Los maestros por vocación asumen con actitud positiva, discreta, incluso estoica, todo tipo de circunstancias y realidades que les toca afrontar.
Los maestros por vocación no saben a qué hora se despiertan o acuestan, porque pueden pasar horas de horas, buscando el material idóneo para sus clases, pensando en cada uno de los estilos de aprendizaje de sus estudiantes.
Los maestros por vocación se las ingenian para organizar y distribuir sus labores personales, familiares y laborales, evidenciando que el día puede tener más de 24 horas.
Los maestros por vocación han demostrado su resiliencia y liderazgo durante dos años de aislamiento, reinventándose y transformando sus propios hogares en escuelas para la vida.
Los maestros por vocación leen, investigan, escriben y se capacitan constantemente, porque son eternos aprendices y están dispuestos a entregar todo de sí para brindarles una educación de calidad a sus estudiantes.
Los maestros por vocación asumen otros roles, como el de psicólogos, consejeros, padres o madres, atendiendo y escuchando las inquietudes, cuestionamientos, los miedos, tristezas, testimonios, anécdotas y sueños de sus estudiantes.
Los maestros por vocación también se cansan, pero siempre encuentran a alguien cercano, o se refugian en la oración para aligerar sus cargas y terminar el día agradeciendo por todo bien recibido.
Los maestros por vocación oran el doble, hasta el triple, porque en sus corazones siempre están, además de sus seres queridos, sus estudiantes y amigos.
Los maestros por vocación no se quejan de su realidad, porque prefieren sonreír y tomar todo con sentido del humor, aprendiendo cosas nuevas de su labor educativa cada día.
Los maestros por vocación son los grandes coach de estos tiempos, porque con sus preguntas socráticas pueden cambiar la visión de vida de sus estudiantes.
Los maestros por vocación buscan ser los mejores aliados de los padres, porque saben que su misión es darle alas a sus hijos y estudiantes para que más adelante tomen su propio vuelo.
Los maestros por vocación se apasionan siempre por lo que hacen y continúan construyendo en silencio los sueños de quienes transformarán esta sociedad en el presente y futuro.
Sin duda alguna, los maestros por vocación del siglo 21 aman como el Maestro de maestros, su gran modelo para trascender con su labor ordinaria, de manera extraordinaria.
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 Autor: Mgtr. María Elisabet Palacios Almendro. Profesora María Palacios Almendro, I.E. “Nuestra Señora de Lourdes”- Piura. |
