Convertirse en creadores de experiencia, ese es uno de los consejos que entrega este experto en nuevo paradigma educativo.
Sebastián Correa Duval empezó a escuchar sobre el nuevo paradigma educativo en 2010, cuando estaba estudiando un magíster y un doctorado en España, enfocados en educación e inclusión. Aunque es psicólogo clínico, lleva más de 20 años dedicado a la educación y hasta ha trabajado en la formación de educadores.
El nuevo paradigma educativo invita a cuestionar el sistema tradicional de la educación. Bajo ese parámetro, Sebastián está detrás del desarrollo de varias organizaciones que buscan entregar herramientas para transformar y reflexionar la educación, tales como Nuevo paradigma educativo y Educación al día.
Como director de Nuevo paradigma educativo, se encarga –junto con otro grupo de profesionales– de entregar herramientas para promover una cultura de innovación educativa, una de ellas es “Podemos innovar”: un diagnóstico para medir cuantitativamente la cultura de innovación, el cuál fue construido en conjunto con el CIAE (Centro de investigación avanzada en educación de la Universidad de Chile) y la Consultora Brinca.
Por su experiencia y reflexión constante sobre el nuevo paradigma educativo en charlas y clases, le pedimos que nos hablara sobre algunos principios, que como docentes hay que tomar en cuenta para enfrentar el nuevo paradigma educativo.
1. “El nuevo paradigma es algo abierto y precisa habitar las preguntas”
Para Sebastián, el principal principio del nuevo paradigma es entender que las preguntas hay que motivarlas y hacerlas partes de una clase. Las preguntas son una gran forma de generar cambios y de replantearse siempre el mejor proceso de aprendizaje, según el contexto.
“Creo que un profesor es más bien un generador de preguntas en si mismo y en los otros (en los estudiantes), más que un generador de respuestas. Ese es un primer chip que hay que cambiar, porque al menos en mi generación, fuimos educados por profesores que siempre tenían la respuesta”, considera.
2. “Hay que romper el paradigma del dominio y del control”
La educación muchas veces se piensa desde la idea de controlar al otro –docente al estudiante– y para Sebastián, esa es una forma binaria de desarrollar una clase. Según sus consideraciones hay que tener apertura a lo inesperado y no basarse en una planificación que lleve al profesor a saber lo que el estudiante va a pensar.
“Eso es conductismo: saber que la clase tiene un inicio, un desarrollo y un final. El tránsito debe ser hacia el paradigma de la complejidad, que tiene que ver con cuidarnos, vincularnos y con entender que las fronteras son espacios de encuentro, no de dominio. Hay que soltar la pretensión de control y vincularse más con los estudiantes, entender que ellos pueden estar en tu zona de influencia, pero no en una zona de control”, explica.
3. “El educador es creador de experiencias de aprendizaje”
Más que planificar actividades, Sebastián invita a los profesores a que sean creadores experiencias de aprendizaje, algo clave para el nuevo paradigma educativo. Al lograr que todos sean parte del proceso de enseñanza y aprendizaje, lo aprendido perdura en el tiempo.
“Una parte se trata de diseñar experiencias y otra parte, es entender la presencia creativa, que es reconocer cuando lo mágico sucede. Los profesores tienen que ser jazzistas, no intérpretes de partitura; deben tener una base para improvisar. En ese sentido, el profesor debe trabajar las habilidades creativas, dentro y fuera del aula“.
4. “Hay que estar siempre en modo beta”
Una forma sencilla de definir el “modo beta”, es que se trata de un software que ha pasado la etapa de prueba interna. Sebastián hace el símil de la educación con el desarrollo de software, que siempre está en constante actualización. Redes sociales como Instagram, Facebook y TikTok, entre otras, están siempre realizando cambios y ofreciendo nuevas funciones, enfocadas en mejorar la experiencia del usuario.
Según Sebastián, un profesor debe estar en “modo beta”, porque es importante estar constantemente escuchando a los estudiantes y realizando los cambios más acordes. Entender que nunca vamos a tener la clase perfectamente planificada y que todo el entorno influye en el desarrollo.
“La lógica detrás de eso, es que se trata de algo que está en un constante proceso de mejora y en el caso de la educación, pensaba en modo beta, el error es una oportunidad de aprendizaje. Es clave, como profesor, no tener miedo a equivocarse, porque equivocarse implica aprender. Por eso creo mucho en una educación en modo beta y no en modo acabado”, considera Sebastián.
Estos principios del nuevo paradigma deben ser acompañados con mucha flexibilidad y colaboración, entre docentes, equipo directivo, familias y todo el equipo involucrado de una comunidad educativa. Ese es el mejor camino a la innovación, enfocada en cada estudiante.
Este contenido ha sido publicado originalmente por Elige Educar (Chile) en la siguiente dirección: eligeeducar.cl | Autor: Lorena Tasca