Cada realidad educativa, en la cual trabajamos y ponemos nuestra vocación docente al servicio de educación de niños y jóvenes, tiene sus propios obstáculos, limitaciones y desafíos. Cada realidad educativa (aunque exista una legislación y planificación nacional) exige un propio itinerario pedagógico, estudiado, acondicionado, planificado, consensuado y socializado. No existe un solo camino o “receta” para lograr la mayor eficiencia y calidad educativa.
Cada realidad educativa tendrá que responder a la oportunidad de mejorar, con sus propios recursos y con toda su creatividad. “En educación la última palabra, todavía no está dicha”, y por lo tanto, cada día los profesores tenemos que aceptar que debemos estar preparados para responder a “la incertidumbre”, esto significa estar preparados para encontrar múltiples respuestas a los cuestionamientos que nos hacen nuestros estudiantes y las planificaciones de las Secretarias o Ministerios de Educación; asumiendo que no tenemos conocimientos ni recursos educativos que duran para siempre, “sino que se trata de un proceso de retroalimentación, es decir: mientras se va enseñando, se va aprendiendo e implícitamente se va construyendo conocimiento propio” (Consuelo Triana).
Según la licenciada española María José Pérez-Barco, redactora de ABC (España), de una sociedad del 2.0 nos dirigimos a la sociedad 3.0, a la cual se encamina toda la humanidad (una con más celeridad que otra), y que exigirá “individuos creativos, emprendedores, críticos, competentes en las TIC, autónomos, con altas dotes [capacidades] sociales, que se adapten fácilmente a los ambientes laborales, capaces de trabajar con cualquier persona, en cualquier lugar y momento”.
La Coordinadora de Innovación del Departamento de Educación de la Facultad de Ciencias Sociales de la Pontificia Universidad Católica Argentina, Inés Aguerrondo, sostiene que antes “poníamos énfasis en enseñar ahora en aprender. Y el aprendizaje es comprender, poder aplicar los conocimientos. Centrarme en los conocimientos es hacerlo sobre todo en el aprendizaje y no en la enseñanza. Vale la pena indagar en los manuales y programas para ver si aún usamos contenidos y métodos del siglo XIX”.
Para la Secretaria de Innovación y Calidad Educativa del Ministerio de Educación y Deportes de la Nación (Argentina), Mercedes Miguel, “No hay más tiempo que perder en la educación. Hay docentes que ya no tienen la luz en los ojos, estudiantes que no tienen ganas de estar donde están porque esa escuela secundaria no les toca el alma, no les significa nada para su futuro”. Y para el especialista senior en Educación del Banco Mundial, Helena Rovner, “Hay que cambiar el sistema educativo. Esto no se discute. Y el cambio se da en tres aspectos: en la evaluación, en hacer reformas con los datos y en trabajar en coaliciones“. LOS DESAFÍOS DE UN NUEVO PARADIGMA PARA TRANSFORMAR LA EDUCACIÓN, SEGÚN LOS EXPERTOS.
Para la Doctora Miriam Molinar, Profesora asociada del Departamento de Filosofía y ética, del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, México, es muy importante, para responder a los desafíos del Siglo XXI, el encontrar un nuevo paradigma educativo, que explore los problemas actuales desde un punto de vista interdisciplinario profundo, con pensamiento crítico, comprometido con la búsqueda de la verdad, con mente abierta y humildad intelectual. Estos planteamientos de solución facilitarán que los estudiantes sean capaces de:
- Encontrar la información.
- Validar si la información es falsa o verdadera.
- Evaluar la relevancia de la información.
- Comprender el contexto de la información.
- Contrastar o combinar diferentes fuentes de información.
- Determinar si la información está basada en las investigaciones recientes.
Además del pensamiento crítico, sostiene Molinar, son relevantes las siguientes competencias genéricas:
- Comunicación.
- Trabajo en equipo.
- Solución de problemas.
- Pensamiento creativo.
Y en este proceso de transformación hay que tener en cuenta los siguientes factores que influyen en la educación, que son claves:
- Comprensión.
- Ética.
- Imaginación.
- Acción.
Para que lo propuesto se haga realidad es necesario el cambio de un aprendizaje centrado en la materia a uno centrado en lo personal, porque “es más fácil decirles a los alumnos lo que sabemos, que afrontar el reto de impulsar en ellos el razonamiento”.
La formación pedagógica de los futuros profesores debe y tiene que incentivar y afianzar la búsqueda enfoques originales para transmitir el conocimiento y actualizar sus métodos. “Como profesores podemos comenzar a ser más originales en el salón de clase, invitando a los alumnos a colaborar en la construcción del material de clase, conectando nuestros temas con contenidos de otros cursos y haciendo explícitos los objetivos de aprendizaje. Pensar a mediano plazo, qué me gustaría que recordaran, sabiendo que los alumnos aprenden de lo que hacen”. LA EDUCACIÓN QUE NECESITAMOS ANTE LOS RETOS DEL FUTURO.
Según los especialistas en materia educativa como Richard Gerver, Jannet Patti, Alejandro Piscitelli, Judi Harris, David Alburu, Fernando Savater, George Siemens… que han participado en debate a través de actividades en la red y eventos presenciales en nueve países diferentes (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, España, México, Perú y Venezuela), convocado por la Fundación Telefónica, plantean 20 retos que tendría la educación del futuro. Y aunque en no pocos lugares, los panoramas social, económico, cultural, político, … son diametralmente diversos; es bueno conocer estas propuestas para cuando nos llegue la oportunidad.
Para María José Pérez-Barco, los retos, que creen los expertos antes mencionados se presentan a la educación del futuro, serían:
- Formar al ciudadano del siglo XXI.
- La inclusión social como eje.
- El liderazgo institucional.
- Extraer la inteligencia colectiva.
- Contenidos + Pedagogía + Tecnología.
- Las TIC implican nuevos métodos de evaluación.
- Romper el mito de los nativos digitales.
- Fomentar la creatividad.
- Dar importancia a la educación emocional.
- Cooperación necesaria entre familia, escuela y comunidad.
- Liderazgo sin burocracia.
- Desarrollo de competencias.
- Partir de los intereses del aprendiz.
- El nuevo rol del profesor y su formación.
- Tener en cuenta la nueva ecología del aprendizaje.
- El reto de considerar todos los ámbitos educativos posibles.
- La interactuación sobre los contenidos.
- La construcción del currículo de acuerdo a las demandas.
- El formar ciudadanos, no solo a profesionales eficientes.
- Evitar la ansiedad tecnológica.
Estos son solo los enunciados de los retos, por lo que les sugerimos conocer sus contenidos en el artículo del ABC (España), fuente de algunos textos del presente artículo: LOS 20 RETOS DE LA EDUCACIÓN DEL SIGLO XXI.
Estas consideraciones nos llevan a concluir que “hoy día la educación no puede asumirse igual que en el pasado. Con los cambios en la sociedad, muchos de ellos marcados por la tecnología, el sector educativo debe por obligación cambiar”. Y no solo en los jardines, las escuelas y colegios, sino también en los institutos y universidades, porque el futuro de la educación depende también de la formación inicial docente y su capacidad de responder y adaptarse a estrategias y metodologías más eficaces. ¿CUÁLES SON LOS RETOS QUE EL SECTOR EDUCATIVO ENFRENTA HOY?
Hemos escrito este artículo sin ignorar que, en algunas ocasiones y realidades, estos estudios y aportes a los retos educativos que tocaron la puerta hace más de una década del Siglo XXI, se quedan solo en el “deber ser”, ya que este proceso no es sólo responsabilidad del docente, de los padres de familia, ni del estudiante, sino que aquí “intervienen directamente las políticas públicas del gobierno nacional, que en ocasiones fija sus intereses y objetivos en la cobertura dejando de lado calidad de la educación”. SER MAESTRO HOY: RETOS Y DESAFIOS.
Lograr una mejor calidad y corresponsabilidad en la educación de una sociedad, depende directamente de la voluntad política de reconocer y remunerar la tarea docente con dignidad, dotar a los colegios y escuelas con instalaciones, recursos y tecnologías, que muchas veces no alcanzan a todos por igual, y “es allí donde los docentes nos vemos en conflictos con el quehacer pedagógico diario ya que algunos maestros e instituciones educativas cuentan únicamente con el tablero [pizarra] y marcador [tiza] como sus herramientas pedagógicas y no porque se le tema a los nuevos avances tecnológicos sino porque dichas instituciones no tienen dotación (didáctica, ni tecnológica) ni con una infraestructura adecuada para las nuevas tecnologías” (Ididem). Además, como corolario, no por eso menos importante, es el trabajar unidos padres de familia y profesores.
Ojalá tengamos un tiempo para analizar estas propuestas y reflexionar sobre los desafíos que afrontamos frente al nuevo panorama educativo que está “a la vuelta de la esquina”; porque “es la vocación, el tesón y entusiasmo lo que le permite a los maestros comprometidos, trabajar día a día con las uñas para no quedarnos atrás y brindar una mejor educación a los niños y las niñas basada en el afecto, el respeto y la tolerancia, donde la felicidad y los sueños son la esperanza de un mejor futuro. No nos resignamos a que nuestros niños y nuestras niñas se rezaguen frente a la sociedad del conocimiento, […]. El reto de nosotros, como docentes de una escuela que hoy en día cambia sus métodos a ritmo de vértigo” (Ibidem).
Recordemos a Paulo Freire que nos compartió su experiencia: “mientras enseño continúo buscando, indagando. Enseño porque busco, porque indagué, porque indago y me indagó. Investigo para comprobar, comprobando intervengo, interviniendo educo y me educo. Investigo para conocer lo que aún no conozco y comunicar o anunciar la novedad”.
REDACCIÓN WEB DEL MAESTRO CMF