Juan Jesús Guerra Borja, licenciado en Psicología por la Universidad San Martín de Porres en Lima, Perú, y especializado en Evaluación e Intervención ABA en Trastorno del Espectro Autista en la Universidad Autónoma de Chile. También completó programas de especialización sobre «TDAH» y Estrategias Cotidianas para estudiantes de Primaria en la Universidad Estatal de Nueva York y la Universidad de Búfalo de Nueva York.
Hoy conversaremos sobre el autismo, un trastorno del aprendizaje ampliamente discutido en la última década, y cómo los docentes pueden intervenir ante una situación de autismo en las aulas. Agradecemos de antemano su tiempo para discutir este tema tan relevante, el autismo, y su importancia en la intervención temprana en las aulas.
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Comencemos con el tema en cuestión. ¿Qué mensaje le podrías enviar a los docentes que pueden tener un niño con Trastorno del Espectro Autista en el aula?
Lo primero que me gustaría destacar es un enfoque que debemos tener siempre presente: la necesidad de reducir las dificultades derivadas del TEA y, al mismo tiempo, aprovechar y desarrollar las áreas y puntos fuertes que destacan en las personas con TEA. La intervención debe basarse en mostrar atención y preocupación por los temas de interés del niño, ganándose su confianza. En un ambiente educativo, el docente debe estar atento a los síntomas visibles, generalmente comportamentales, del niño en el aula. Este enfoque busca crear un entorno armonioso y fructífero para facilitar el reconocimiento de los procesos atencionales y la capacidad neurolingüística.
¿Cuáles son las dificultades derivadas del TEA que afectan el aprendizaje en un ambiente educativo?
Las dificultades asociadas al Trastorno del Espectro Autista abarcan diversos aspectos, como las limitaciones en las relaciones sociales, la escasa interacción con el entorno, la falta de comunicación y la autonomía tanto personal como en los estudios. En el ámbito del aprendizaje, las dificultades principales se centran en problemas atencionales, lo que dificulta que el alumno absorba información en áreas que no le resulten de interés. Es crucial abordar estas dificultades de manera integral, no dejando de lado aspectos como las relaciones sociales y la autonomía, para lograr una intervención efectiva.
¿Así como hay dificultades, también existen fortalezas o puntos fuertes que un docente debe observar en el aula?
Sí, existen puntos fuertes en las personas con TEA que los docentes deben identificar y aprovechar. Enfocarse en los intereses del niño, demostrando interés genuino, crea un ambiente de confianza propicio para la intervención exitosa. Además, la buena memoria característica de las personas con TEA, especialmente en áreas de su interés, y su procesamiento visual destacado deben ser considerados al diseñar estrategias pedagógicas. El carácter noble y la disposición a agradar a los docentes también son aspectos que pueden utilizarse positivamente en la intervención.
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¿Nos podrías recomendar algunas estrategias fundamentales que se pueden aplicar?
Algunas estrategias fundamentales incluyen la comprensión individualizada del alumno, considerando su estilo único de aprendizaje, pensamiento, comunicación y comportamiento. La utilización de la metodología TEACH, que estructura el ambiente y las actividades para que sean comprensibles, predecibles y sin interferencias, es esencial. Además, es crucial establecer una relación positiva con el alumno, mostrando interés, siendo un aliado y aplicando técnicas de apoyo conductual positivo, como recompensas y refuerzos. Adaptar el método TEACH al aula implica dividir espacios, proporcionar estructuras visuales y anticipar todas las actividades, brindando al niño una rutina conocida.
¿Cómo se recaba toda la información necesaria sobre el niño con TEA? ¿La observación es suficiente?
La observación sola no es suficiente para obtener toda la información necesaria sobre un niño con TEA. Es crucial involucrar a los padres, quienes son una fuente invaluable de información debido a su extensa interacción con el niño. Preguntar a los padres sobre las particularidades del niño, sus intereses, y cualquier información relevante contribuirá significativamente a la planificación de la intervención.
¿Es cierto que los niños con TEA son sensibles ante los sentidos?
Sí, los niños con TEA suelen ser más sensibles a los estímulos sensoriales. Considerar su perfil sensorial es fundamental para comprender su estilo cognitivo. Factores como el ruido, el contacto físico o ciertos alimentos pueden afectarlos considerablemente. Por tanto, es esencial tener en cuenta estas sensibilidades al planificar la intervención.
¿Cómo podemos establecer una relación positiva en el aula?
Establecer una relación positiva en el aula con niños con TEA implica ganarse su confianza a través del tiempo. Estos niños suelen ser desconfiados y selectivos en sus interacciones. Mostrar interés, ser amable, respetuoso y, sobre todo, ser percibido como un aliado que puede ayudarlos a resolver problemas, son aspectos clave. La aplicación de técnicas como el apoyo conductual positivo, utilizando recompensas y refuerzos relacionados con sus intereses, contribuirá a fortalecer esta relación.
¿Qué procesos no funcionan en la intervención educativa?
Procesos como castigos desproporcionados, gritos, chantajes y actitudes autoritarias no son efectivos en la intervención educativa con niños con TEA. Es crucial evitar medidas que generen estrés y resistencia en el niño. Castigar a todo el grupo por la indisciplina de un estudiante o utilizar un tono de voz intimidante son prácticas contraproducentes.
He escuchado que los niños con TEA se estresan cuando no tienen una estructura clara sobre sus actividades. ¿Es cierto?
Sí, es cierto. La estructuración y anticipación son fundamentales para niños con TEA. Necesitan una rutina conocida y predecible para sentirse seguros. El método TEACH, que estructura el ambiente y las actividades, se puede adaptar al aula dividiendo espacios, organizando y comunicando la secuencia del día, y proporcionando tareas individuales secuenciadas visualmente. Esto ayuda a reducir el estrés y mejorar la participación del niño en el proceso de aprendizaje.
¿Cómo podemos adecuar el método TEACH a las aulas?
La adaptación del método TEACH al aula implica dividir espacios, asignar áreas para trabajo individual, y proporcionar estructuras visuales y secuencias claras de actividades. No hay una única estrategia que funcione para todos los niños, por lo que es necesario probar diferentes enfoques. El objetivo es crear un ambiente que brinde al niño con TEA una dinámica conocida y predecible, facilitando así su participación y aprendizaje autónomo.
REDACCIÓN WEB DEL MAESTRO CMF