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Cómo enseñar a tu hijo a tomar buenas decisiones

Es muy importante que los niños aprendan a tomar decisiones en la vida. Por eso los padres debemos enseñarles a escoger entre las distintas opciones, analizar detenidamente cada alternativa y evaluar las consecuencias de su resolución, en caso de que las haya. Es algo que tendrán que hacer a menudo durante toda su existencia, por lo que conviene animarlos a asumir las riendas de las situaciones que se presenten y a que pierdan el miedo a equivocarse.
Según la psicóloga Sara Rivera, radicada en Aranjuez, Madrid, hay muchas formas de ayudar a nuestros hijos a tomar decisiones conscientemente.

“Por ejemplo, puedes preguntarle el porqué de sus elecciones. Si el niño elige llevar un juguete al parque, pregúntale por qué ese juguete y no otro. Ante la necesidad de explicar, el pequeño será consciente de que está decidiendo y los padres podrán saber más acerca de cómo toma sus resoluciones”, comenta Rivera.

Cómo enseñar a tu hijo a tomar decisiones

Estos son algunos consejos para que los niños consigan hacer sus propias elecciones:

1. Asígnale responsabilidades

Un excelente método para entrenar a tu hijo en este asunto es adjudicarle responsabilidades en el hogar. Por ejemplo, si le pides que limpie y ordene su habitación, dale margen para que lo haga a su manera y deja que disponga sus cosas como considere más oportuno.

Las tareas que le impongas en casa le obligarán a escoger entre diferentes alternativas, y eso le ayudará a ganar confianza en sí mismo.

2. Crea situaciones de entrenamiento

Cuando debas reflexionar sobre una situación, ya sea sobre qué ropa utilizar o cuándo sacar al perro a pasear, realiza el proceso mental en voz alta con tu hijo, tal y como sugiere Peter Stavinoha, psicólogo infantil en Children’s Medical Center Dallas. “Describe los pros y los contras de cada opción, compáralos entre sí y habla sobre cualquier otra cosa que te ayude a tomar la decisión”, dice el especialista al sitio web Parents.

Por ejemplo, si intentas averiguar qué regalarle al abuelo para su cumpleaños, puedes hablar sobre sus pasatiempos favoritos, los precios de los posibles regalos y cuál podría ser más útil para él.

Permitir que vea cómo llegas a las conclusiones le ayudará a comprender el esfuerzo que se requiere y le dará una hoja de ruta a seguir cuando haga sus propias elecciones.

3. No lo sobreprotejas

Muchos padres cometen el error de tomar las decisiones difíciles por sus hijos, con la intención de evitarles el estrés del momento. Sin embargo, están privando al niño del necesario aprendizaje que dejan los errores en los que inevitablemente caemos y esto termina siendo contraproducente.

Si bien una de las funciones de los adultos es la de guiar a sus hijos a la hora de elegir, es importante que les otorguemos la suficiente autonomía para que desarrollen carácter y seguridad en sí mismos.

4. Reduce las opciones

No conviene exponerlo ante una situación con demasiadas alternativas que espera una única respuesta. En la fase de aprendizaje, debemos limitar las opciones para facilitarle el proceso.

Por ejemplo, cuando alguien de la familia cumpla años, anímalo a escoger una tarta entre cuatro alternativas. Puedes hacer lo mismo con un regalo o el próximo destino de vacaciones, entre otras cosas.

5. Permite que se equivoque

Si regañas a tu hijo cada vez que su decisión no es acertada, evitará hacer elecciones en el futuro por temor a sufrir las consecuencias negativas del error.

Por el contrario, enséñale que equivocarse es algo normal en la vida. Que entienda que los seres humanos somos imperfectos y no podemos pretender ser infalibles.

“Siempre que no se trate de una cuestión de salud o seguridad, es importante que los niños tomen algunas malas decisiones para aprender a considerar las consecuencias”, explica Stavinoha.

6. Pídele que reflexione antes

Tu hijo debe aprender a no tomar decisiones apresuradas, sino a reflexionar bien sobre los distintos aspectos de un asunto y pensar en las consecuencias que podría tener. Así pues, enseñémosles a ser pacientes y a no actuar de forma impulsiva.

Explícale lo importante que es escuchar consejos y analizar las opiniones de otras personas, pues serán de gran ayuda para que él luego haga la mejor elección.

7. Evita el dramatismo

Aunque es importante que el niño entienda que es necesario valorar bien antes la situación, conviene que entienda que no todas las decisiones son asunto de vida o muerte. Dile que algunas veces tendrá que darles bastantes vueltas a las cosas antes de escoger, pero que en muchas otras ocasiones, las de poca trascendencia, le llevará apenas unos instantes.

Por ejemplo, coméntale que no hace falta pensar demasiado sobre qué camisa comprar, qué postre pedir en el restaurante o cuántos amigos invitará a su fiesta de cumpleaños.

8. Entrénalo en la resolución de problemas

Cuando los niños se hacen preguntas o análisis de comparación, en realidad están ralentizando su proceso de pensamiento, lo que los capacita para examinar mejor las cosas, asegura Michelle Maidenberg, psicoterapeuta y directora clínica de Westchester Group Works, en Nueva York.

Acostumbra a tu hijo a esta manera de razonar presentándole escenarios que requieran la resolución de varios supuestos.

“Pregúntale qué haría si dos compañeros del colegio le invitaran a fiestas de cumpleaños el mismo día y a la misma hora. También le puedes preguntar qué compraría si ganara 10 euros en la rifa de la escuela. Estas son formas interesantes de involucrar sus habilidades de pensamiento crítico y agudizar su toma de decisiones”, indica la experta.

9. Fomenta su autonomía

Podemos promover la autonomía en un niño de muchas maneras. Cuando vaya a la tienda, por ejemplo, dale el dinero y anímale a que él mismo pida lo que quiere. Procede igual en el supermercado, la tienda de ropa y en otros comercios. De este modo, irá perdiendo el miedo, ganará confianza y se dará cuenta de que es capaz de hacer muchas cosas por sí mismo.

10. Analizad el resultado final

Después de que haya pasado algún tiempo desde que tu hijo hizo una elección, sentaos a hablar sobre cuáles han sido las consecuencias. ¿Fue una buena opción? ¿Pudo haber otra mejor? ¿Cómo se siente al respecto?

Seguidamente, recuérdale que, si no fue muy acertada, no pasa nada, le servirá de aprendizaje. Hazle saber que en la vida tenemos que tomar decisiones constantemente y no debemos temer a equivocarnos.

Este contenido ha sido publicado originalmente por Sapos y princesas en la siguiente dirección: saposyprincesas.elmundo.es



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