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[Miguel Morera] Las 4 razones principales para quitar las tareas escolares para la casa

Hace unos años, mi hija menor, que hoy está en sexto grado, se le acercó a mi esposa, y llorando le dijo que no quería volver a estudiar; que estaba muy cansada y estresada.
A mi otra hija, la mayor, que hoy está en octavo grado, el profesor de matemáticas le puso una tarea sobre “potenciación”.
Como la niña no entendía la tarea, ni nosotros sus padres tampoco, tuvimos que recurrir a su primo que entonces estaba en la universidad, para que tratara de explicarle el tema, lo cual hizo, vía videollamada, durante cerca de ¡cuatro horas!

Las tareas han ocupado buena parte del tiempo de mis hijas, fuera del colegio.

Incluso, hasta los fines de semana los han ocupado para hacer las tareas que les dejan en el colegio.

En estas experiencias personales y familiares, está sintetizado buena parte de lo que hoy está sucediendo en las familias que tenemos hijos estudiando en primaria y bachillerato: ¡Tareas y más tareas escolares para la casa, guías, talleres largos y aburridos, cansancio, todo lo cual causa demasiado estrés y rechazo al estudio por parte de los niños!

Por eso, considero que es hora de quitar las tareas escolares para la casa, y aquí están las 4 razones principales para ello:

1. Las tareas escolares para la casa vulneran los derechos de los niños establecidos en la Convención de los Derechos del Niño, adoptada en la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989, específicamente en el artículo 31, que dice:

“1. Los Estados Partes reconocen el derecho del niño al descanso y el esparcimiento, al juego y a las actividades recreativas propias de su edad y a participar libremente en la vida cultural y en las artes.

“2. Los Estados Partes respetarán y promoverán el derecho del niño a participar plenamente en la vida cultural y artística y propiciarán oportunidades apropiadas, en condiciones de igualdad, de participar en la vida cultural, artística, recreativa y de esparcimiento”.

En éste artículo de la Convención se establece un tiempo del niño para el descanso, el esparcimiento, el juego, la recreación, la cultura y las artes.

No se trata del tiempo del recreo, ni de la clase de educación física.

Se trata de un tiempo establecido por la Convención, el cual empieza una vez termina la jornada escolar y se extiende hasta la siguiente jornada escolar del día siguiente.

Éste tiempo de descanso establecido por la Convención, es un tiempo libre de actividades escolares y de tareas; un tiempo de descanso que les pertenece a los niños y sus familias.

Así como los trabajadores tienen derecho a una jornada de trabajo (Alrededor de 40 horas semanales, incluso menos, en economías avanzadas, y 48 en países en vía de desarrollo), y a un tiempo de descanso, luego de ésta jornada de trabajo, con mayor razón, los niños tienen derecho a una jornada escolar, y a un tiempo de descanso luego de ésta jornada escolar.

La jornada de trabajo significa que la obligación de trabajar es solamente durante ése tiempo dentro del puesto de trabajo, y que fuera de ésa jornada, el trabajador podrá disfrutar de tiempo para descansar, para compartir con su familia, para divertirse, para estudiar.

De la misma manera, la jornada escolar significa que las actividades escolares son solamente durante éste tiempo y dentro de la institución educativa, y que fuera de ésa jornada, los estudiantes podrán disfrutar de tiempo para el descanso, el esparcimiento, el juego, la recreación, la vida cultural y las artes.

El cuerpo y la mente de los niños necesitan descansar de su jornada escolar, como un empleado necesita descansar de su jornada laboral.

Sin estos descansos los empleados enfermarían, y la productividad en las empresas, disminuiría.

Entonces, si los empleados, que son personas mayores de edad, necesitan y tienen derecho a descansar, ¿no creen que los niños y adolescentes también necesitan y tienen derecho a tener un tiempo de descanso del colegio y del estudio?

El principio del incremento de la productividad generado por menos horas trabajadas, en el caso de los trabajadores, también funciona para el caso de los estudiantes, en cuanto al incremento del rendimiento escolar por la supresión de las tareas escolares para la casa.

El tiempo de descanso y libre de los niños fuera de su jornada escolar, es SU tiempo, y hay que respetarlo.

El tiempo de descanso, tanto del estudiante como del trabajador, es necesario, y merecen todo el respeto de la sociedad.

Finlandia es un ejemplo de ello. Con solo 20 horas de jornada escolar a la semana-incluida 1 hora para el almuerzo-y sin tareas para la casa, ha estado dentro de los primeros lugares en las Pruebas Pisa, realizadas por la OCDE.

En cambio, por ejemplo, Colombia, con 30 horas de jornada escolar a la semana (en colegios oficiales), más 30 horas (en promedio) en tareas para la casa a la semana, de lunes a domingo y festivos, ocupa los últimos puestos en las mismas Pruebas Pisa.

2. Las tareas escolares para la casa invaden espacios privados de los estudiantes y sus familias, y les quita el tiempo a los niños para desarrollar otras actividades aún más importantes para la vida de ellos, como el descanso, el juego, la recreación, y el desarrollo de sus talentos y de actividades culturales, artísticas y sociales,

La vida de un niño no es solo colegio y tareas.

El juego, por ejemplo, según los expertos, es muy importante para los niños.

El juego ayuda al desarrollo físico, mental y emocional de los niños.

El juego ayuda al desarrollo de la imaginación y creatividad en los niños.

El juego ayuda al desarrollo de habilidades socioemocionales en los niños, como el trabajo en equipo, respetar turnos, la planificación, respetar reglas, entre otras.

Al jugar, se activan un conjunto de hormonas que benefician el desarrollo cerebral del niño y son las siguientes:

  • Ladopamina, que impulsa la imaginación y la creatividad.
  • Laacetilcolina, que favorece la capacidad de concentración, el desarrollo de la atención y el pensamiento lógico, a la vez que activa la memoria.
  • La serotonina, que se encarga de reducir la ansiedad y el estrés.
  • Las encefalinas, que tienen la responsabilidad de disminuir la tensión neuronal; la que provee al niño de tranquilidad y alegría.
  • Endorfinas, las cuales se encargan de promover el estado de bienestar, reducir el dolor y potenciar algunas funciones del sistema inmunitario.

Está bien el colegio, dentro de la jornada escolar, pero también el niño necesita y tiene derecho a desarrollar otras actividades.

Por ejemplo:

¿Qué hay del tiempo para compartir con sus familias?

¿Qué hay del tiempo para desarrollar sus talentos?

¿Qué hay del tiempo para practicar el violín?

¿Para practicar el piano, o la pintura?

¿Qué hay de los que sueñan con jugar en el Real Madrid? ¿A qué hora pueden hacer sus entrenamientos?

¿Y a los niños que les gusta la cocina, a qué hora pueden practicar?

¿A qué hora pueden dedicarles tiempo a otras actividades diferentes de las tareas escolares?

¿A qué hora nuestros niños pueden ser niños?

3. Las tareas escolares para la casa no aportan al rendimiento académico ni al proceso pedagógico, ni ayudan a generar en el niño una actitud favorable al estudio.

Todo lo contrario.

Las tareas para la casa lo que generan es agotamiento físico y mental, desánimo, desinterés por el estudio, estrés, rechazo hacia el colegio, y conflictos al interior de las familias.

Las tareas para la casa son demasiado aburridas.

¿A Usted, amigo lector, por ejemplo, le gustaría que su jefe lo mandara a hacer en su casa, luego de su jornada de trabajo del día, la tarea de transcribir a un cuaderno, a mano, 10 o más páginas de textos, con tal frecuencia que no le alcanzara el tiempo de su descanso de lunes a viernes y tuviera que terminar éstas tareas los sábados, domingos y festivos? Yo creo que no. Eso, efectivamente, es muy aburrido.

Ahora, por la memoria de corto plazo, las tareas escolares para la casa se olvidan muy rápido, por cuanto, una vez realizadas y enviadas a la plataforma oficial de la institución, el cerebro empieza a olvidar rápidamente hasta el punto que si se le pregunta a un niño: ¿Qué aprendió de la tarea?, o, ¿qué recuerda de la tarea?, muy posiblemente responderá: “Nada”.

Para ser sinceros, las tareas escolares para la casa solo existen por el afán y la preocupación de muchos profesores (no todos) por disponer de notas, así no aprendan ni comprendan nada, ni recuerden nada al día siguiente.

4. Las tareas escolares para la casa producen mucha tensión y estrés en los niños y al interior de sus familias, afectando la salud mental y física de niños y familias.

La Convención de los derechos del niño, también dice en su artículo 19:

“1. Los Estados Partes adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas, sociales y educativas apropiadas para proteger al niño contra toda forma de perjuicio o abuso físico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación, incluido el abuso sexual, mientras el niño se encuentre bajo la custodia de los padres, de un representante legal o de cualquier otra persona que lo tenga a su cargo”.

Y en su artículo 24, dice:

“1. Los Estados Partes reconocen el derecho del niño al disfrute del más alto nivel posible de salud y a servicios para el tratamiento de las enfermedades y la rehabilitación de la salud. Los Estados Partes se esforzarán por asegurar que ningún niño sea privado de su derecho al disfrute de esos servicios sanitarios.

…3. Los Estados Partes adoptarán todas las medidas eficaces y apropiadas posibles para abolir las prácticas tradicionales que sean perjudiciales para la salud de los niños”.

Las tareas escolares para la casa son una forma de abuso mental; por lo tanto, los países deben adoptar todas las medidas necesarias para proteger al niño y abolir la practica tradicional de las tareas escolares para la casa, de acuerdo con los artículos 19 y 24 de la Convención de los derechos del niño.

¡Es hora de liberar a los niños y a las familias de esa ilegal, injusta, pesada, innecesaria, agobiante, agotadora y estresante carga de las tareas escolares para la casa!

  • #RespetemosElDerechoDeLosNiñosAlDescanso
  • #CambiemosTareasPorJuego
  • #NoMásTareas
  • #QuitemosLasTareasYa

NOTA DE REDACCIÓN: La Web del Maestro CMF publica los textos originales de su autor, no necesariamente coincide con lo expuesto en el tema, no se hace responsable de las opiniones expresadas, y no promociona ningún producto, servicio, marca o empresa. Sugerimos a nuestros lectores conocer la identidad de la fuente o de su autor o autores, para tener mayores elementos de juicio y la pertinencia a su realidad educativa.


Autor:
Miguel Morera Lizcano, ciudadano colombiano, nacido en Neiva, Huila.
Padre de dos niñas estudiantes de grado cuarto y sexto del colegio oficial I.E. Departamental de Neiva.
Escritor de cuentos para niños; autor del libro inédito “El Nuevo Modelo Educativo (NME) para estudiantes de primaria, secundaria y media”; autor del libro “EL PLAN DE NEGOCIO BIEN MEDITADO”.
Experiencia laboral: Ha ejercido los cargos de Asesor de Emprendimiento en el Municipio de Neiva; Docente Capacitador en la Escuela Superior de Administración Pública ESAP Territorial Huila; Representante a la Cámara por el Huila; Director del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar ICBF – Regional Huila.Obtuvo el título de Abogado en la Universidad Libre de Colombia.
E-mail: [email protected]
Facebook: Morera.Lizcano

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