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[Pedro Fulleda] Tratamientos ludoterapéuticos a trastornos de conducta (I)

El problema del adecuado funcionamiento de instituciones socioculturales encargadas de la educación no formal se incrementa con la necesidad de que las personas se vinculen a ellas de forma autónomamente condicionada –esto es, en su tiempo libre-. Este problema es aún mayor cuando el destino final son niños, niñas y adolescentes.
Entonces será inevitable incorporar a los recursos de dichas instituciones los métodos de la Lúdica. Veamos a continuación su alcance en tratamientos ludoterapéuticos a trastornos de conducta:
1. Trastornos en el comportamiento de niños y niñas.

Una buena parte de los tratamientos ludoterapéuticos se dirigen al abordaje de trastornos en el comportamiento de niños y niñas, así como de adolescentes, que en general se apartan de los patrones comunes y adecuados para sus respectivas edades. Los padres, en primer término, y los educadores después, someten a los pequeños a un continuo proceso de observación y comparación, llegando a conclusiones sobre su comportamiento respecto a las normas aceptadas, en cuanto a:

  • Motricidad, estabilidad, coordinación, agilidad.
  • Expresividad y comunicación oral.
  • Afectividad, empatía y capacidad de cooperación.
  • Racionalidad y capacidad heurística para la solución de problemas.
  • Fantasía, imaginación, creatividad y pensamiento lateral.
  • Sentido de identidad y autoestima.
  • Capacidad de recuperación, resiliencia, voluntad y disposición autocrítica.
  • Comprensión y aceptación de las diferencias.
  • Asertividad, control emocional y tratamiento de conflictos.
  • Tendencia general predominante, hacia lo positivo o lo negativo.

Hay que destacar que los trastornos probables en esta esfera del comportamiento, son, sobre todo, adquiridos durante la infancia o la adolescencia, debiéndose a causas externas, las mismas que es preciso abordar en las acciones de prevención y/o recuperación. Otras deformaciones en el comportamiento por causas físicas –genéticas o debidas a traumas-, como es el caso del autismo, o déficits en la actividad mental, requieren tratamiento médico especializado –psiquiátrico-, y la Ludoterapia sólo puede intervenir en ellas del limitado modo que con otros tipos de necesidades especiales.

2. Trastornos en el aprendizaje, en las etapas primaria y básica.

Sin dudas la mayor preocupación de los padres en cuanto al funcionamiento intelectual de sus hijos es su capacidad de aprendizaje, pues de ello dependerá en gran medida el desarrollo de sus aptitudes y conocimientos, y en consecuencia su preparación para el competitivo mundo adulto que les espera.  Una de las preguntas que con mayor frecuencia se hacen tanto progenitores como educadores es: “¿por qué no aprende un niño/a?”. Las respuestas pueden ser diversas, pues las causas son multifacéticas; pero en general estarán siempre presentes factores como los siguientes:

  • Falta de motivación respecto a una asignatura, o al proceso docente en general.
  • Incapacidad de concentración, y tendencia a la dispersión del pensamiento.
  • Falta de racionalidad y capacidad heurística, para el planteamiento y resolución de problemas.
  • Dificultades para la lecto-escritura o el cálculo aritmético.
  • Retraso escolar notablemente invalidante.
  • Empleo de métodos didácticos que dificultan la comunicación profesor-alumno.
  • Ausencia de métodos inclusivos y participativos del alumno en el proceso docente.
  • Situación entrópica en las relaciones del alumno con su entorno escolar.
  • Carga docente agobiante y agotadora, en la jornada escolar y aun extraescolar.
  • Influencia de factores externos (personales, familiares, sociales) desestimulantes.

Otros trastornos del aprendizaje provocados por causas físicas –genéticas o debidas a traumas-, como es el caso de déficits en la actividad mental, o afectaciones en la vista, el oído, o el habla, requieren tratamiento médico especializado –psiquiátrico, foniátrico, oftalmológico, otorrinolaringológico…- y la Ludoterapia sólo puede intervenir en ellos del limitado modo que con otros tipos de necesidades especiales.

3. Trastornos en la conducta familiar, en la juventud y la adultez.

Todos los enfoques sociológicos coinciden en situar a la familia como fundamento y base de la sociedad, por lo que la estabilidad de esta dependerá, en gran medida, de la armonía alcanzada en el funcionamiento familiar. De tal modo, la investigación previa al tratamiento ludoterapéutico tendrá que evaluar los siguientes indicadores de trastornos de la conducta familiar, y su influencia en la juventud y la adultez:

  • Existencia de relaciones de subordinación basadas en la economía o la violencia domésticas.
  • Manifestaciones de discriminación de género (machismo, hembrismo, etc.).
  • Incomunicación intergeneracional e irrespeto entre los miembros de la familia.
  • Efectos nocivos del alcoholismo, la drogadicción, juegos de azar, u otras acciones.
  • Promiscuidad y/o práctica de abuso sexual hacia miembros menores de la familia.
  • Exigencias de trabajo infantil con el principal interés de la explotación económica.
  • Ausencia de diálogo y de inclusión participativa en la toma de decisiones.
  • Práctica de acciones delictivas por uno o más miembros de la familia.
  • Conflictos de convivencia intrafamiliar e interfamiliar.
  • Influencia de factores sociales (desempleo, hacinamiento, pobreza extrema, etc.).

Una familia disfuncional no podrá generar sino jóvenes y adultos disfuncionales, cuyas actitudes y comportamientos sociales trasladarán al seno de la comunidad los conflictos y traumas que adquirieron y desarrollaron desde la más temprana infancia.

4. Trastornos en la conducta social, en la juventud y la adultez.

Todo individuo civilizado gusta de vivir en colectividad. Es en la sociedad donde se realiza como ser humano a partir de la formación recibida, en primera instancia, en su familia, por lo que sus esfuerzos de perfeccionamiento van justamente dirigidos a alcanzar un lugar en el recuento histórico de sus semejantes. Lamentablemente no todos lo consiguen de manera positiva, y son muchos quienes siguen caminos de confrontación con la sociedad, desarrollando conductas de ilegalidad e indisciplina social, por lo que en ellos será posible encontrar los orígenes de semejantes conductas en factores como los siguientes:

  • Condiciones de marginalidad económica y social, y falta de oportunidades.
  • Condiciones de disfuncionalidad familiar.
  • Escaso nivel cultural y/o profesional.
  • Poca o ninguna participación en proyectos y acciones de gestión comunitaria.
  • Poca o ninguna participación en actividades recreativas de tiempo libre.
  • Poca o ninguna participación en planes socioculturales y de educación de adultos.
  • Poca o ninguna participación en sociedades profesionales, o hermandades.
  • Poca o ninguna participación en instituciones religiosas y grupos de fe.
  • Concepciones políticas o ideológicas de corte reaccionario y antisocial.
  • Tolerancia, vinculación y/o participación directa en actividades penadas por la Ley.

Si consideramos que la verdadera causa de la indisciplina social está en la insatisfacción social, es evidente que tales desviaciones de conducta es preciso atenderlas sobre todo en sus causas y no en sus consecuencias, como acostumbra hacer la sociedad actual con sus métodos policiales represivos y carcelarios.

Puede leer la segunda parte del artículo aquí:

NOTA DE REDACCIÓN: La Web del Maestro CMF publica los textos originales de su autor, no necesariamente coincide con lo expuesto en el tema, no se hace responsable de las opiniones expresadas, y no promociona ningún producto, servicio, marca o empresa. Sugerimos a nuestros lectores conocer la identidad de la fuente o de su autor o autores, para tener mayores elementos de juicio y la pertinencia a su realidad educativa.


Autor:
Pedro Fulleda Bandera, nacido en Cuba y residente en Ecuador.
Licenciado en Comunicación Social, con experiencia laboral como periodista especializado en temas históricos y culturales. Se desempeñó como docente de especialización en el Instituto Superior de Cultura Física. Presidió la sección “Juego y Sociedad” de la Asociación de Pedagogos de Cuba. Ha impartido cursos y conferencias sobre lúdica y desarrollo humano en diversos países iberoamericanos.
Autor de artículos y libros sobre Ludología y temas de actualidad política y social.
Enlaces de interés: pedrofulleda.blogspot.com / wattpad.com
E-mail: [email protected]

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