El Día Internacional de la Educación, por iniciativa de la ONU, se celebra cada 24 de enero desde hace cuatro años, con el objetivo de reconocer el papel que la educación desempeña en la paz y el desarrollo, pues sin una educación de calidad, inclusiva y equitativa para todos y de oportunidades igualitarias de acceso al aprendizaje difícilmente lograremos, como sociedad, romper el ciclo de la ignorancia, la marginación y la pobreza que ignora y deja sin ocasión de realización integral a millones de niños, jóvenes y adultos: “en la actualidad, 262 millones de niños y jóvenes siguen sin estar escolarizados, 617 millones de niños y adolescentes no pueden leer ni manejan los rudimentos del cálculo; menos del 40 por ciento de las niñas del África Subsahariana completan los estudios de secundaria baja y unos 4 millones de niños y jóvenes refugiados no pueden asistir a la escuela. El derecho a la educación de estas personas se ve afectado y eso es inaceptable”, afirma la Unesco.
Ese momento en el que se hace realidad el sueño de tu vida (01´ 45”)
Durante el 2021 el mensaje se centró en buscar nuevos itinerarios educativos que permitan la recuperación y la revitalización de la educación para toda una generación entera de estudiantes que se ha visto afectados durante el confinamiento por la pandemia de COVID-19 ya que millones de niños y jóvenes no han podido ir a la escuela, sobre todo los más vulnerables y en los países pobres; interrumpiéndose no solo el aprendizaje de nuevos conocimientos, sino también en lograr la madurez en la convivencia y las relaciones interpersonales, y que solo es posible en el ambiente escolástico. La educación a distancia no ha logrado la educación de calidad que se había planificado en
La Directora General de la Unesco, la Audrey Azoula, con motivo del Día Internacional de la Educación 2022 nos dice que en este singular tiempo que aún estamos viviendo -desde hace dos años, causa de la pandemia del Covid 19-, “no podemos seguir haciendo lo mismo de siempre. Si queremos transformar el futuro, si queremos cambiar el rumbo, debemos repensar la educación. […] Tenemos que reparar las injusticias del pasado y orientar la transformación digital hacia la inclusión y la equidad. Y necesitamos que la educación contribuya plenamente al desarrollo sostenible, por ejemplo, integrando la educación ambiental en todos los planes de estudios y formando a los docentes en este ámbito”.
Este 24 de enero de 2022, bajo el lema «Cambiar el rumbo, transformar la educación«, ojalá logremos dialogar sobre la importancia de “reequilibrar de manera urgente la forma en la que nos relacionamos entre nosotros, con la naturaleza y con la tecnología que impregna nuestras vidas, que nos trae oportunidades innovadoras y, al mismo tiempo, plantear graves problemas de equidad, inclusión y participación democrática”. Y para ello debemos buscar nuevos caminos que nos permitan “cómo fortalecer la educación como bien público y común, cómo dirigir la transformación digital, apoyar a los docentes, salvaguardar el planeta y liberar el potencial de cada persona para contribuir al bienestar colectivo y a nuestro hogar compartido”. Cf DÍA INTERNACIONAL DE LA EDUCACIÓN
También el Parlamento Andino nos anima a seguir trabajando por el fortalecimiento de la educación, construyendo sociedades equitativas, sostenibles y resilientes, consientes “de la importancia de la recuperación y el robustecimiento del sistema educativo en la región Andina, [y] pone a disposición de la comunidad la Propuesta de Norma Comunitaria para el Fortalecimiento de la Educación a Distancia en los Países Andinos, que tiene como objetivo fortalecer esta modalidad de enseñanza a través de un ejercicio de priorización curricular, la implementación de herramientas pedagógicas que respondan al contexto, la capacitación docente y la cobertura del servicio de internet con acceso a tecnología básica, como respuesta a los retos que ha traído la crisis sanitaria”. cf DÍA INTERNACIONAL DE LA EDUCACIÓN
Recordemos que la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, establecido por la ONU, en el objetivo número 4, nos llama a: “Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”. Este compromiso también lleva implicar más seriamente a los padres como primeros educadores de sus hijos y a revalorizar la tarea docente; si de verdad queremos superar la mala gestión de los políticos, la indiferencia mundial de ver cómo se azuza la confrontación entre pueblos para gastar más en armas que en educación y mirar la inequidad, la exclusión y la brecha digital de millones de niños y jóvenes a la educación, como del parte del paisaje urbano mundial una realidad. Si queremos mejorar el mundo, debemos empezar por la educación.
“En definitiva, ¿dónde empiezan los derechos humanos universales? En pequeños lugares, cerca de casa; en lugares tan próximos y tan pequeños que no aparecen en ningún mapa. […] Si esos derechos no significan nada en estos lugares, tampoco significan nada en ninguna otra parte. Sin una acción ciudadana coordinada para defenderlos en nuestro entorno, nuestra voluntad de progreso en el resto del mundo será en vano». (Eleanor Roosevelt)
REDACCIÓN WEB DEL MAESTRO CMF