Vivimos en una sociedad tan obsesionada con la reacción que hemos perdido esa capacidad de reflexión

Carl Honoré (1967), periodista nacido en Escocia, de nacionalidad canadiense, “es el portavoz del movimiento Slow, que propone ralentizar la vida y reducir las cargas mentales, académicas o laborales para disponer de más tiempo de calidad”. es un periodista canadiense. Autor del libro Elogio de la lentitud (2004) sobre el «Movimiento lento». Después de graduarse de la Universidad de Edimburgo con títulos en Historia e Italiano, trabajó con niños de calle en Brasil, lo cual le inspiró para iniciarse en periodismo. Newsweek y Wall Street Journal lo señalan como “portavoz internacional de la lentitud”, y ABC News y Huffington Post como «el padrino de un cambio cultural creciente»”.

Honoré opina que, para lograr un mejor equilibrio social “lo más urgente es empezar a mezclar las generaciones. Hoy vivimos en burbujas de coetáneos, solo nos relacionamos con gente de nuestra edad, pero no hay nada más eficaz para luchar contra los estereotipos que convivir con aquellos sobre los que tenemos prejuicios. Hay que mezclar a jóvenes y veteranos en las empresas, en los barrios, en los lugares de ocio. Empezando por los colegios. Los niños deberían reunirse más a menudo con críos de otras edades para que descubran que sus compañeros mayores y menores tienen cosas interesantes que contar”. CARL HONORÉ: “ENVEJECER ES UN REGALO, PERO LO VEMOS COMO UN CASTIGO”

Gracias a la publicación de El País (España), BBVA y Editorial Santillana, compartimos con fines únicamente educativos y de formación permanente, el conversatorio de Carl Honoré con un grupo de personas, empezando por contar su historia personal para encontrar el “slow movement” en su vida, y luego dialogar sobre la importancia de analizar velocidad y el disminuir o ralentizar la actividad en la vida de los niños y jóvenes, el concepto del éxito, el uso de los celulares, el “edadismo”, el aburrimiento y la creatividad, entre otros temas, que bien nos pueden ayudarnos para nuestro diálogo en las aulas presenciales y virtuales, en las reuniones con padres  de familia, y para la reflexión personal.

Artículo recomendado:

La Web del Maestro CMF, según su política de publicaciones, no necesariamente comparte las opiniones del autor publicado. Dejamos a consideración del lector el análisis de las opiniones y la(s) propuesta(s) educativa(s) de cada expositor, como lo hemos indicado en esta serie Aprendamos juntos, para sumar por la educación.

Compartimos los enlaces del video completo y dos momentos destacados, así como partes del diálogo de Honoré, razón por la que les recomendamos leer íntegramente en el enlace que indicamos al final del artículo. Es nuestro propósito ser una invitación a seguir entusiasmados en nuestra formación permanente, conociendo las opiniones de especialistas cercanos al mundo educativo. Hacemos presente que las letras en negritas y cursivas son nuestras.

CARL HONORÉ: “[…] este es el mundo en el que vivimos. Un mundo donde el botón “avance rápido” quedó atascado. Un mundo obsesionado con la rapidez, con conseguir siempre más y más cosas en menos y menos tiempo. Para muchos de nosotros cada momento del día pasó a ser una carrera contrarreloj. Este es el mundo de la marcación rápida, de la comida rápida, de los encuentros exprés en Tinder, incluso las cosas que son, por su propia naturaleza, lentas, que están diseñadas para que ralenticemos, intentamos acelerarlas también.

[…] La filosofía Slow, el credo Slow consiste en hacer las cosas a la velocidad justa o correcta o adecuada para cada momento. […] es un estado de ánimo, es casi como una mentalidad, es un cambio de chip. Significa privilegiar la calidad a la cantidad, hacer una cosa a la vez, hacer las cosas con calma, con calidad, a veces con cariño. […] la lentitud es un valor positivo, […] la paciencia sigue siendo una virtud y […] en un mundo adicto a la velocidad y la prisa, la lentitud es un superpoder.

Artículo recomendado:

UN ELOGIO A LA EXPERIENCIA (MOMENTO DESTACADO 05´ 40”)

MUJER 1: … me gustaría saber por qué crees que siempre estamos tan apresurados y ocupados.

CARL HONORÉ: “[…] Históricamente, cuando el hombre empezó a medir el tiempo, primero con relojes solares, luego con relojes en la plaza principal de los pueblos medievales, es interesantísimo, si miras la historia, que ni bien llegaron esos relojes al espacio público, cambió un poco la relación que la gente tenía con el tiempo. […] hemos creado herramientas, cosas para hacerlo todo más rápido, y esto nos ha hecho acostumbrarnos un poco a la velocidad. […] Una prueba de esto es que muchos terapeutas dicen que la última etapa antes de un “burnout” es una última explosión de aceleración, como si la persona estuviera intentando escaparse de todos esos problemas que no ha enfrentado hasta ahora, y luego llegas contra la pared y te ves obligado a ralentizar y a ir más lento. […] hay otro factor, que es el hecho de que con el tiempo hemos ido forjando un tabú muy fuerte contra la lentitud. Lento es una palabra sucia, es una palabra vergonzosa en esta sociedad, lento es como sinónimo de estúpido, de torpe, de cosas muy negativas. […] cuando te das cuenta de que tu vida es más superficial, no te llena, ese puede ser otro indicio. Y un poco vinculado a ese fenómeno están los problemas de memoria, de recordar cosas, porque si vas muy rápido […] estos son algunos indicios que pueden ser útiles para detectar que el virus de la prisa está corriendo por tus venas”.

ELENA: … En tus libros hablas del pensamiento rápido, del pensamiento lento… Me gustaría que nos explicases, en tu opinión, cuáles son los beneficios de ambos pensamientos en general para el ser humano y en particular para los estudiantes.

CARL HONORÉ: “[…] La ironía es que el pensamiento rápido, para que sea eficaz, requiere momentos de lentitud, porque está basado en ese pensamiento lento, en casi como un banco de datos, experiencias recogidas y vividas en momentos más lentos. […] El pensamiento lento tiene muchos más niveles de riqueza. El pensamiento lento va de la mano con la creatividad: los estudios, las investigaciones demuestran que cuando el ser humano, sea un chico en el colegio, sea un trabajador en la oficina, un ejecutivo…, cuando estamos en un estado relajado, con calma, sin prisa, el cerebro entra en un modo de pensar más creativo, más matizado, más rico que los psicólogos llaman “slow thinking”, el pensamiento lento. […] la lentitud es un superpoder en un mundo hiperacelerado”.

Artículo recomendado:

“ESTAMOS CORRIENDO POR LA VIDA, EN VEZ DE VIVIRLA”.  (MOMENTO DESTACADO 04´ 26”)

TERESA: … me gustaría saber en qué consiste ese crecimiento más lento y qué beneficios le puede traer a nuestros hijos en su crecimiento y en su desarrollo.

CARL HONORÉ: “Me parece que hemos pasado ese virus de la prisa, de la velocidad, de la impaciencia, a la próxima generación. […] en la última generación, muchos sistemas escolares pasaron a ser casi como líneas de montaje de alta presión, dándoles más aprendizaje académico más y más jóvenes y luego más y más pruebas y “tests” para que las notas pasen a ser más importantes que el propio aprendizaje, o que el contenido del currículum pase a ser más importante que el contenido del carácter del niño. […] Y vemos también a la vanguardia de esta generación hiperacelerada que ha crecido en una olla a presión, ahora están saliendo de casa, del nido y lanzándose al mundo, […] Para mí la respuesta, la solución a este problema es la lentitud, es el movimiento que se llama “slow parenting”, la parentalidad Slow, un enfoque Slow con respecto a los niños. Y cuando se habla de la filosofía Slow en ese ámbito no se trata de convertir la niñez en una utopía de “no hay nada, nadie hace nada, no hay estructura”. No, porque los chicos necesitan estructura, también competición, presión, estrés. Necesitan todas estas cosas, pero las necesitan en una buena dosis. […] lo que tienes que hacer […] es dejar que florezca el aburrimiento, porque el aburrimiento es el trampolín hacia la creatividad. […] en estos momentos es que los chicos aprenden a pensar, a pensar lentamente, a reflexionar, a usar su imaginación, a sociabilizar, a llevarse bien con sus amigos y también a mirar hacia adentro y conocerse a sí mismos. […]”.

Artículo relacionado:

“EN UN MUNDO ADICTO A LA VELOCIDAD, LA LENTITUD ES UN SUPERPODER”.  (VIDEO COMPLETO 01h. 10´ 47”)

MARILÉ: … ¿qué medidas nos recomiendas para aplicar dentro de las aulas esta filosofía de la lentitud? Y la segunda, si conoces casos de escuelas o universidades que las estén ahora mismo aplicando y ¿qué resultados están obteniendo con ello?

CARL HONORÉ: “[…] En muchos colegios ahora lo que hacen es, al principio, al inicio de la clase del aula, arrancan con un periodo de silencio de dos minutos, un minuto, simplemente para respirar hondo, para recuperar un poco ese ritmo más humano, porque los chicos llegan un poco frenéticos de la última clase, etc. Dos minutos, que no es una pérdida de tiempo, es una buena inversión del tiempo, porque después lo que pasa es que todos están más enfocados, más concentrados y el aula termina siendo más eficaz, más fructífera. Otra técnica que me gusta mucho es una usada por un “housemaster”, […] lo que se llama “la regla de cinco minutos” […] Otro consejo es decirles a los alumnos que hagan sus apuntes a mano, con un lápiz o lapicera […]”.

MÓNICA: … crees que estamos trasladando a los jóvenes demasiada presión por conseguir el éxito.

CARL HONORÉ: “Sí, totalmente. Y para mí el problema básico es que hemos creado casi un culto a un solo tipo de éxito. […] hay miles de caminos de acción, miles de formas de éxito, pero les estamos imponiendo una sola definición y eso me parece muy pobre y muy dañino, […] no solamente vas a destruir tu salud a medio y largo plazo, sino que desde el vamos vas a ser menos eficiente: vas a cometer más errores, serás menos creativo, […]”

Artículo recomendado:

HOMBRE 1: … ¿crees que en la sociedad de hoy en día se rinde un culto excesivo a la juventud y se discrimina a las personas mayores?

CARL HONORÉ: “[…] Ha llegado el momento de sepultar el culto a la juventud. ¿Por qué? Porque nos hace daño a todos y de muchas maneras. La sola idea de envejecer nos provoca vergüenza, culpa, miedo, asco y mucha negación. […] venerar la juventud y denigrar el envejecimiento hace que envejezcas peor, sufriendo más deterioro cognitivo y físico, más demencia e incluso una muerte más temprana. […] Uno puede seguir siendo creativo hasta la tumba. […] Y tenemos que mezclar las generaciones nuevamente, en toda la historia humana las generaciones se mezclaban, teníamos contacto con gente de todas las edades. Pero en estos días vivimos como en burbujas de coetáneos, y al mezclar las generaciones, lo que hacemos es que conocemos a los demás, empezamos a derrumbar esos estereotipos. […]”.

La transcripción completa de este conversatorio lo puede Usted leer aquí: “EN UN MUNDO ADICTO A LA VELOCIDAD, LA LENTITUD ES UN SUPERPODER”

Esta publicación corresponde a SERIE DE VIDEOS: APRENDAMOS JUNTOS, PARA SUMAR POR LA EDUCACIÓN

“Los estudios demuestran que con los años tienes más facilidad para ponerte en los zapatos del otro y dispones de mayor sentido de la empatía que de joven”.

REDACCIÓN WEB DEL MAESTRO CMF



Comparte este artículo
Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

También puede leer:





Se desactivó la función de seleccionar y copiar en esta página.