Cuando hablamos de libros, hablamos de crear vínculos, tal como le sucedió al Principito con el zorro en la obra del francés Exupéry. Entonces decidimos interesarnos por el otro, por conocer sus gustos, anhelos, sueños, virtudes, defectos y, sobre todo, qué es aquello que hace posible pensar en una buena amistad. Así sucede con los personajes de nuestras historias favoritas, o cuando reflexionamos y nos emocionamos con los versos de un poema. De igual forma, el libro se personifica siempre en nuestra vida, como aquel amigo que respeta nuestro tiempo y está allí incondicionalmente para compartir parte de lo que somos, pensamos y hacemos. Es el que siempre espera el momento indicado en el que su lector necesite conversar con él y descubrirlo.
Quizás escuchamos decir a personas que no les gusta leer, que no tienen hábito lector, o que todavía no han encontrado un libro que les llame la atención; pero tarde o temprano este llegará a su vida, incluso cuando menos lo espera… porque un libro siempre nos encuentra y conquista nuestro corazón.
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Hoy, a nivel mundial, celebramos el día del libro y de nuestro idioma, en honor al inmortal Cervantes, quien nos conquistó con su famosa obra “El Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha”.
Por eso, el mejor regalo que podemos darnos en este tiempo de cuarentena es tener un buen libro a nuestro lado, aquel que nos haga descubrir quiénes somos, que nos acompañe en nuestros momentos de incertidumbre o sosiego; un libro que nos cuestione sobre nuestra propia existencia y la haga más llevadera, buscar un libro que conquiste nuestra inteligencia y corazón.
Para terminar, les comparto una frase que resume mejor lo anterior y que me acompaña en este camino lector de mi vida:
La magia de los libros siempre es invisible a los ojos, porque reside en el corazón de sus lectores.
Dato importante:
La Biblia es el libro más leído y más reproducido a nivel mundial con 3900 millones de copias.
Autor: Mgtr. María Elisabet Palacios Almendro. |