La comunicación efectiva entre padres y hijos es una parte fundamental del desarrollo de una relación sólida y de confianza. Sin embargo, muchas veces, los padres se enfrentan al desafío de encontrar formas significativas de conectar con sus hijos, especialmente con adolescentes que pueden ser reservados o poco dispuestos a compartir sus pensamientos y sentimientos.
Una pregunta común, pero a menudo insatisfactoria, es “¿Cómo te fue?” que generalmente obtiene la respuesta monótona de “Bien.” Para fomentar un diálogo más enriquecedor y profundo, es esencial plantear preguntas específicas y abiertas. Aquí te presentamos una lista de 25 preguntas que puedes hacerle a tu hijo en lugar de la típica “¿Cómo te fue?”, que garantizan conversaciones más interesantes y significativas:
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Comienza con lo cotidiano:
- ¿Qué desayunaste hoy? ¿Qué comiste en el recreo? ¿Estaba rico o no te gustó?
- ¿Qué llevaron de comer otros niños?
- ¿Qué es lo que más te aburrió hoy?
- ¿Hubo algo que te hiciera muy feliz?
- ¿Qué fue lo más raro que viste hoy en la escuela?
Profundiza acerca de su interacción social:
- ¿A qué jugaste hoy y con quién?
- ¿Dónde juegas más en el recreo?
- ¿Qué es lo que más les gusta jugar a todos los niños en el recreo?
- ¿Hubo alguien que te hiciera enojar?
- ¿Hay alguien de los otros niños que se esté portando muy mal o que le guste hacer cosas malas?
- ¿Pudiste ayudarle a alguien en algo? ¿O alguien te ayudó a ti en algo?
- Si una nave extraterrestre/el malo de llegara a tu escuela para llevarse niños, ¿a quiénes preferirías que fuera ¿y a quienes tratarías de ayudar? (puedes remplazar lo de la nave con el malo de alguna película que tu hijo haya visto recientemente)
- ¿Hay alguien que no es tu amigo, pero que gustaría que fuera?
- ¿Con quién te gusta platicar más? ¿Y te contó algo divertido hoy?
- ¿Alguien te ha pedido que guardes un secreto?
Explora su desarrollo académico:
- ¿Qué fue lo que te costó más trabajo? ¿Y lo que te dio más flojera?
- ¿Qué fue lo que más te gustó de lo que aprendiste hoy?
- ¿Qué te gustaría hacer para que la clase que más te aburre fuera más divertida?
- Si tú fueras maestro/a, ¿qué le enseñarías a los niños?
- Si alguno de los otros niños fuera maestro/a, ¿quién te gustaría que fuera?
- ¿A cuál personaje de caricatura se parece tu maestro/a?
- ¿Qué crees que más le gusta a tu maestro/a de ti?
- ¿Qué es lo que menos te gusta de tu maestro/a?
- ¿Qué te hubiera gustado aprender hoy?
- ¿Qué es lo que más te hizo sentir orgullos@ hoy?
Tips para comunicarte mejor con tus hijos:
- El Tiempo lo es todo: Observa cuándo tu hijo está más sensible y abierto para preguntar sobre su día. Evita hacerlo cuando acaban de regresar de la escuela o cuando sus amigos o hermanos están presentes.
- Crea instancias para compartir a solas: Invítalo a actividades cotidianas, como hacer compras o preparar una comida juntos. Estos momentos pueden ser valiosos para conversar sin distracciones.
- Inicia conversaciones durante tareas en las que no necesitas hacer contacto visual: Los adolescentes a menudo se sienten más cómodos hablando mientras hacen tareas domésticas, como lavar los platos o doblar la ropa.
- Presta atención a cómo respondes: Reflexiona sobre tu reacción cuando tus hijos se dirigen a ti. Mantén la calma y evita respuestas negativas para que se sientan cómodos compartiendo.
- Abraza el silencio: Los niños pueden tomar su tiempo para responder, no exijas respuestas inmediatas y dales espacio para pensar.
- No reacciones exageradamente: Mantén la calma incluso cuando escuches algo que pueda parecer “malo” para evitar que se sientan juzgados.
- Comparte tus experiencias personales: Habla sobre tus propias experiencias para crear un ambiente de confianza.
- Está dispuesto a hablar en cualquier momento: A veces, los momentos menos convenientes pueden ser los más importantes para tus hijos.
- Comunícate a través de los medios que prefieran: Si a tus hijos les gusta comunicarse por mensajes de texto o redes sociales, adapta tu comunicación a sus preferencias.
- No presiones para conversaciones largas: Reconoce que los niños, preadolescentes y adolescentes pueden tener dificultades para mantener conversaciones largas y emocionales.
- A veces, solo escucha: No siempre es necesario dar consejos o resolver problemas; a veces, los niños solo quieren ser escuchados.
- Habla sobre noticias y eventos actuales: Relaciona temas de actualidad con sus vidas para fomentar conversaciones interesantes.
- Haz preguntas específicas: En lugar de preguntar “¿Cómo estás?”, plantea preguntas concretas que inviten a respuestas más detalladas.
- Interésate en lo que les interesa: Participa en las actividades que les gustan para conectarte con ellos de manera genuina.
- Sé confiable: Cumple tus promesas y respeta su confidencialidad para construir una relación sólida.
En última instancia, construir una relación significativa con tus hijos requiere tiempo, paciencia y empatía. Al hacer preguntas específicas y demostrar un interés genuino en su vida, estarás fomentando un ambiente de comunicación abierto y una relación más sólida con tus hijos, que perdurará a medida que crezcan y se desarrollen. Recuerda que los niños no serán niños para siempre, y la calidad de la comunicación que establezcas con ellos ahora puede tener un impacto duradero en su relación en el futuro.
Tres formas de hablar con tus hijos adolescentes | Antonio Ríos
REDACCIÓN WEB DEL MAESTRO CMF
ENLACE DE LECTURA:25 COSAS QUE DEBERÍAS PREGUNTARLE A TU HIJO EN LUGAR DE “¿CÓMO TE FUE?”
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Me encanta la nota, solo que yo no le preguntaría ¿que llevaron de comer sus compañeros, porque trató de evitar la COMPARACIon en todo sentido con sus pares. Es como preguntarle que zapatillas llevaron sus compañeros después de preguntarle por la suya ¿ me explico?