Salones de clase en los que no hay paredes y donde los pupitres no se ordenan en filas ni frente a un pizarrón; espacios llenos de colores y formas que invitan a la creatividad y al movimiento son parte de una nueva manera de enseñar.
Características como estas son algunas de las innovaciones que desde hace varios años se vienen incorporando en escuelas de Europa, Asia y Estados Unidos, como una forma de incentivar los procesos de enseñanza y aprendizaje.
Una tendencia en la que colaboran arquitectos, diseñadores y maestros, y en la que el trabajo de la diseñadora holandesa Rosan Bosch es uno de los más reconocidos. Ella y su equipo han construido más de una decena de colegios en Dinamarca, Suecia y España, y en ciudades como Abu Dabi.
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“Enseñar a los niños a interesarse por aprender significa crear una experiencia personalizada y diferenciada que apoye y ayude a desarrollar sus capacidades individuales”, dice Bosch desde su estudio, en Copenhague.
Con esa intención, propone espacios colectivos eliminando las paredes, en la medida de lo posible, y jugando con el mobiliario. Espacios en los que el niño decide dónde quiere aprender. Para ella, “el ambiente es un profesor más”.
Fue su experiencia como madre de dos niños la que la llevó hace más de una década a repensar el tema. “Enviarlos al colegio fue desalentador y decepcionante. La escuela debe ser inspiradora y entretenida”, comenta.
A su juicio, las instituciones educativas modernas tienen que adaptarse al hecho de que todos somos diferentes, y el diseño del espacio puede cambiar el modo de pensar y funcionar. Consciente de ello, se abocó a proyectos en los que fue agregando formas, colores y nuevos espacios, que pronto fueron imitados en otros lugares y han contribuido al debate; una discusión que implica cambiar la forma como tradicionalmente están concebidas las aulas y las clases, en las que los niños llegan, se sientan y se limitan a escuchar y a realizar lo que dice el profesor.
Kattia Muñoz, académica del Centro de Investigación en Educación de la Universidad de los Andes de Chile, cuenta que hoy se está replanteando esta dinámica, y rediseñar los salones de clases es parte de ello.
“Se toman como modelo los jardines infantiles, donde hay un mayor trabajo con el espacio”, explica. De hecho, pasar de la enseñanza preescolar a la básica es una transición potente para muchos niños. “Ellos no se sienten parte del salón”.
Por ello, en el plano internacional “hay consenso en la necesidad de flexibilizar el interior de las aulas; eso significa que los niños tengan espacios que incluyan cosas y elementos ajustables según lo que quieren aprender. El niño pasa a ser el principal actor del salón, y no el profesor, quien asume un rol de facilitador del conocimiento”, precisa Muñoz.
Un gran desafío para los docentes es lograr el aprendizaje colaborativo, donde los alumnos aprenden interactuando entre sí.
“Es un proceso largo, pero muchos profesores ya lo hacen. Hay una disposición para ello; lo clave es darles un sentido a las cosas que están en el aula”, comenta Sebastián Howard, doctor en educación y secretario académico del doctorado en educación de la Universidad Diego Portales, de Chile.
“El espacio es una condición: el aprendizaje que se logra depende de dónde y cómo se genere. El espacio en que se desarrolla la actividad de enseñanza condiciona lo que allí se consigue”, asegura Howard.
Rosan Bosch concuerda en que no hay una fórmula única, sino que cada escuela tiene que trabajar para encontrar la suya. “Lo ideal es generar una cantidad de espacios diferentes, para proveer los mejores marcos posibles en función de favorecer el aprendizaje”, concluye la experta.
El diseño de las aulas importa
El diseño de las aulas puede tener un impacto significativo en el aprendizaje de los estudiantes. Un aula bien diseñada puede promover la colaboración, el aprendizaje activo y la participación de los estudiantes.
Por ejemplo, un aula con espacios flexibles que permitan a los estudiantes moverse y trabajar juntos puede facilitar el aprendizaje colaborativo. Un aula con tecnología integrada puede ayudar a los estudiantes a aprender de una manera más interactiva. Y un aula con una decoración atractiva y estimulante puede crear un ambiente de aprendizaje positivo.
Los diseños de aula que se usan más son los siguientes:
- Aula tradicional: Las carpetas de los alumnos suelen estar ubicadas en los pupitres, en los que los estudiantes se sientan en filas frente al profesor. Este diseño es eficiente para la enseñanza tradicional, en la que el profesor es la fuente principal de información.
- Aula de aprendizaje activo: Las carpetas de los alumnos suelen estar ubicadas en mesas o en grupos, lo que permite a los estudiantes trabajar juntos y colaborar. Este diseño es más adecuado para los enfoques de enseñanza basados en el aprendizaje activo, que enfatizan la participación de los estudiantes en su propio aprendizaje.
- Aula flexible: Las carpetas de los alumnos pueden estar ubicadas en diferentes lugares del aula, según las necesidades de la actividad que se esté realizando. Este diseño es más adecuado para los enfoques de enseñanza innovadores, que utilizan una variedad de métodos y estrategias.
A continuación, se describen con más detalle algunos de estos diseños:
Aula tradicional
En este diseño, las carpetas de los alumnos suelen estar ubicadas en los pupitres, en los que los estudiantes se sientan en filas frente al profesor. El profesor suele estar ubicado en un podio, lo que le permite tener una buena visión de toda la clase. Este diseño es eficiente para la enseñanza tradicional, en la que el profesor es la fuente principal de información.
Los beneficios de este diseño incluyen:
- Eficiencia para la enseñanza tradicional
- Facilidad de control de la clase por parte del profesor
- Buena visión de toda la clase para el profesor
Los inconvenientes de este diseño incluyen:
- Puede ser desmotivador para los estudiantes que prefieren trabajar de forma independiente o colaborativa
- Puede dificultar la participación de los estudiantes en las discusiones de clase
Aula de aprendizaje activo
En este diseño, las carpetas de los alumnos suelen estar ubicadas en mesas o en grupos, lo que permite a los estudiantes trabajar juntos y colaborar. El profesor suele estar ubicado en un lugar central del aula, lo que le permite interactuar con todos los estudiantes. Este diseño es más adecuado para los enfoques de enseñanza basados en el aprendizaje activo, que enfatizan la participación de los estudiantes en su propio aprendizaje.
Los beneficios de este diseño incluyen:
- Fomenta el aprendizaje activo y la colaboración
- Permite a los estudiantes trabajar en proyectos y tareas de forma colaborativa
- Facilita la participación de los estudiantes en las discusiones de clase
Los inconvenientes de este diseño incluyen:
- Puede ser más difícil de controlar para el profesor
- Puede dificultar la visión de toda la clase para el profesor
Aula flexible
En este diseño, las carpetas de los alumnos pueden estar ubicadas en diferentes lugares del aula, según las necesidades de la actividad que se esté realizando. El profesor suele estar ubicado en un lugar central del aula, lo que le permite interactuar con todos los estudiantes. Este diseño es más adecuado para los enfoques de enseñanza innovadores, que utilizan una variedad de métodos y estrategias.
Los beneficios de este diseño incluyen:
- Permite adaptar el aula a diferentes actividades de aprendizaje
- Fomenta el aprendizaje activo y la colaboración
- Facilita la participación de los estudiantes en las discusiones de clase
Los inconvenientes de este diseño incluyen:
- Puede ser más costoso que otros diseños de aula
- Puede ser más difícil de planificar y gestionar
La cantidad de alumnos importa
La cantidad de alumnos en un aula también puede tener un impacto en el aprendizaje. Las aulas con muchos alumnos pueden ser más difíciles de gestionar y pueden dificultar que los estudiantes se involucren en el aprendizaje.
Por ejemplo, un estudio encontró que los estudiantes en aulas con más de 30 alumnos eran menos propensos a participar en las discusiones de clase y a sentirse apoyados por sus profesores.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que la cantidad de alumnos no es el único factor que influye en el aprendizaje. Otros factores, como la calidad de la enseñanza y el compromiso de los estudiantes, también son importantes.
En conclusión, tanto el diseño de las aulas como la cantidad de alumnos pueden tener un impacto en el aprendizaje de los estudiantes. Es importante considerar estos factores al diseñar y planificar el entorno de aprendizaje.
Este contenido ha sido publicado originalmente por El Tiempo en el siguiente dirección: eltiempo.com | Autor: Cristian González