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El método Robinson (o técnica EPL2R) es una técnica de aprendizaje que se divide en 5 pasos. Descubre en qué consiste y cómo practicarlo en casa.
Existen diferentes métodos de estudio que en estos momentos pueden utilizar los estudiantes en sus estudios diarios. Uno de los más populares es el conocido método Robinson, comúnmente utilizado en muchas universidades norteamericanas. De hecho, se trata de uno de los métodos de estudio recomendados por Bernabé Tierno en su obra Las mejores técnicas de estudio.
FASES DEL MÉTODO ROBINSON.
- Explorar: se aconseja una lectura rápida de situación, en la que hay que fijarse con el índice, el título de los apartados y la extensión del temario de estudio. Tiempo aprox : 5min.
- Preguntar: se trata de una segunda lectura más detenida, donde ponemos más atención en busca de una vertiente más activa planteando dudas . Cabe cuestionarnos la información y buscar posibles aclaraciones fruto de esta segunda lectura, las que pueden ser resueltas por el profesor o por los propios compañeros.
- Leer: En una tercera lectura , deberíamos buscar palabras clave (negrita) y subrayar la frase más importante del párrafo, proceso que nos ayudará a construir un mapa mental o conceptual y tener una visión más clara y significativa de lo que estamos estudiante.
- Recitar: nos lo explicamos con voz alta de la misma manera como si hiciéramos una exposición oral ante los compañeros. El móvil o algún programa informático puede ser una buena herramienta para grabar y posteriormente poder escuchar lo grabado.
- Repasar: esta parte es muy importante, tanto por los últimos momentos antes de el examen y para después de cada tema, garantizando así la consolidación de los aprendizajes. Un buen consejo es escribir de nuevo el mapa mental o conceptual sin mirar y hasta que salga bien.
Este método recoge algunas ideas que permiten organizar y sistematizar un método de estudio de fácil aplicación. El método considera 5 momentos a saber: explorar, preguntar, leer, recitar y repasar. Consideramos ahora en detalle cada uno de los 5 momentos enunciados.
EXPLORAR
Al enfrentarnos a la lectura de un libro, debemos proceder, en primer lugar, a realizar una previa exploración del mismo, es decir, indagar cuando podamos sobre los fines y propósitos del autor, resultando conveniente para ello leer el prólogo del autor, estudiar el índice, fijarnos en los encabezamientos y en los distintos epígrafes y resúmenes de los diferente capítulos (si los hay), y, finalmente, dar una rápida ojeada al libro empleando la técnica de “Skimming” de reconocimiento; se trata de obtener una visión general rápida de los que más tarde se estudiará en detalle.
El objeto de esta exploración previa o visión general inicial, es prepararse para lograr un mejor enfoque de la materia a tratar, facilita el proceso de asimilación y construcción del conocimiento por parte del lector, permite sopesar la importancia que pueda tener el libro frente a nuestros objetivos e intereses. En ocasiones resulta fundamental, (libros científicos o manuales técnicos), los datos de edición (la fecha), dado que en algunas aéreas del conocimiento los cambios se producen con mucha rapidez. También podría ser importante saber es, qué es y cómo escribe el autor.
PREGUNTAR
Se efectúa una primera y rapidísima lectura, anotando las preguntas que se nos ocurran, tratando siempre de reflexionar interpretar (organizar y estructurar), los conocimientos adquiridos. Se pretende cuestionar la información leída, para desarrollar nuestra capacidad crítica, confrontar la interpretación que dé el autor con la de otros autores y con la del lector; el cuestionamiento nos permite reflexionar sobre lo que queremos y necesitamos saber.
Formular preguntas nos mantiene activos durante la lectura al principio requiere un gran esfuerzo, pero luego se convierte en un habito que nos permitirá siempre “entender” y no simplemente “memorizar”.
LEER
La primera lectura de estudio podrá ser rápida, en busca de una visión general; luego se realizará una detallada lectura, en la cual resulta de gran ayuda elaborar esquemas, resúmenes, notas, subrayar, etc. Los diagramas, cuadros, dibujos e ilustraciones, permiten al lector adquirir una imagen que globaliza, sintetiza o resume un conjunto de ideas o postulados que desarrolla el autor.
Todo esto debe ayudar al lector a extractar y comprender las ideas fundamentales desarrolladas por el autor. Se debe tener presente, que el objetivo es entender, conocer a fondo y gravar en la memoria los conocimientos adquiridos; se debe buscar “asimilar” o “apropiarse” de la información leída, para así construir el propio conocimiento; no se trata simplemente de retener información en la memoria, sino de saberlos valorar y aplicar objetivamente.
RECITAR
No es suficiente una lectura, cuando el propósito es recordar y sobre todo “entender”; es necesario, releer hasta construir las ideas fundamentales de cada párrafo, sección o capítulo del libro. No se pretende que se recite palabra por palabra, literalmente, las frases elaboradas por el autor; se trata de construir la esencia del pasaje, para posteriormente poder insertar detalles cada vez más sutiles. La recitación literal, sin reflexión, sin análisis previo, no produce ningún beneficio; son frases que al cabo de muy podo tiempo empiezan a ser olvidadas o cambiadas parcialmente, cambiando su significado. La recitación literal sólo es aconsejable cuando se debe memorizar una fecha, un vocablo, una fórmula, no sin antes conocer el significado de cada uno de los términos involucrados en lo que se pretende memorizar.
Memorizar una fórmula sin saber su significado y el de cada uno de los conceptos involucrados, sus posibilidades de aplicación, sus limitaciones, se puede decir que resulta una pérdida de tiempo; la recitación no debe de degenerar en una simple actividad mecánica; resulta bastante útil y provechosa, dado que con ella aseguremos recordar, bajo el supuesto de haber comprendido lo leído a la perfección. Así las cosas, la recitación nos permite aumentar nuestra capacidad de memorización de información, difícil de recordar de otra manera; nos ahorra tiempo, dado que al recordar la mayor parte de la información, al necesitarla, sabremos en primer lugar donde encontrarla rápidamente y el repaso a realizar será mucho más rápido; aumenta la capacidad de concentración y atención, puesto que mientras leemos, simultáneamente tratamos de recordar y cuestionar lo leído, para lo cual inicialmente se requiere gran esfuerzo, que debe posteriormente convertirse el habito o costumbre, y facilita el corregir las fallas, al no haber comprendido algún tema completa o correctamente, facilita identificar, los errores, la razón de los mismos y los temas que más dificultad presenta al lector; en ellos se debe hacer más énfasis.
REPASAR
La práctica del repaso aumenta la capacidad de recordar y garantiza una mejor asimilación del tanto del contenido repasado, como de nuevos contenidos. Los detalles aprendidos suelen olvidarse muy rápidamente; entre más tiempo trascurre, menos elementos se recordarán; se hace necesario, realizar un primer, aunque sea un rápido repaso, a los pocos días de estudiado un nuevo tema, un segundo repaso unas semanas más tarde; con lo cual se garantiza recordar un altísimo porcentaje de lo estudiado por varios meses; dichos repasos deben ir acompañados de una concepción de la estructura general del tema y del papel que desempeña cada uno de los elementos tratados dentro de la misma.
Este repaso no es necesario debe realizarse con el mismo material estudiado; de ser posible debe hacerse con otros texto, revistas, etc., lo que permite confrontar nuevamente diversos planteamientos y enfoques, referentes al mismo tema.
Este contenido ha sido publicado originalmente por Orientación Andújar en la siguiente dirección: orientacionandujar.es
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DESCARGA: EL METODO DE ESTUDIO EPL2R: “ROBINSON”
Gracias por toda la información que proporciona, sí utilizo mucho de lo que ustedes ponen a disposición de nosotros. Yo soy profesor universitario de la universidad de San Carlos de Guatemala, en el cunori chiquimula