Al mismo tiempo en que se viene volviendo a la normalidad social, luego de la pandemia del Covid 19, el Doctor Carlos Sánchez Polo opina que las consecuencias de las medidas para prevenir el contagio, “han sido diferentes en función de las circunstancias personales de cada individuo, y no pocos expertos advierten que generalizar sería un error: nos ha afectado a todos, pero no de la misma forma. Y en el caso concreto de los adolescentes, [que conforma una parte importante de nuestros estudiantes] el latigazo ha sido indudable. Los jóvenes son uno de los segmentos más vulnerables de muchas comunidades educativas; ellos se “encuentran en una etapa de máxima plasticidad cerebral, lo que significa que aprenden mucho más y que absorben en mayor medida lo que sucede en el medio.
Además, están en su proceso de independencia, de construcción de pilares vitales”. El siguiente video de la Universidad de Navarra (España) nos ofrece algunas “luces” sobre el tema.
SALUD MENTAL EN LOS ADOLESCENTES POST-PANDEMIA (02´ 33”)
De otro lado los adultos, que conformamos el segmento de los padres de familia y profesores, y que generalmente tenemos una mayor madurez biológica y un cerebro más impermeable, hemos tenido mecanismos que nos han permitido mitigar el impacto de manera distinta. Según opina Sánchez Polo, frente a “una situación de confinamiento, un adulto tendrá muchos más recursos y estrategias para regularse y sobrellevar el malestar, como es una casa, actividades más orientadas al hogar, un trabajo, una pareja con la que convive… Un adolescente es mucho más dependiente de sus iguales y de salir fuera”; mientras que los factores de protección y de riesgo de los adultos, interactúan con resultados muy diferentes.
Por motivos únicamente educativos y de formación permanente, compartirnos partes del diálogo entre Carolina García, coordinadora y redactora de Mamas & Papas, especializada en temas de crianza, salud y psicología, y el Psicólogo Carlos Sánchez Polo, con Máster de Especialización Cognitivo-Conductual en Niños y Adolescentes, y Psicología clínica, en El País (06/02/2022), sobre un tema que podría ayudarnos a detectar y derivar los casos de estudiantes que consideremos necesitan una atención profesional especializada. Conviene dejar en claro que las letras en cursivas y en negritas, son nuestras, y que al final de esta publicación está el enlace al artículo original, que -como siempre- recomendamos leer completamente. Confiamos que esta lectura, por los temas tratados, sirvan de apoyo a la tarea docente en el campo de la salud mental de los estudiantes en la etapa de la adolescencia, y quizá sirva como recurso para las reuniones con los padres de familia.
CAROLINA GARCÍA: Durante la pandemia, ha sucedido una contradicción clara: los adolescentes tienen una necesidad de libertad, pero se les ha impuesto la prohibición de salir. ¿Qué ha supuesto para ellos?
CARLOS SÁNCHEZ: “Es muy importante entender en qué consiste esta etapa, ya que es muy particular. Están en un proceso de construcción de identidad. Están descubriendo quiénes son y quiénes quieren llegar a ser. […] Es una etapa donde, en ese afán de descubrirnos, necesitamos separarnos de la familia. Hasta ese momento, los padres han sido la principal fuente de criterios y valores. Pero, de manera casi innata, llega un punto donde el individuo necesita separarse y construir su propia moral. Así pues, la necesidad de salir de casa o de encerrarse en su cuarto cobra sentido si entendemos ese trasfondo. Necesitan separarse para entenderse. En esta ecuación, sus iguales, esto es, sus amigos o colegas, juegan un papel decisivo. […], la pertenencia al grupo es muy importante. Si a esto le sumamos que, biológicamente, no están preparados para percibir el riesgo ni frenar sus impulsos igual que lo hace un adulto, parece que el privarles de salir a ver a sus amigos se puede convertir en una tarea casi imposible. […] El confinamiento, para ellos, ha ido en contra de una necesidad biológica y social. Por lo que no es de extrañar que su salud mental esté afectada”.
Artículo publicado:
CAROLINA GARCÍA: ¿Cómo ha afectado a toda la familia que un adolescente estuviera en casa las 24 horas?
CARLOS SÁNCHEZ: “[…] Que las necesidades de los diferentes miembros de la familia sean diferentes e incluso opuestas, no significa que se invaliden mutuamente. Por un lado, tenemos a un adolescente cuya percepción del riesgo es menor y que tiene una mayor necesidad de explorar su área social. Pero, por otro, tenemos a unos padres mucho más preocupados por la situación sanitaria. Esto es lógico, ya que por su edad están en más riesgo de sufrir complicaciones, […] En definitiva, no ha debido ser nada fácil para las familias con adolescentes encontrar un equilibrio donde ambas partes hayan podido cubrir sus necesidades un mínimo”.
CAROLINA GARCÍA: Consecuencias principales para su salud mental. ¿Se han vuelto más irascibles?
CARLOS SÁNCHEZ: “Las consecuencias pueden ser muchas y, como he dicho, dependen de las circunstancias de cada individuo. Depresión, trastornos de ansiedad, fobias, insomnio, apatía, trastornos de conducta… Todo se ha podido acentuar. Al margen de los recursos de los que disponemos por nuestra genética e historia de aprendizaje, cada persona está condicionada por los factores de riesgo y de protección que le rodean. Y la pandemia y sus consecuencias han multiplicado los factores de riesgo. Por supuesto que se han podido volver más irascibles. Se les ha privado de lo que más necesitan en este momento. Los adolescentes, o muchos de ellos, salen y quedan con amigos porque, además de ser fundamental para su desarrollo, esto es una fuente de autorregulación. Es un recurso del que dependen enormemente para sentirse mejor”.
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CAROLINA GARCÍA: ¿Cómo trabajar con ellos desde la incertidumbre constante?
CARLOS SÁNCHEZ: “[…] Todos hemos perdido algo. Pero sería relevante reconocer que, para ellos, la exploración social es mucho más valiosa. Para un adulto, la familia que ha construido o el trabajo en el que está inmerso son una de sus principales fuentes de autoestima y bienestar. Si estas se han visto alteradas, es lógico pensar que lo pueda estar pasando mal. Pues bien, para el adolescente, es su área social. Esto es esencial entenderlo. Por eso, lo ideal es empatizar y comunicarse con ellos tanto como se pueda”.
CAROLINA GARCÍA: ¿Se puede paliar el daño? ¿O ya hemos llegado tarde?
CARLOS SÁNCHEZ: “Se puede paliar el daño, sí. Los hechos nos condicionan, pero no nos determinan. Busquemos todos los factores de protección de los que dispone el adolescente (a nivel macro y micro) y usémoslos para contrarrestar el impacto de los factores de riesgo. Terapia, deporte, comunicación, fomento de la vida social, recursos culturales de cada ciudad, trabajar en dinámicas familiares que le puedan estar afectando… Vamos a parar y a reflexionar. ¿Qué necesitan de manera global? ¿Qué necesita este chaval en particular? ¿Estoy tratando de entender su malestar desde mis propios criterios? ¿Podría empatizar más? ¿Cómo le puedo ayudar? ¿Le he preguntado? ¿He buscado un espacio para conversar y explorar? Se trata de detectar los ingredientes a quitar y poner. Por supuesto, esto no es una tarea fácil”.
CAROLINA GARCÍA: ¿Afectará a su vida futura? ¿Cómo?
CARLOS SÁNCHEZ: “Como decía, esto dependerá de los factores de protección y de riesgo de cada uno. A todos nos va a afectar de alguna manera. La clave está en los recursos de los que disponemos para amortiguar el golpe”.
La entrevista completa, fuente de esta publicación la encuentra en este enlace: JÓVENES Y SALUD MENTAL: ¿HEMOS CONSEGUIDO CONECTAR CON LA ADOLESCENCIA DURANTE LA PANDEMIA?
“El sobreproteccionismo y la falta de límites quiebra de manera directa la autoestima del individuo, puesto que no se demuestra su capacidad de hacer frente a los inconvenientes”. (El Debate 28/09/2022).
NOTA DE REDACCIÓN: Las ideas y opiniones expresadas en esta entrevista o diálogo, no son necesariamente las de la Web del Maestro CMF, y no comprometen en modo alguno sus políticas de formación permanente y revalorización de la tarea docente. Sugerimos a nuestros lectores conocer la identidad de la fuente o de su autor o autores, para tener mayores elementos de juicio y la pertinencia que ayude a su reflexión desde su realidad educativa.
REDACCIÓN WEB DEL MAESTRO CMF