Sofía Domínguez Martínez presentó un escrito «LA EDUCACIÓN, COSA DE DOS: LA ESCUELA Y LA FAMILIA» que se publicó en el blog de la Federación de Enseñanza de CC.OO donde habla de la importancia que tiene la buena relación entre la familia y la escuela, puesto que ambos tienen un objetivo común que es el del desarrollo global y armónico de los niños/as y por tanto debe ser una tarea compartida; de manera que se facilite la consecución de este objetivo principal.
Hoy en día las escuelas y los padres reclaman este apoyo y colaboración mutua, pero es difícil de realizar en la práctica, puesto que existen horarios contrapuestos que dificultan el tener tiempo y además no siempre los padres están dispuesto o al contrario, los docentes no siempre están abiertos a esta colaboración.
Cuando hablamos de participación en la escuela no solo se refiere a las citaciones de las entrevistas del tutor/a, si no a las actividades que se propongan, a participar en el Consejo Escolar y las Asociación de madres y padres y que exista una relación de confianza y ayuda entre los padres y los profesores/as.
Esta relación se convierte hoy en día en un pilar muy fuerte para la eficacia y respuestas positivas del desarrollo educativo y personal del alumnos/as. Se ha demostrado que en caso de no existir esta cooperación el niño/a tendrá muchos problemas en su evolución escolar y se producirán muchas limitaciones y por el contrario si se da esta cooperación adecuada, el alumno/a evolucionará satisfactoriamente y son muchos las ventajas de las que disfrutará el niño/a .
Creemos que la publicación de Sofía Domínguez nos sirve de introducción para presentarles el siguiente tema «LA FAMILIA TIENE QUE EDUCAR PARA QUE LA ESCUELA PUEDA ENSEÑAR» que fue publicado por el blog El Territorio (Argentina) y que les compartimos a continuación con fines educativos.
La familia tiene que educar para que la escuela pueda enseñar
La educación empieza por casa dice un conocido refrán y esta afirmación tiene un poco de verdad en el comportamiento que las personas demuestran fuera del hogar. En el caso de los niños, la escuela es el espacio donde se puede visualizar lo aprendido en casa.
A veces dar clases se vuelve una tarea compleja para los docentes debido a la indisciplina de los niños o a que simplemente no comprenden las reglas que se deben seguir en una institución. Es por ello que el trabajo de educar debe ser en conjunto entre la familia y la escuela y de esto hablará la reconocida licenciada Liliana González hoy a las 18.30 en el Instituto Roque González.
En diálogo con El Territorio, Liliana González comentó que en la charla hará hincapié en la relación familia y escuela “partiendo de la idea que educar no es un trabajo sólo de la escuela, es un trabajo entre todos: medios de comunicación, funcionarios, familia, todos los miembros de la comunidad estamos educando, todos somos referentes para los chicos. La familia tiene que educar para que la escuela pueda enseñar y a veces llegan chicos a la escuela no educados desde la familia, sin hábitos, sin la noción de respeto, sin disciplina, sin saber convivir con el semejante”.
Con respecto a la interacción de estos chicos en el aula, la profesional comentó que “en la escuela se viven situaciones complejas cuando los chicos tienen problemas de conducta, chicos que muerden, gritan, que son violentos, que no escuchan al compañero. Lo que se trata es volver a situar la educación como un trabajo entre todos, fundamentalmente es el trabajo de la familia y una vez que la familia elige la escuela, tiene que seguir acompañando a la escuela y ésta hará todo lo que pueda para complementar la función de la familia”, remarcó.
Este evento es una invitación al lanzamiento del ciclo de talleres 2019 con temáticas que preocupan a todos, como la prevención del suicidio, la prevención de adicciones, convivencia pacífica, entre otros.
En la charla, que ya cuenta con una gran cantidad de inscriptos, “vamos a hablar de una familia que funciona bien y una que está disfuncional. Hay que preguntarse qué está pasando con el pasaje de la familia en la escuela, cómo están llegando los chicos, que está pasando con la cultura del libro en casa y en la escuela, qué está pasando con el sentido de la escuela porque los chicos no quieren ir porque todo está en Google. Hay muchas cosas para reflexionar sobre qué puede hacer la familia para sostener la escuela y qué tiene que hacer la escuela para acomodarse a los chicos de hoy”, finalizó.
Recomendación
También recomendamos escuchar el siguiente audio sobre “La familia debería educar para que la escuela pueda enseñar” en donde Liliana González, escritora, docente y licenciada en Psicopedagogía, especialista en niños y adolescentes, refirió a las principales problemáticas en torno a la crianza y la necesidad de una “construcción” de los hijos desde la infancia para un mejor desempeño integral en el futuro.
Este contenido ha sido publicado originalmente por El Territorio (Argentina) en la siguiente dirección: elterritorio.com.ar
si la familia no se responsabiliza de su compromiso cual es el de formar habitos deseables en sus hijos y fomentar los valores, dificlmente el maestro en la escuela podra hacerlo con bastantes alumnos, la escuela solo es un complemento de lo que supuestamente los alumnos ya llevan de su casa, entonces el rol de la escuela se enfoca mas en los conocimientos que en lo formtivo.
Solo para que piensen
cuando las dos entidades: familia y escuela, están claras en sus funciones, más que nada, son asertivas en lo que hacen, ¡cada una tiene que hacer bien lo que le corresponde! ninguna de las dos entidades, debe apoyar lo que se encuentra mal. las escuelas en su mayoría solo instruyen en asignatura volátiles; y la familia debería potenciar en la formación humana; pero actualmente los padres, no cumplen con su función humanizadora, obviamente a sus hijos.; mientras la escuela sigue atomizando de asignaturas.
lo correcto:
– las dos entidades deben saber lo más vital que necesitan los estudiantes.
– las dos entidades deben trabajar en la misma dirección. si la una no funciona por lo menos que lo haga la otra. «Médicos y enfermeras, siempre trabajan en la misma dirección.
– la mayoría de estudiantes necesitan urgente una potente «formación afectiva»
los estudiantes en este terreno se encuentran en la pre-historia.
marco gudiño mejía
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