El Magister en Psicología Clínica, Especialista en Evaluación Clínica y Tratamiento de trastornos Emocionales y Afectivos de la Fundación Universitaria Konrad Lorenz, Óscar Mauricio Montaño, es profesor en las facultades de Psicología y Odontología de la Pontifica Universidad Javeriana (Colombia). Ha trabajado en grupos terapéuticos, padres de familia, docentes y estudiantes de primaria, secundaria y educación superior, y explica que “Cuanto más bullying hace un niño puede generar que los otros les tengan respeto o lo vean como un líder. Es decir, su grupo social refuerza su comportamiento y esto hace que no vea lo que hace como algo malo, sino como parte de un liderazgo”. En el mismo tema la neuropsicóloga María Isabel Ortega, magíster en intervención psicosocial desde entornos educativos y egresada de la Pontificia Universidad Javeriana (Colombia), opina sobre la importancia de la comunicación con el estudiante y con sus padres, en los casos de bullying o acoso escolar, y la importancia saber sobre sus consecuencias.
Tanto Montano como Ortega, nos hablan sobre un tema del cual no estamos “inmunizados”, por muchas campañas que hagamos. Ellos opinan desde un país, considerado el segundo “con mayor índice de exposición al bullying dentro de los países de Latinoamérica miembros de la OCDE, con un índice de 0,33, solo superado por República Dominicana, con 0,54”, y en cuyo sistema educativo tiene un instrumento de prevención llamado Ruta de Atención Integral para la Convivencia Escolar (RAI), integrada por cuatro componentes:
- Promoción: acciones que fortalecen y promueven la sana convivencia.
- Prevención: acciones de mitigación para situaciones de violencia escolar.
- Atención: abordaje oportuno e inmediato ante las situaciones que afecten la sana convivencia.
- Seguimiento: acompañamiento de los casos de violencia escolar, los cuales de ser necesario pueden ser trasladados al ICBF, Secretaría de Salud, Fiscalía o Personería.
BULLYING – ACOSO ESCOLAR: QUÉ PODEMOS HACER LOS PADRES (04´ 37”)
Nos permitimos, por motivos únicamente educativos y de formación permanente, compartir el video (precedente) de GUÍA INFANTIL y parte de la publicación firmada por Daniel Figueroa Jaramillo, integrante del Semillero de Periodismo UAO, en El País (30/10/2022), que podría servirnos de reflexión y recurso para el diálogo y orientarnos ante los posibles casos se acoso escolar, bullying o matoneo en nuestros entornos educativos. Como ya lo hemos sostenido en publicaciones anteriores, la prevención y los protocolos siempre serán los caminos más seguros para desterrar o encontrar la solución a tiempo o para solicitar apoyo especializado a “cualquier exposición que sufre un niño a daños físicos y psicológicos de forma intencionada y reiterada por parte de otro, o de un grupo de ellos, cuando acude al colegio”. En el artículo de Figueroa se trata de dilucidar lo que ocurre en las mentes de los acosadores y sus víctimas, intentando responder a preguntas como: ¿Qué puede llevar a un niño a hacer bullying?, ¿cuál es el perfil de aquellos que hacen matoneo? ¿qué pasa por la mente de un acosador escolar? Los estudiantes implicados en casos de acoso escolar ¿se consideran por encima de los demás y resaltan como líderes negativos?
Montaño considera que parte de ese comportamiento puede ser resultado de enseñanzas domésticas donde se fomente la violencia y, como educadores debemos colaborar para que nuestros niños y jóvenes no vivan en ambientes que inciten un comportamiento erróneo en el que se sobresale a través de la violencia.
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¿Cómo se caracterizan?
En los casos de bullying es posible encontrar ciertas características en común tanto de los niños que hacen bullying como de los que son víctimas. Por ejemplo, sobre los niños que hacen matoneo, Ortega puntualiza que puede haber similitudes en cuanto a situaciones como falta de habilidades sociales, crianza solitaria y en algunos casos violencia al interior de la familia; también se puede tratar de niños expuestos a contenido violento, que no tienen ningún tipo de normas o límites instaurados desde el hogar.
Por otro lado, entre las características en común de los niños víctimas de bullying están las diferencias de aspecto físico (peso, talla, apariencia o alguna condición física diferencial), que suelen ser recalcadas para minar en la autoestima, lo que obliga a un llamado urgente de educación incluyente.
De matoneado a matoneador
Sin embargo, hay numerosas causas y situaciones que conducen a prácticas de matoneo en ambientes escolares (educación, familia, agentes externos, entre otros), y que en ocasiones detonan en respuestas igual de complejas.
Según el profesor Montaño, “siempre han existido diferentes tipos de violencia, estas surgen porque todos reaccionamos de diferentes formas ante situaciones de peligro. La protección y los mecanismos de defensa parten de esto y nos llevan a responder violentamente. […especialistas] nos explicaron que un niño víctima de bullying llega al punto de no tolerar lo que ocurre y recurre a una herramienta para defenderse, puede ser agresivamente o no”, […] Algunas veces uno de los mayores problemas es el contactarse la escuela con los padres del niño que hacía bullying, pues suelen “personas muy difíciles”, lo que indica de dónde vienen “los comportamientos inadecuados y agresivos”.
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Para María Isabel Ortega, neuropsicóloga egresada de la Pontificia Universidad Javeriana, es importante saber que “el bullying es el acoso escolar en cualquier forma de maltrato, sea físico, verbal o psicológico, hacia otra persona” y puede ser producido entre niños o adolescentes de colegios, repetitivamente y durante un largo periodo de tiempo.[Y] no se da solamente en el aula de clase, sino también en otros espacios, como lo pueden ser los descansos y durante los recorridos de rutas escolares. También se puede dar “a través de redes sociales, lo cual pasa a ser denominado como ciberbullying”.
“Suele desencadenar situaciones de baja autoestima, bajo rendimiento académico, expresiones de no querer ir al colegio o compartir con otros, aislamiento y depresión”, […] En ocasiones se generan situaciones más graves, como la “ideación suicida, consumar el suicidio, hacerse daño o no querer volver a salir de casa”.
El profesor Montaño resalta además que “en los niños puede repercutir en posteriores diagnósticos de ansiedad que afectan su desarrollo emocional”.
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¿Qué hacer si su hijo está haciendo bullying?
Ambos expertos coinciden en que como padres o adultos responsables se debe reconocer que existe un problema a nivel social y emocional con su hijo, y que el matoneo no es un juego.
Como cada niño es distinto, cada proceso de atención debe ser diferente. Sin embargo, es vital que durante este haya una eficaz articulación entre casa e institución educativa, para encontrar la causa de su comportamiento, aconseja la neuropsicóloga infantil María Isabel Ortega.
La comunicación con el niño es sumamente importante, ya que muchas veces ellos no son conscientes del daño que están causando, por ello es importante hacerles saber las consecuencias que trae consigo su comportamiento.
Los dos profesionales coinciden en que se debe llegar a acuerdos para reparar a la víctima de bullying, y que no se quede todo en una simple disculpa”.
La publicación completa, y que recomendamos leer, la encuentra en este enlace: ¿QUÉ PASA POR LA MENTE DE UN MENOR QUE HACE BULLYING?
“No dejes que te haga daño. Ten siempre en cuenta que eres fuerte y hay personas que te quieren incluso cuando parezca que no. Las cosas siempre mejoran.” (Bethany Mota).
REDACCIÓN WEB DEL MAESTRO CMF