La creación de una cultura de aprendizaje: La escuela debe crear una cultura en la que el aprendizaje sea valorizado y promovido. Esto implica que todos los miembros de la comunidad escolar deben estar comprometidos con el aprendizaje, y que deben existir mecanismos para apoyar y facilitar el aprendizaje.
- La autonomía de la escuela: La escuela debe tener la autonomía necesaria para tomar sus propias decisiones y adaptarlas a las necesidades de su contexto. Esto le permitirá responder de forma flexible a los cambios que se producen en la sociedad.
- La participación de todos los miembros de la comunidad escolar: El aprendizaje de la escuela debe ser un proceso compartido por todos los miembros de la comunidad escolar. Esto implica la participación de los alumnos, los profesores, los padres y la comunidad en general.
La escuela que aprende es un libro que ofrece una visión crítica de la escuela actual, y propone un modelo de escuela que sea capaz de adaptarse a los cambios que se producen en la sociedad. El libro es una lectura obligada para todos aquellos que están interesados en la educación y en el futuro de la escuela.
Análisis del libro
El libro La escuela que aprende es un análisis crítico de la institución escolar, y propone un modelo de escuela que sea capaz de aprender y de adaptarse a los cambios que se producen en la sociedad.
Santos Guerra comienza el libro señalando que la escuela es una institución que enseña, pero que también debe ser una organización que aprende. Esta idea es fundamental, ya que implica que la escuela no solo debe transmitir conocimientos a los alumnos, sino que también debe ser capaz de aprender y de mejorar.
El autor sostiene que la escuela debe ser capaz de adaptarse a los cambios que se producen en la sociedad, y que para ello debe estar dispuesta a aprender y a cambiar. Santos Guerra identifica una serie de obstáculos que dificultan el aprendizaje de la escuela, como la cultura burocrática, la falta de autonomía y la resistencia al cambio.
Para superar estos obstáculos, Santos Guerra propone una serie de procesos que permitirán a la escuela convertirse en una organización que aprende. Estos procesos incluyen:
- La creación de una cultura de aprendizaje: La escuela debe crear una cultura en la que el aprendizaje sea valorizado y promovido. Esto implica que todos los miembros de la comunidad escolar deben estar comprometidos con el aprendizaje, y que deben existir mecanismos para apoyar y facilitar el aprendizaje.
- La autonomía de la escuela: La escuela debe tener la autonomía necesaria para tomar sus propias decisiones y adaptarlas a las necesidades de su contexto. Esto le permitirá responder de forma flexible a los cambios que se producen en la sociedad.
- La participación de todos los miembros de la comunidad escolar: El aprendizaje de la escuela debe ser un proceso compartido por todos los miembros de la comunidad escolar. Esto implica la participación de los alumnos, los profesores, los padres y la comunidad en general.
Conclusiones
El libro La escuela que aprende es un aporte importante al debate sobre la educación. El autor ofrece una visión crítica de la institución escolar, y propone un modelo de escuela que sea capaz de aprender y de adaptarse a los cambios que se producen en la sociedad.
Las propuestas de Santos Guerra son desafiantes, pero también necesarias. La escuela debe ser una institución que esté dispuesta a aprender y a cambiar, si quiere ser capaz de cumplir con su función social.
El libro es una lectura obligada para todos aquellos que están interesados en la educación y en el futuro de la escuela.
ENLACE DE LECTURA: LA ESCUELA QUE APRENDE
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