[David Auris] ¿Licenciamiento de las universidades peruanas?

El licenciamiento, es el mínimo requisito para el funcionamiento de toda universidad, sin embargo, este procedimiento es novedoso en Perú y ha generado una masiva movilización de todas las universidades para lograr la licencia, de no obtenerlo, la ley autoriza el cierre de la institución. Hasta el momento solo el 70% de las universidades han logrado licenciarse y se publicitan de calidad, con el objetivo de atraer estudiantes, en confabulación con el discurso optimista del estado, cuando en realidad es lo básico que debe poseer toda institución para operar académicamente.
La ley universitaria, N°30220, publicada el 2014, permitió la creación de la Superintendencia nacional de educación superior universitaria (SUNEDU), con el objetivo de mejorar y llevar la calidad de las universidades peruanas al más alto nivel y otorgar la licencia institucional a las universidades que reúnan las condiciones básicas de calidad, (CBC) al 2020, como expone Lorena Masías, siendo la antesala de la codiciada acreditación.

Entonces, surgen en el tapete del debate pedagógica, algunas disquisiciones: ¿Solo reuniendo estas condiciones básicas de calidad, lograremos elevar los estándares educativos? ¿Acaso la CBC, es un refinado eufemismo de las condiciones mínimas de funcionamiento de una universidad, CMF? ¿Se ejecuta para atraer más estudiantes y generar negocios? ¿Acaso el licenciamiento, es una fina mascarilla pedagógica para ocultar que somos los últimos en la región, cuando debemos apostar hacia la acreditación? A continuación, resaltamos las condiciones básicas evaluadas, para exponer algunas ideas a la luz del razonamiento.

Los objetivos académicos, grados, títulos y planes de estudio, han sido evaluados rigurosamente con estándares internacionales por expertos centrados en documentos. Sin embargo, olvidaron valorar el espíritu de la vida universitaria, el sílabo que está en cuidados intensivos, debiendo evaluarse y recomendar la mejora inmediata de su pertinencia, emprendimiento, innovación científica y tecnológica, como sugiera la ONU, más allá de vagos contenidos monótonos.

Asimismo, la oferta educativa compatible con los instrumentos de planeamiento, fueron superados ampliamente por las universidades, con una abrumadora población de estudiantes de abogacía, psicología y otras carreras de carpeta; cuando realmente necesitamos más estudiantes bilingües de medicina e ingenierías en todas sus menciones como informáticos, para crear novedades, producir y transformar nuestra realidad.

Nuestras universidades aprobaron el examen, orgullosamente mostrando una infraestructura y equipamiento adecuado que, los evaluadores no repararon en el uso sostenido de los laboratorios modernos y las aulas repleto de estudiantes. ¿Acaso no es posible normar un techo de población de veinte estudiantes por aula, para garantizar una verdadera calidad educativa?

Por otro lado, estas universidades con poco más de treinta revistas indexadas, extrañamente descollaron la línea de investigación, sin considerar por los expertos, la práctica de la investigación científica para la transformación, así como comprometer a las universidades financiar y permitir a los científicos de RENACYT, hoy docentes investigadores, publicar tres papers y un libro por año para generar patentes, con el objetivo de producir materias manufacturadas y competir a nivel mundial.

¿Es posible hablar de docentes calificados a tiempo completo, con un magro estipendio, mientras las universidades se enriquecen mostrando orgullosamente sus edificios? SUNEDU, ingenuamente considera al docente, como un engranaje de recambio a ser removidos en cualquier momento, amputando la posibilidad de empoderar expertos en la materia, que puedan aportar al desarrollo sostenido del país.

Los servicios educacionales complementarios enarbolarían la categoría de calidad, si contaran con repositorios que alberguen: Scopus, Web of Science y E-Books actualizados, no solo al servicio de su comunidad universitaria, sino, también abierto a la ciudadanía. Así como los mecanismos de mediación e inserción laboral se efectivizarán, si realmente los estudiantes practican en escenarios reales, desde el primer día de clases en su formación profesional para que, cuando egresen, puedan aportar una alta competencia innovadora.

Coincidiendo con Idel Vexler,una reforma universitaria integral es mucho más”, por lo que es imprescindible una reforma educativa a nivel internacional y apostar una cultura de la transparencia universitaria en su vida ética institucional, para la mejora continua, practicada por países productores de tecnología como Japón.

Aunque parezca de ripley, creo que el sello de garantía de calidad otorgado por la SUNEDU es, una burda estafa pedagógica, en nombre de una supuesta calidad educativa, anidada en la mente de políticos y funcionarios burócratas. Con un clic en las páginas webs de estas universidades licenciadas, podremos observar esta romántica calidad traducida en inventos.

Finalmente, para lanzarnos a los brazos de la competitividad global, exijamos al gobierno, una política revolucionaria de calidad educativa sostenida, comprometiendo a toda la sociedad; liderada por expertos científicos multidisciplinarios y no por políticos y funcionarios burócratas que están cuidando su puesto y así; lograremos acreditarnos por instituciones europeas, asiáticas o norteamericanas para producir y vivir; de lo contrario continuaremos embobados, escuchando la retórica de calidad educativa neocolonial.

Fuentes:

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Autor:
David Auris Villegas (Perú, 1975) Escritor, pedagogo, editor, columnista, profesor universitario y teórico de la pedagogía ética, educación ciudadana, cultura de paz.
Experiencia laboral:
Licenciado en educación por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y máster en educación por la Universidad de la Habana. Ha sido profesor capacitador en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y profesor de posgrado en varias universidades peruanas. Ha publicado: “Cuentos de medianoche”, “Mañana al despertar piensa en mí”, «Estrategias didácticas de comprensión lectora para la vida», «Cómo redactar artículos científicos» y “Minicuentos para soñar”. Antologado en: A Orillas del río Ichu y en, Palabras sin fronteras, fronteras sin palabras, y ha aparecido en las revistas: La Tortuga Ecuestre, Némesis y Entre paréntesis. Publica sus artículos pedagógicos cada semana en varios portales del mundo.
Correo electrónico:
[email protected]
Cuenta de Facebook: david.aurisvillegas.77

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