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[Alexander Ortiz] El propósito de la vida es vivir

¿Existe algún propósito de la vida? Claro que sí, y lo puedes alcanzar aquí, ahora mismo, en este preciso momento. No tienen que transcurrir muchos años para que lo logres. Para configurar el propósito de la vida, es preciso eliminar la fuente del sufrimiento humano. Sufrimos a causa de nuestra mente oscura. Solo una mente que duda genera sufrimiento. Si quieres cumplir tu propósito en esta vida y ser feliz, dedícate a contener tu mente oscura, difusa y dudosa, que es la fuente del sufrimiento humano.

Para eso debes comprender qué eres y quién eres. No sabemos qué somos ni quienes somos. Tampoco sabemos a dónde vamos. Y por eso siempre estamos intentando cumplir el propósito de nuestra vida.

¿Qué eres?, ¿Quién eres?

No creerle a tu pensamiento reflejo será la inversión más importante que podrás hacer. Atraviesa tu pensamiento, descubre el impulso energético (emoción) que al parecer la produjo, y descubre que ese impulso lo produces tú mismo en un espacio “inconsciente”, y que ese impulso no trae la información que el pensamiento reflejo otorga.

Solo podrás entender tu mensaje original sumergiéndote en la energía (emoción) que hay antes del pensamiento reflejo. Para esto recomiendo dar el paso de soltar las historias y entenderlas como motores de arranque para que el mensaje original energético (emoción) sea despertado de manera tal que sea inevitable contemplarlo.

Suerte con eso, tú que sigues creyendo que eres lo que eres, sin darse cuenta que eres el resultado de tu propia imaginación. ¿Cada cuánto tiempo estás cuestionando lo que crees? ¿Con qué frecuencia estás soltando lo que aprendes?

Solo somos un signo, una narrativa, una historia creada por nuestro ego. Somos una configuración lingüística, un relato. Todo es artificial, somos una imaginación egótica. ¿Cómo trascender entonces nuestra realidad artificial? 

La configuración compasiva

El ¿cómo? es la gran pregunta. Comienzas configurando de manera compasiva lo que has expresado y experimentado hasta este instante presente, luego viene un periodo importante de aprender a trascenderlo.

Así te vas dando cuenta tú mismo que el ser está constantemente a) expresándose, b) experimentándose, c) configurando lo experimentado y d) trascendiéndolo.

Te vuelves un experto en hacer rápido tus lutos, trascender tu duelo, y en vivir el momento presente libre de expectativas. Esta es otra habilidad y destreza, por cuanto vivir sin expectativas no significa que no tengas planes y sueños; significa entender bien el significado de la no-intención, la no-acción y la co-creación, la interconfiguración.

Después que sueltas la necesidad de control y manipulación, y ese grito interno de “no soy suficiente” o “no es suficiente”, “algo está faltando”, eso significa que ya no experimentas con esa voz interna que te dice que debes mejorar o que todo estará bien.

Te das cuenta que en cada instante ya tienes todo lo que necesitas para configurar probables escenarios que tu imaginación pueda proyectar. Algo así es lo que practico y te lo comparto: aceptar la vida tal como es.

Aceptar la vida tal como es

“Acepta la vida tal como es”, intenta descubrir lo que hay debajo o detrás de esta frase. ¿Qué quiere decir aceptar la vida tal cómo es?

Podría ser que tienes muy aferrada una creencia de cómo debería ser la vida y cuando la vida no se presenta como tú la imaginas, entonces ahora hay que aceptarla. ¿Desde dónde estás imaginando la vida? ¿Desde tus carencias? ¿O desde la libertad del ser?

Es muy fácil, imaginas desde la carencia, sigues sintiendo esa necesidad de llenar tu existencia con algo y cuando ese algo no se cumple, pues te convences que hay que aceptarlo. Lo que te recomiendo es abrirte a no aceptar, si no a convencerte que lo que sucede es justo lo que necesitas que suceda para que descubras qué es lo que estás dando.

¿Qué es lo que estás expresando? Pues lo que recibes es lo que das. No lo califiques como bueno o malo, es pura resonancia. Si estás expresando dolor, pues el dolor vendrá de vuelta, y si estás expresando alegría, pues la alegría vendrá de vuelta. Pero te insisto, no creas que dolor y alegría son polos opuestos donde uno es bueno y el otro es malo. Sencillamente son dos caras de la misma moneda, pero no son algo malo o bueno, simplemente son.

Contempla el dolor y la alegría como vibraciones que debes aprender a contemplar y configurar para que puedas descubrir tu propia vibración, tu propio ser. Todos los seres humanos tenemos todas las polaridades y la diversión está en integrarlas, configurarlas y equilibrarlas.

Ahí es donde aparece la no-necesidad y el ser emerge como una experiencia pura de creación de nuevas realidades equilibradas y de autóctono reconocimiento de sus límites, que son infinitos. ¿Me entiendes lo que te comparto e intento practicar yo mismo?

Te recomiendo observar esa necesidad que tienes de mantenerte en la creencia de que existen cosas buenas, correctas, te invito a que te grabes esto, yo lo aplico y me funciona mucho. Esta es una de las pocas creencias o normas que mantengo. “Si sucedió, es perfecto”, configuro todo lo energético interno que se despertó, y créeme que siempre viene sabiduría desde mi propio ser. Pues lo que sucede es resonancia directa de mi inconsciencia traída a mi conciencia, y no la desperdicio con creencias antiguas de cómo se debe comportar un humano ni la sociedad. Eso es un desperdicio de energía. ¿Me entiendes?

Es como si todo lo que sucede me permitiera ver lo que está en mi sótano. Es decir, me deja ver todo lo que yo he generado pero no me he dado cuenta ni me he hecho responsable por ello.

Pero no lo mires con tu mente, no trates de entenderlo ni comprenderlo. Vívelo, experiméntalo, siéntelo, sin rechazar nada, así lo configuras y luego prepárate para soltarlo y trascenderlo. Lo harás en completa gratitud, en bondad amorosa.

Si me sucede algo, es perfecto. Dios no se equivoca. ¿O sí? Y no se mueve una hoja de un árbol sin la voluntad de Dios. ¿O no? Esa es mi experiencia. 

Experiencia

Cuando creemos que algo que pensamos es una verdad absoluta, nos cerramos a la verdadera realidad de las cosas, limitamos nuestra comprensión sobre la realidad y nos equivocamos en las decisiones que tomamos. Esto sucede porque nos aferramos a una idea, percepción o creencia, y no analizamos la realidad desde nuestra vivencia sino desde nuestros conceptos. Quedamos atrapados en un entramado conceptual, las nociones nos hunden en un abismo sin salida. Esto sucede con todo en nuestra vida, incluso con la felicidad. Si no nos aferráramos a un concepto de felicidad, seríamos más felices. La felicidad no es un concepto, es una experiencia personal.

No existe perfección en la vida, pero sí existe la fe de que siempre habrá una luz al final del camino. No todo es negativo. No todo es positivo. Hay más poder en la plenitud siempre. ¡LA VIDA RENACE!

No sé cuándo exactamente, ni a través de qué conocimiento o experiencia empecé o decidí, inconscientemente, a practicar lo que yo llamaría la “el supuesto verídico”, que aparentemente no tiene fundamento científico pero me llena de serenidad la mente, y en consecuencia el cuerpo, el alma y el espíritu. El supuesto verídico consiste en pensar siempre positivo sobre cualquier hecho o situación y no suponer cosas negativas. Así que ahora, supongo, me sugestiono, me miento, lo que sea, en algunas circunstancias, para darme tranquilidad, paz, y no angustiarme o preocuparme porque las cosas no son como yo pienso o deseo que deben ser. Nunca pienso que las personas están actuando mal. Siempre pienso que todos los seres humanos actúan bien. Los perdono y me perdono.

El perdón

No mires nunca la intención en las equivocaciones. Lograr ese simple movimiento en nuestra atención produce el profundo perdón. En vez de poner nuestra atención en el por qué, solo la ponemos en el presente y el perdón sucede. El presente no es una continuación del pasado. El presente contiene toda la información del pasado. Entonces perdonas a tu hermano cuando te niegas a cuestionarte el por qué o para qué hizo las cosas. Eso es ir al pasado a ver las intenciones. ¿Quién que se haya equivocado lo hizo con intención? No sigas el guión de la película. No te sumerjas en el filme.

 No sigas el guión de la película

Otra forma de seguir el guión de la película humana es:

  1. Aceptas que tienes y estás configurando una opinión de ti mismo.
  2. Aceptas que esa opinión es importante para ti.
  3. Aceptas que si la opinión que tienes de ti te gusta, pues estás bien.
  4. Aceptas que si la opinión que tienes de ti no te gusta. Pues estás mal.

¿Qué significa? Que ya creíste el guión.

Haz una lista de las cosas que te gustan y las que no te gustan y honestamente pregúntate. ¿Esta lista me la dijeron?, ¿la escuche a alguien? ¿La creí de alguien o me la inventé desde cero yo mismo?

Te darás cuenta que esa lista no es tuya, es del guión de la película humana que dice qué cosas son buenas y qué cosas son malas. ¿Me entiendes?

Luego también podríamos decir que el texto se refería al guión de Dios. Pero ¿cuál es el guión de Dios?

Dios miró su creación y dijo: qué bello me quedó ese planeta, quiero ir. Y creó a los seres humanos para poder ver, oler, sentir, escuchar y crear nuevas cosas dentro de la misma creación. El guión es que recuerdes que eres Dios. Ojo, no estoy diciendo EL DIOS ÚNICO. Eres una parte de Dios, pero así como una gota de agua y el agua del mar son lo mismo, tú eres como una gota divina.

¿Y cuál es el guión? Vienes a disfrutar la creación y a crear como Dios sabe. Si en tu vida estás creando pues estás cumpliendo el guión divino. Si no estás creando es porque te desconectaste y quieres recordar tu divinidad para crear desde la fuente divina, desde Dios y como Dios.

Esto es un texto dentro de la película. ¿Qué opinas? ¿Cómo se activan tus emociones en tu película? 

Las emociones

Utiliza tu propia oscuridad para encontrarte, no para evadirla. Todos somos seres humanos, sentimos miedo, ansiedad, dolor, depresión, ira, etc.La pregunta que debes hacerte es esta: ¿Utilizo mi propia oscuridad para evadirla y dejar que me consuma diariamente, o la uso para entrar en ella, liberarla, y posteriormente, descubrir quién soy?

Hay emociones tan profundas que ni siquiera somos conscientes de que éstas residen en nuestro interior. Solo podemos experimentarlas, cuando ya están cerca a la superficie, a punto de ser libres, a punto de salir de la prisión interior, salir de ti.

La verdadera oscuridad está adentro de ti, no afuera. El que está afuera te muestra una emoción reprimida, que no has sanado, que no has entrado en ella, que no has querido experimentar.

¿Quieres sanar? Entonces entra en esa oscuridad que no quieres ver. Atrévete a sentir ese dolor que has llevado por mucho tiempo. Atrévete a sentir esa rabia generada por las injusticias que has vivido. Atrévete a llorar. Atrévete a amar. Atrévete a vivir.

Atrévete a dejar ir esa oscuridad, para luego conocerte realmente. CONOCE TU VERDADERO SER, más allá de las formas configuradas. El propósito de la vida humana es vivir.

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Autor:
Alexander Ortiz Ocaña, ciudadano cubano-colombiano.
Universidad del Magdalena Santa Marta, Colombia
Doctor en Ciencias Pedagógicas, Universidad Pedagógica de Holguín, Cuba. Doctor Honoris Causa en Iberoamérica, Consejo Iberoamericano en Honor a la Calidad Educativa (CIHCE), Lima. Perú. Magíster en Gestión Educativa en Iberoamérica, CIHCE, Lima, Perú. Magíster en Pedagogía Profesional, Universidad Pedagógica y Tecnológica de la Habana. Licenciado en Educación.
Correo electrónico: [email protected] / [email protected]

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